La Administraci¨®n destruye un castro
Silencios y demoras en los tr¨¢mites permitieron la construcci¨®n de pisos sobre el poblado da Atalaia, en Cervo
Las excavaciones para hacer un observatorio de aves sacaron a la luz un concheiro, indicio de la existencia de restos de un castro en la Atalaia, San Cibrao. A esta prueba se sum¨® la definici¨®n de "yacimiento galaico-romano" de unos arque¨®logos. El Ayuntamiento de Cervo traslad¨® entonces, en 2005, un informe a la Direcci¨®n Xeral de Patrimonio sobre la posible presencia de vestigios. Esta cadena de acontecimientos, seg¨²n la asociaci¨®n Mari?apatrimonio, demostrar¨ªa que Cervo concedi¨® licencias de obra "a sabiendas de que supondr¨ªa la destrucci¨®n del castro".
"En el Ayuntamiento no hay arque¨®logos", dice el alcalde, Alfonso Villares (PP), para defenderse. Y acusa de la destrucci¨®n del castro a la Direcci¨®n Xeral de Patrimonio. Seg¨²n el popular, este organismo tard¨® casi un a?o en declarar la zona como de especial protecci¨®n. Durante ese tiempo, el Ayuntamiento concedi¨® tres licencias de obra en tres de las parcelas que supuestamente ocupar¨ªa el castro, seg¨²n el delegado de Cultura de la Xunta, un yacimiento "sobresaliente".
"Las casas no se venden. La gente tiene miedo de comprarlas"
El alcalde asegura a este diario que la primera licencia la dio tras el hallazgo y que la ¨²ltima la aprob¨® "15 d¨ªas antes" de la declaraci¨®n de la Direcci¨®n Xeral de Patrimonio. Por ello, defiende, "actu¨® de acuerdo con la ley", ya que "no pod¨ªa paralizar ninguna obra sin un informe de Patrimonio que lo aconsejase". "Patrimonio es quien tiene los conocimientos, no Cervo", sigue, "y por su incompetencia, tenemos un constructor paralizado".
Pero Mari?apatrimonio insiste en la culpabilidad del Ayuntamiento. Adem¨¢s, seg¨²n un portavoz, las licencias "son ilegales, porque la calidad del suelo obligaba a un estudio detallado". La organizaci¨®n recuerda que en Lodeiro (Viveiro), el mismo constructor (Rego, bajo la denominaci¨®n de San Cibrao) tuvo que demoler tres viviendas construidas sobre un suelo de similares caracter¨ªsticas. La asociaci¨®n acusa, adem¨¢s, al alcalde de retener una orden de paralizaci¨®n para darle tiempo al constructor a deshacer parte de la obra en la primera parcela.
Los trabajos en estos tres terrenos est¨¢n actualmente paralizados porque las obras est¨¢n siendo objeto de inspecciones arqueol¨®gicas. Al menos, eso dice el alcalde, porque la asociaci¨®n sostiene que no. Mari?apatrimonio insin¨²a que "m¨¢s que por prescripci¨®n legal, las obras est¨¢n paradas porque no se venden", "la gente tiene miedo de comprarlas". El colectivo asegura que tres clientes "se volvieron atr¨¢s" y que cinco vecinos que hab¨ªan cedido sus terrenos a cambio de un piso en el nuevo edificio exigieron otra vivienda en otro punto de la localidad.
La ¨²ltima denuncia destap¨® el traslado presuntamente irregular de restos del castro desde la gasolinera de San Cibrao hasta el pol¨ªgono de Foz. Seg¨²n Patrimonio, t¨¦cnicos desplazados al punto de origen de los restos, en la N-642, "no encontraron ning¨²n resto arqueol¨®gico identificable", y el alcalde de Foz rechaza dar explicaciones.
El castro da Atalaia, que se calcula que podr¨ªa extenderse por m¨¢s de cuatro hect¨¢reas, parece a estas alturas irrecuperable. Originariamente, esta zona ser¨ªa una isla de seis hect¨¢reas unida por una lengua de arena a tierra.
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