BUENISMO
Al Gore (www.algore.com) y Mija¨ªl Gorbachov andan estos d¨ªas a la gre?a. Resulta que el ex vicepresidente estadounidense y el ex l¨ªder ruso (y modelo de Louis Vuitton) compiten por el nuevo dominio, .eco, que la ICANN (www.icann.org/tr/spanish.html), la instituci¨®n que se encarga de regular estas cosas en la Red, va a poner en liza en 2010. La cuesti¨®n es que Gore y Gorbachov, y sus respectivas organizaciones, http://doteco.info/team, http://www.bigroom.ca/, http://www.gci.ch/ (Gorbachov cuenta adem¨¢s con el apoyo de la WWF, www.wwf.org), han entrado en una batalla sin cuartel por llevarse el gato al agua. Hablemos un poco de n¨²meros antes de seguir: se calcula que para que el dominio sea funcional la empresa que se haga con el mismo deber¨¢ invertir unos 100 millones de d¨®lares. Los que deseen que su p¨¢gina web acabe en .eco deber¨¢n abonar unos 60.000 euros, mientras que el valor total del dominio (seg¨²n afirmaba la prensa inglesa) supera el bill¨®n (con b) y podr¨ªa llegar a valer varios billones (acabado en -es).
Todo este terremoto cibern¨¦tico hace que afloren los malos pensamientos y que uno se plantee en qu¨¦ clase de negocio se ha convertido la ecolog¨ªa para que un mont¨®n de se?ores con corbata encabezados por dos ex figuras de la pol¨ªtica -convertidas a su vez en la voz de nuestra conciencia- se arrojen a la arena del circo romano por un maldito dominio. La conclusi¨®n m¨¢s all¨¢ de nuestras fronteras (donde la noticia ha adquirido cierta relevancia) es que "lo verde", lo de plantar ¨¢rboles, reciclar y dem¨¢s, se ha convertido en un negocio. Y de los gordos.
Pero ?y qu¨¦ pensamos en Espa?a? Tomando como referente lo que est¨¢ pasando en nuestro pa¨ªs, donde la pol¨ªtica ha llegado a cotas de miseria nunca vistas, y la reacci¨®n a la crisis (?qui¨¦n hubiera aguantado sin inmutarse cuatro millones de parados ante la inoperancia del liderazgo?), puede decirse que en Espa?a todo esto (y todo lo dem¨¢s, sea lo que sea) nos parece "bien". "Bien" o "muy bien".
Hace cuatro a?os, la FAES (www.fundacionfaes.org), ese imperio del pensamiento a imagen y semejanza del impert¨¦rrito se?or del bigote menguante, edit¨® un libro llamado El fraude del buenismo donde consideraba eso, el buenismo, patrimonio de la izquierda. Lo cierto es que esa filosof¨ªa que envuelve a gran parte del pa¨ªs, y que se caracteriza por pensar que de una u otra forma, "todo se arreglar¨¢, es mejor poner buena cara", es parte integrante de nuestra sociedad desde que se disolviera la Inquisici¨®n, all¨¢ por el siglo XIX. Pero aunque lo diga la FAES el buenismo no es malo per se, sino que ejerce de antibi¨®tico y de somn¨ªfero, todo a un tiempo. Gracias al buenismo de base (que no el de las altas esferas), el Congreso de los Diputados no ha sido pasto de las llamas, los dos principales partidos pol¨ªticos no se han disuelto porque la abstenci¨®n se multiplicara y el f¨²tbol sigue siendo el deporte nacional.
Probablemente fuera el fallecido Manolo Summers el mejor retratista de hasta d¨®nde llega el fen¨®meno en nuestro pa¨ªs cuando, en 1982, dirigi¨® To er mundo ¨¦ g¨¹eno. En la misma, un enano espera en unos urinarios p¨²blicos a que un buen samaritano le a¨²pe hasta el mingitorio, ya que ¨¦l no llega por sus propios medios. Sin ponernos demasiado metaf¨®ricos, eso es lo que llevamos haciendo desde tiempos inmemoriales: aupando al enano de turno (y que no se enfaden los enanos, es una met¨¢fora) y sentirnos mejores personas. Por eso aqu¨ª montamos toda clase de verbenas y embolados y nos llueven los voluntarios, por eso hay pocos pa¨ªses en el mundo con tantas y tan variadas ONG, por eso vamos de ecologistas (a pesar de Gore y Gorbachov) y nos encantan las causas perdidas: porque somos buenos. La mala noticia es que alg¨²n d¨ªa, no muy lejano, dejaremos de serlo. A lo mejor, y s¨®lo a lo mejor, ya ir¨ªa siendo hora.
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