"Ahora s¨ª que vamos a por todo"
Miguel Escalona, su entrenador, habla del antes y el despu¨¦s de Natalia Rodr¨ªguez, que aspira hoy a la medalla de oro en los 1.500 metros
En su santoral est¨¢n los y las m¨¢s grandes del mediofondo. Idolatra a Hicham el Guerruj, doble campe¨®n ol¨ªmpico en Atenas y a¨²n plusmarquista mundial de la milla (1.609 metros) y el 1.500; admira a Mar¨ªa Mutola y Gabriela Szabo, y siente devoci¨®n por Kelly Holmes, la brit¨¢nica que en Atenas se llev¨® el oro en los 800 y los 1.500. Un peque?o pante¨®n al que Natalia Rodr¨ªguez (Tarragona, 1979) puede a partir de hoy empezar a hablar de t¨² si todo sale como espera.
Si alguien llamara a Natalia la chica seis, nadie podr¨ªa criticarle. Cinco grandes finales -una en Europeos, dos en Mundiales, dos en Juegos Ol¨ªmpicos- ha disputado y en cuatro ha terminado sexta. Hoy disputa su sexta final y, por primera vez en su carrera en la ¨¦lite, diez a?os interrumpidos por tres de baja maternal, habla sin miedo de grandes cosas; por primera vez dice que puede ganar, que cree que va a ganar. "Soy otra mentalmente", dice; "he madurado mucho". Por primera vez cree que puede ser la chica diez.
"Tras su maternidad, ha ganado en serenidad. Ahora afronta cualquier reto"
"Antes no sab¨ªa manejar la situaci¨®n de verse con posibilidades en una carrera"
Lo de la maduraci¨®n mental, lo de la tranquilidad y la inmunidad a la presi¨®n ha sido utilizado por tantos deportistas en v¨ªsperas de las grandes citas que ya suena a lugar com¨²n, a frase que vale para todo y lo esconde todo. "Pero no en el caso de Natalia", dice su entrenador de siempre, Miguel Escalona, serio, sobrio, respetuoso; "la veo, por fin, en su sitio. Y yo tambi¨¦n he madurado. Ha sido un crecimiento paralelo. Ahora ya me veo capacitado para llevarla a lo m¨¢ximo. Ahora s¨ª que vamos a por todo". Y explica por qu¨¦ y c¨®mo.
"Antes no habl¨¢bamos de marcas ni de un puesto en una carrera y ahora lo ha superado", dice Escalona, que se ve cerca del sue?o que alimenta desde hace a?os, de una atleta que empez¨® a maravillar hace ocho, cuando a los 22 se present¨® en los Mundiales de Edmonton, se plant¨® en la final y termin¨® sexta. "Yo notaba cierta tensi¨®n cuando sacaba esos temas; cuando le hablaba de desaf¨ªos, de objetivos. As¨ª que me he limitado a esperar el momento, que es ahora. Ve¨ªa que le faltaba algo para dar el paso. Ning¨²n atleta que quiera dar el paso se niega a un reto".
"Desde que regres¨®, tras el parto, ha dado un salto de cualidad magn¨ªfico", contin¨²a Escalona; "hablan de que si la maternidad cambia la fisiolog¨ªa de la mujer, el equilibrio hormonal... Pero creo que la raz¨®n es m¨¢s simple y general. Ha ganado en serenidad y tiene una concepci¨®n m¨¢s clara de lo que es el atletismo. Antes no se le pod¨ªa hablar de ciertas cosas... Ahora no es lo ¨²nico que tiene en la vida. Antes no sab¨ªa manejar la situaci¨®n de verse con posibilidades en una carrera. Entre sus capacidades y su plasmaci¨®n en la realidad hab¨ªa un abismo. Ahora quiere afrontar cualquier reto. Quiere ir a por lo que sea".
El sexto puesto de Edmonton le vali¨® para colocarse en la ¨¦lite, pero no aument¨® su apetito por mejorar, por responsabilizarse. Empez¨® a acostumbrarse a quedar sexta y no le importaba. "En realidad, las finales le quedaban grandes y adoptaba una actitud conformista. Le val¨ªa con quedar sexta, el puesto que menos implicaci¨®n exige", dice Escalona, tambi¨¦n admirado por el cambio de su atleta; "ahora s¨ª que hay compromiso, implicaci¨®n. Ya comprende y acepta la esencia del atletismo, que es correr y correr m¨¢s que las dem¨¢s".
Las dem¨¢s. En las semifinales cayeron grandes nombres. Atletas peligrosas. La campeona y la subcampeona ol¨ªmpica, la campeona europea en pista cubierta... "S¨ª, grandes nombres fuera, como Alminova, Langat, la ucrania subcampeona ol¨ªmpica, pero quedan las norteamericanas, que est¨¢n por delante en el ranking y suelen correr en equipo. Por lo menos, no son las rusas, que convert¨ªan la final en un mitin, como si corrieran con liebres", dice Escalona; "no me imagino, as¨ª, una final-mitin, sino de muchos nervios, de muchos tirones, el estilo de las et¨ªopes Burka y Jamal, que est¨¢n acostumbradas a eso, pero, de todas formas, a veces no se desenvuelven bien, como se le vio a Jamal en la final de Pek¨ªn".
"De momento, todo est¨¢ saliendo seg¨²n lo previsto, pero sabiendo que hay que tener la cabeza fr¨ªa, que esto es muy importante. Es lo que he estado so?ando mucho tiempo que pod¨ªa hacer", a?ade Escalona, quien recuerda que en la final habr¨¢ otra espa?ola, Nuria Fern¨¢ndez, la extravertida madrile?a, otra que est¨¢ en un momento dulce y que por un camino opuesto al de Natalia, m¨¢s introvertida, puede llegar al mismo destino. "Aunque alguien pueda pensar lo contrario, ahora precisamente s¨ª que podemos mantener la cabeza fr¨ªa. Si nos hubiera pillado hace cinco o seis a?os, no habr¨ªa sabido c¨®mo manejar estas cartas. Estando bien de forma, Natalia puede hacer cualquier cosa a cualquier nivel. El r¨¦cord del mundo
[3m 50,46s, de la incre¨ªble china Qu Yunxia, la reina del ej¨¦rcito de Ma, en 1993] a¨²n no se lo ha planteado, pero, en el momento en que se le pase por la cabeza, ?por qu¨¦ no? No le falta nada de lo que tengan las dem¨¢s. Si una mujer lo ha batido, otra mujer puede mejorarlo".
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