Una existencia rozada de amor y muerte

Poes¨ªa. Los poemas de la porte?o/madrile?a Noni Benegas (autora, junto a Jes¨²s Mun¨¢rriz, de la antolog¨ªa Ellas tienen la palabra, 1988) se terminan casi bruscamente, como si se les hubiera cortado la palabra para que sigan soltando sentido en la mente y el alma del lector. Son versos trabajados a conciencia que, por otra parte, no dejan de mostrar algo inconcluso o todav¨ªa embrionario. Segmentaci¨®n estrat¨¦gica que Benegas viene practicando -como en Fragmentos de un diario desconocido (2004)-, en la que late en cada palabra la potencia de la continuidad perdida. Poemas sin t¨ªtulo que no empiezan ni terminan: se encienden, retoman, y hacen silencio o son silenciados. La muerte de la madre pulsa en cada verso; y el amor por la madre como ra¨ªz o matriz de cualquier otra forma de amor.

El libro est¨¢ sobrevolado por el aire de la poes¨ªa cl¨¢sica: "Esta primavera que fue dolor cansino / y ahora es verano trasnochado"..., escribe Benegas; o bien: "una Estigia laguna concentrada / entre ayes, dolores y quejidos // y sones sinuosos ya sonidos / de suspiros y de alientos recobrados (

...)". Y tambi¨¦n: "nacer naciendo / como quien supo sabiendo, lo imposible". Es el "no saber sabiendo" de san Juan y el "ir y quedarse" de Lope junto a la misteriosa palabra Mam¨¢ de Marosa di Giorgio (en el ac¨¢pite del libro), y la muerte reveladora, en sentido fotogr¨¢fico, a la que se refiere Mirta Rosenberg en una de las citas con que Benegas cierra estas p¨¢ginas.

Subjetividad segmentada y provisoria que s¨®lo se construye en el verso. Eso que Jos¨¦ Mar¨ªa Valverde llam¨®, en el pr¨®logo al primer libro de Noni Benegas, "la iron¨ªa de la seriedad", busca a¨²n y encuentra su forma.