Manel se va de fiesta mayor

Por un momento, lo lograron. Manel se visti¨® de fiesta mayor, y lo lograron: el ¨²ltimo grupo de moda de la canci¨®n catalana fue el simp¨¢tico del barrio, el que baila y baila hasta que la m¨²sica para. Claro que el espacio y la ocasi¨®n acompa?aron. Los cuatro barceloneses cantaron sus cotidianas narraciones de mujeres extranjeras, amantes y turistas romanos y seducciones primaverales el martes en una plaza de Rovira que se ha vestido de peces, algas y pulpos para celebrar las fiestas de Gr¨¤cia.

No fue, sin embargo, una vuelta a casa. Les han llamado el cuarteto de Gr¨¤cia, pero ninguno es del barrio. Dos de ellos, el cantante Guillem Gisbert y Mart¨ª Maym¨®, que toca el bajo, crecieron, como mucho, en la vecina Vallcarca, y el guitarra Roger Padilla en el Eixample. El bater¨ªa Arnau Vallv¨¦ vive en Sants.

Lo que s¨ª que tuvo su actuaci¨®n es algo de retorno: tocaron en el Festig¨¤bal. Lo monta el cercano local Heliog¨¤bal en simbiosis con los vecinos desde que ¨¦stos, hartos de que nadie les preguntase qu¨¦ actividades deb¨ªa alojar su plaza durante las fiestas, decidieron organizar su propia jarana hace cuatro a?os. No lo hac¨ªan desde 1949, "cuando Juan Mars¨¦ a¨²n era adolescente", relat¨® el presidente de los vecinos, Jordi Mart¨ªn, que subray¨® que la plaza es el escenario del libro del escritor El embrujo de Shangai y de la pel¨ªcula hom¨®nima. Encargaron al Heliog¨¤bal la programaci¨®n de los conciertos. Desde entonces, la sala aprovecha las fiestas para llevar a la plaza a los grupos que m¨¢s ¨¦xito han tenido en el local durante el a?o. Una de las estrellas de 2008-2009 fue Manel.

Llenaron el Heliog¨¤bal tres noches de noviembre, cuando acababan de presentar Els millors professors europeus. Era su primer y, de momento, ¨²nico trabajo, pero el boca a boca ya les hab¨ªa otorgado una cierta popularidad. Su retorno al lugar, el martes, demostr¨® que esta popularidad no ha parado de crecer y Manel es ya, junto a los mallorquines Ant¨°nia Font, con quienes se les compara, uno de los grupos de moda de una hornada de pop catal¨¢n que va camino de repetir el ¨¦xito del rock catal¨¢n de hace dos d¨¦cadas.

El p¨²blico entregado core¨® todos los temas desde el primero en una plaza llena y cuya decoraci¨®n festiva sirvi¨® al grupo para recrear el ambiente de los envelats. Para ello, invitaron al respetable a prender 200 farolillos -se quedaron muy cortos- y a balancearlos al son de la canci¨®n Ai, Dolors.

Con el tema En la que el Bernat se't troba lleg¨® la otra sorpresa: Tubas, trombones, flautas traveseras y oboes irrumpieron en la plaza. Los 30 instrumentos sustituyeron al cuarteto de viento que suele acompa?ar a Manel en esta canci¨®n. Los tocaban amigos convocados esa noche para emular a una banda de fiesta mayor.

Banda, envelat y buena m¨²sica hicieron justicia a los deseos del escritor y vecino Enrique Vila-Matas, que dese¨® que las fiestas en la plaza "nos hagan m¨¢s libres" en la salutaci¨®n que compuso para su actual edici¨®n. El deseo pareci¨® hacerse palpable cuando el p¨²blico core¨® el estribillo de Captatio benevolentiae, un canto al optimismo a pesar de todo: Per un moment, ens en sortim. Manel volver¨¢ a Barcelona por la Merc¨¨.