Mano a mano significa rivalidad
El enfrentamiento entre El Juli y Perera, pendiente del estado del extreme?o tras ser cogido en Ciudad Real
Vencedor y vencido. La raz¨®n de ser de un mano a mano en el coso es aumentar la rivalidad de los toreros. Se llama as¨ª al cartel que presenta a dos matadores para lidiar los seis toros del festejo, tres para cada uno. La historia ha dejado muchos enfrentamientos famosos, desde los de Frascuelo y Lagartijo en el siglo XIX hasta los de Joselito y Belmonte en el XX, pero siempre ha interesado m¨¢s la respuesta de los aficionados ante diferentes conceptos del toreo.
El mano a mano que protagonizaron Morante de la Puebla y El Cid en Sevilla ante los victorinos ten¨ªa el valor a?adido del artista frente al especialista. Ese cartel llam¨® tanto la atenci¨®n que durante la temporada se han sucedido numerosos duelos basados m¨¢s en estrategias comerciales que en retos personales. En San Sebasti¨¢n no se pudo celebrar el que anunciaba a Morante y Castella, mientras que en la recta final del a?o se espera juntar a Jos¨¦ Tom¨¢s con el de La Puebla del R¨ªo.
Si falla Miguel ?ngel Perera, El Juli matar¨¢ los seis toros
Todo lo que ocurra esta tarde debe estar presidido por la rivalidad, si finalmente Miguel ?ngel Perera puede acudir a Vista Alegre. El extreme?o fue cogido ayer en una actuaci¨®n en Ciudad Real. Si finalmente no puede torear, El Juli se encargar¨¢ de los seis astados. El quite de un matador debe ser respondido por el otro; cualquier detalle debe recoger el guante del compa?ero de cartel.
Los toreros antiguos, cuando los transportes eran m¨¢s lentos, actuaban varias tardes seguidas en una misma feria y lo que variaba en los carteles eran las ganader¨ªas. En Bilbao se vivi¨® un mano a mano que refleja de forma clara c¨®mo se retaban los espadas. Fue en 1894, Mazzantini y Guerrita en la plaza. Cuando lleg¨® el tercio final en el quinto, y tras un rotundo ¨¦xito del cordob¨¦s, don Luis Mazzantini, quien se anunciaba as¨ª porque su t¨ªtulo de Bachiller en Artes le permit¨ªa llevar el don delante, se dirigi¨® al joven:
- "Rafael, pr¨¦stame tu muleta, a ver si soy capaz de torear como t¨²".
A lo que Guerrita respondi¨®:
- "?Usted torear como yo? Ni con mi muleta ni aunque se acueste usted con Lagartijo".
Eran representantes de dos formas de torear, la sobriedad del elgoibartarra frente al arrojo y virtuosismo del nuevo Guerra, y tambi¨¦n de entender la vida: la levita y sombrero de copa con que paseaba Mazzantini frente al traje corto del andaluz.
El Juli y Miguel ?ngel Perera no representan conceptos diferentes de la lidia, pero s¨ª son dos gallos que nunca desean recibir menos trofeos que sus compa?eros. Sus apoderados son dos ex matadores que s¨ª destacaron en los a?os ochenta con caracter¨ªsticas bien diferenciadas. Dirige la carrera del madrile?o el poderoso Roberto Dom¨ªnguez, firme muletero y seguro matador. Al pacense le acompa?a el fino Fernando Cepeda, un estilista con las telas y desatinado estoqueador.
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