El Ej¨¦rcito cambi¨® las normas de vuelo tras la tragedia del helic¨®ptero Cougar
Ma?ana se cumplen cuatro a?os de la muerte de 17 soldados en Afganist¨¢n
El 16 de agosto de 2005, un helic¨®ptero Cougar, con 17 militares a bordo, se estrell¨® a 20 kil¨®metros al sur de Herat (Afganist¨¢n), mientras realizaba un vuelo de adiestramiento para las elecciones de septiembre siguiente. Cuatro a?os despu¨¦s, las causas de aquel siniestro, el m¨¢s grave sufrido por las tropas espa?olas en territorio afgano, siguen sin aclarar. Pero lo que ya ha supuesto es un cambio en las normas de vuelo de los helic¨®pteros militares para limitar los vuelos rasantes y minimizar los riesgos.
El juez togado militar territorial n¨²mero 11, responsable de la investigaci¨®n, ha encargado a dos peritos que le informen sobre las causas del suceso, pero el abogado de la familia del capit¨¢n Guitard, comandante del helic¨®ptero siniestrado, los ha recusado por falta de imparcialidad. No obstante, el informe t¨¦cnico de seguridad elaborado por las Fuerzas Aerom¨®viles del Ej¨¦rcito de Tierra (Famet), que ten¨ªa car¨¢cter secreto y desclasific¨® el Consejo de Ministros en marzo pasado, arroja alguna luz sobre lo sucedido.
Se orden¨® a los helic¨®pteros no volar a menos de 15 metros del suelo
El aparato se volvi¨® a estrellar cuando se reprodujo su vuelo en simulador
Oficialmente, a¨²n no se ha cerrado la hip¨®tesis del ataque, pero el informe t¨¦cnico la considera "poco probable". Recuerda que no se hallaron "restos de mecanismo de disparo, cables o cartuchos de fusiler¨ªa" en la zona; ni se apreciaron "impactos" o "restos de metralla" en el helic¨®ptero o los cad¨¢veres; y que los informes del servicio secreto CNI no avalaban esta posibilidad. Tampoco se hallaron indicios de fallo mec¨¢nico, por lo que el informe s¨®lo apunta a un error humano o a factores circunstanciales "como el fuerte viento en cola, la alta velocidad de vuelo, las altas temperaturas...".
En el cuestionario sobre causas del siniestro en el que los expertos deben elegir entre tres casillas ("s¨ª", "no" o "dudosa") para cada una de las variables, siempre aparece marcado el "no"; salvo tres, que figuran como "dudosas": altitud de 4.300 pies (1.310 metros); fuerte viento de cola, altas temperaturas, y peso al despegue de unos 8.534 kilos. No se conoce a qu¨¦ altura volaba el Cougar, pues el radar-alt¨ªmetro estaba apagado. Se sabe que realizaba un "vuelo t¨¢ctico", a muy baja cota, para eludir un posible ataque con armas antia¨¦reas.
La investigaci¨®n ha revelado que, mientras los helic¨®pteros Superpuma del Ej¨¦rcito del Aire desplegados en Afganist¨¢n ten¨ªan una norma que les obligaba a volar a entre 50 y 150 pies (15,2 a 45,7 metros), los Cougar del Ej¨¦rcito de Tierra, de caracter¨ªsticas similares, carec¨ªan de normativa. El capit¨¢n Guitard, en la reuni¨®n previa al vuelo, determinaba la altura. La Comisi¨®n de Investigaci¨®n T¨¦cnica de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAM) presume que volaba a entre 50 y 60 pies (16 a 20 metros). Pero el teniente Navarro, jefe del segundo Cougar, que le segu¨ªa a 350 metros de distancia y realiz¨® un aterrizaje de emergencia al creer que sus compa?eros hab¨ªan sido derribados, declar¨®: "?bamos como siempre. Entre 30 y 50 pies". Es decir, un aparato de m¨¢s de 8,5 toneladas volaba a s¨®lo 9-15 metros del suelo y a velocidad m¨¢xima (222 kil¨®metros por hora).
El aparato se estrell¨® tras descrestar una colina, cuando iniciaba el descenso. El viento era de 20 nudos (37 kil¨®metros hora), con rachas de hasta 35 (64,8), en una zona donde se producen turbulencias moment¨¢neas de gran intensidad. Adem¨¢s, "el hecho de llevar el viento de cola pudo perjudicar", seg¨²n los expertos. El sol estaba en su c¨¦nit y restaba visibilidad, y la temperatura era de 32 grados. Cuando en junio de 2008, el juez intent¨® archivar el caso, sostuvo en su auto que la altura de vuelo "era la adecuada" y que, "aunque muy probablemente la carga pudiera tener un cierto papel determinante en el resultado final, no aparece como excesiva".
El Cougar llevaba a 17 militares, con sus armas y munici¨®n, adem¨¢s de blindaje, dos ametralladoras, equipo de contramedidas y el dep¨®sito a tope de combustible. En otras condiciones, no ser¨ªa demasiado. Pero, como recuerda el CITAM, la altitud y las altas temperaturas restan potencia a los motores. Con ayuda de simuladores, se hicieron varias reconstrucciones del vuelo y en m¨¢s de una el helic¨®ptero se acab¨® estrellando, seg¨²n el informe.
Las recomendaciones del informe no dejan dudas sobre la peligrosidad del vuelo del Cougar. Desde entonces, la altura de vuelo debe ser de 100 pies (30,4 metros) y "el descenso por debajo de 50 pies deber¨¢ estar justificado por una razonable suposici¨®n de que existe una amenaza real en la zona". M¨¢s contundente, el general jefe de la unidad de helic¨®pteros agreg¨®: "En ning¨²n caso se realizar¨¢n maniobras que comporten riesgos superiores a los que estrictamente requiera la misi¨®n".
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