Canciones de las mujeres bravas
Cristina del Valle y Carmen Par¨ªs ofrecen un recital lleno de coraje en defensa de la feminidad
Todas las palabras importantes de ayer para Carmen Par¨ªs terminaban en "illas". Minutos antes de actuar junto Cristina del Valle en los Jardines de Sabatini, en el final de los Veranos de la Villa, la cantante aragonesa s¨®lo hablaba de morcillas. S¨ª, ese potente alimento de la tierra que si se engulle por la noche, despu¨¦s de dos bocadillos de panceta y unos choricitos, como hizo la aragonesa, augura una digesti¨®n de lo m¨¢s tormentosa.
"He pasado una noche fatal, como si tuviera bombas en el est¨®mago. Es que toqu¨¦ en Murcia, y all¨ª las morcillas est¨¢n buen¨ªsimas", comenta entre risotadas. La misma terminaci¨®n tiene lentillas. Los ojos de Carmen llevan unas desechables desde hace m¨¢s de 24 horas. Otro asunto contraindicado. "No tengo de repuesto. Y no voy a salir a actuar con las gafas...", explica dicharachera.
Fue un concierto agradable, reivindicativo e inspirado
A su lado, Cristina del Valle no para de comer chocolate: "Es un truco. Con el estr¨¦s y los nervios desciende el nivel de az¨²car, que estimula la memoria. As¨ª que como chocolate, para que no se me olviden las letras". Carmen Par¨ªs apunta, con una sonrisa picarona: "Yo tomo chocolate para estimular otras cosas...".
No pueden ser m¨¢s distintas las dos cantantes. Cristina es menuda, morena y s¨®lo bebe agua. Carmen es larguirucha, de piel blanquecina y se aprieta un chupito de ron antes de actuar. Pero anoche estas amigas hicieron equipo para ofrecer un concierto donde se expusieron sus inquietudes, esas que cuentan que la m¨²sica es mestiza y que queda mucho por hacer en la defensa de las mujeres que sufren la violencia y de los pueblos oprimidos.
En el camerino, minutos antes de salir, recordaban su primer encuentro. Fue en la casa madrile?a de Cristina del Valle, cerca del Pirul¨ª. Carmen: "Ven¨ªa de una discusi¨®n familiar navide?a por temas pol¨ªticos y me encuentro en casa de Cristina, con otras 50 personas con un objetivo que buscaba yo desde hac¨ªa mucho tiempo: practicar activismo social por medio de la m¨²sica". La reuni¨®n comenz¨® a las ocho de la tarde y acab¨® a las siete de la ma?ana, entre canciones y risas.
Eso fue en 2004 y culmin¨® en el concierto conjunto de anoche. Primero sali¨® Carmen Par¨ªs, que sola al piano interpret¨® canciones de su ¨²ltimo disco, InCubando.
Espont¨¢nea y gracios¨ªsima en las presentaciones de los temas, demostr¨® cosas extra?¨ªsimas, como la relaci¨®n entre el bolero y la f¨ªsica cu¨¢ntica o el componente c¨®mico del tao¨ªsmo. A¨²n sentada a las teclas, la fuerza que tiene esta mujer lleg¨® de pleno al patio de butacas, que aplaudi¨® a rabiar su acertada hermandad entre el chotis, la ranchera, la jota y la guajira.
A la hora de concierto present¨® a Cristina del Valle e hicieron juntas, dedicadas al pueblo palestino, unas emocionad¨ªsimas Rompiendo la ola y La mora jud¨ªa. Y cantaron aquello, que encajaba perfectamente con la noche, de: "Aqu¨ª est¨¢n los corazones de las hembras aguerridas".
Carmen se retir¨® y ya qued¨® ante el p¨²blico Del Valle, que expuso temas de su nuevo disco Tiempos rotos. Fue un concierto agradable, reivindicativo e inspirado, protagonizado por dos mujeres bravas. Ol¨¦ por ellas.
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