Sucesi¨®n de errores

La Comisi¨®n de Investigaci¨®n de Accidentes e Incidentes de Aviaci¨®n Civil (CIAIAC), organismo independiente adscrito al Ministerio de Fomento, hizo p¨²blico ayer el primer informe oficial, aunque todav¨ªa no definitivo, sobre las causas del accidente del avi¨®n MD-82 de la compa?¨ªa Spanair que se estrell¨® en Barajas hace un a?o. La Comisi¨®n a?ade datos nuevos a los que se conocieron en el momento del accidente, pero, sobre todo, establece una hip¨®tesis acerca de c¨®mo se encadenaron los fallos t¨¦cnicos y humanos que se saldaron con la muerte de 154 personas. De acuerdo con el informe de la CIAIAC, los pilotos no configuraron adecuadamente la aeronave ni revisaron suficientemente la posici¨®n de los alerones antes de emprender la segunda tentativa de despegue, despu¨¦s de haber abortado la primera al comprobar una anomal¨ªa en la temperatura de una sonda exterior. Pero las alarmas encargadas de advertirles de este fallo tampoco funcionaron.

Lo que impide considerar la tragedia de Barajas como un simple error de los pilotos es que el defecto en las alarmas de ¨¦ste y otros modelos del fabricante Boeing hab¨ªa sido detectado desde 12 a?os atr¨¢s. Y no s¨®lo eso, sino que se sab¨ªa que ese defecto ha sido determinante en 47 accidentes a¨¦reos desde 1968, en los que han perecido 465 personas. Ni Boeing ni los diversos organismos nacionales e internacionales encargados de la seguridad a¨¦rea han tomado durante todo este tiempo medidas eficaces para poner remedio a un fallo t¨¦cnico identificado y que, como se ha constatado en tr¨¢gicas y reiteradas ocasiones, privaba a los pilotos de una informaci¨®n esencial para prevenir precisamente aquello que no puede evitarse: el error humano.

En el caso de Espa?a se da adem¨¢s la circunstancia de que en 1987 otro Boeing de las mismas caracter¨ªsticas que el accidentado en Barajas estuvo a punto de correr id¨¦ntica suerte en Lanzarote, y por id¨¦nticos motivos, s¨®lo que la tripulaci¨®n consigui¨® remontar el vuelo y evitar la tragedia. El informe que deber¨ªa haber elaborado la CIAIAC sigue pendiente, pese a que el hecho de disponer de un avi¨®n intacto para analizar los sistemas que no funcionaron habr¨ªa facilitado una investigaci¨®n que, por lo dem¨¢s, es preceptiva.

En el informe sobre el accidente de Barajas, la CIAIAC asegura que la investigaci¨®n contin¨²a al objeto de elaborar un dictamen definitivo, en el que, adem¨¢s de las causas del accidente, se eval¨²en otros aspectos como la respuesta ante la emergencia por parte del aeropuerto. El mayor error que podr¨ªa cometerse ante un documento como el que se hizo p¨²blico ayer es olvidar su car¨¢cter provisional para pasar de inmediato al cap¨ªtulo de las responsabilidades. Si las hay, los tribunales llegar¨¢n a depurarlas. Entretanto, sin embargo, las autoridades aeron¨¢uticas nacionales e internacionales disponen ya de informaci¨®n suficiente como para adoptar decisiones dirigidas a corregir las causas t¨¦cnicas que estuvieron detr¨¢s del accidente de Barajas, y de tantos otros.