"Obama quiere el aborto libre"
La campa?a contra la reforma sanitaria propaga insultos y falsedades - Partidarios del presidente creen que detr¨¢s de las protestas hay odio racial
"?Asesinos de ni?os!". "?Van a matar a los ancianos!". "?Con todo el dinero que va a costar esa reforma van a pagarle el seguro m¨¦dico a todos los musulmanes!". En un nuevo mitin sobre sanidad celebrado el martes por la noche en Reston, una localidad a 35 kil¨®metros de Washington, los oponentes de la reforma propuesta por Barack Obama volvieron a enarbolar sus banderas de odio.
A los participantes, el representante Jim Moran y el ex presidente del Partido Dem¨®crata Howard Dean, les recibi¨® una turba de manifestantes cargados con todo el arsenal de cr¨ªticas, dudas y mentiras que se ha creado alrededor del enfrentamiento a la reforma.
Carteles de Barack Obama con un bigote al estilo de Adolf Hitler. Una tambi¨¦n famosa foto del presidente, pintado como el Joker de la ¨²ltima entrega de la saga de Batman, sobre la palabra "socialismo". Lemas como "Obama miente, mi abuela muere". Dean y Moran respondieron a las preguntas a duras penas, en un mitin permanentemente entrecortado por los enf¨¢ticos gritos de un grupo que no supon¨ªa una mayor¨ªa del auditorio, pero que se hac¨ªa o¨ªr muy bien.
"No matar¨¦is a ni?os con mis impuestos", gritaban los manifestantes
La mayor parte de las mentiras se difunde desde un programa de radio
En una ocasi¨®n se tuvo que detener el acto, porque un asistente grit¨®, en repetidas ocasiones: "No matar¨¦is a ni?os con mis impuestos". La polic¨ªa le llev¨® fuera del gimnasio donde se celebraba el acto. All¨ª, en la calle, era donde en realidad se estaba forjando un episodio m¨¢s del acalorado debate que a Obama le ha pillado tan de sorpresa.
Una manifestante que se identific¨® como Mayra, sin apellidos, de 65 a?os, no pod¨ªa escapar de sus propias contradicciones. Los 65 son la edad en la que muchos estadounidenses comienzan a beneficiarse de un seguro m¨¦dico p¨²blico llamado Medicare. Ella lo recibe. ?Por qu¨¦ denegarle una opci¨®n similar a las personas que no pueden comprar su p¨®liza? "Porque yo he pagado mis impuestos. Adem¨¢s, muchos no tienen seguro porque no quieren, est¨¢n sanos". ?Y los que est¨¢n enfermos y son pobres? "En este pa¨ªs a nadie se le niega seguro m¨¦dico. Si alguien va a urgencias, siempre se le atender¨¢".
Mayra tiene raz¨®n, hasta cierto punto. Seg¨²n una ley federal de 1986, "aquellos individuos que necesiten atenci¨®n m¨¦dica urgente deber¨¢n recibir los chequeos m¨¦dicos necesarios para determinar si en realidad existe una condici¨®n de urgencia". Ah¨ª surgi¨® lo que los expertos llaman "sanidad de urgencias", una red de enfermos que s¨®lo acude a las urgencias de los hospitales y cada a?o deja 60.000 millones de d¨®lares (42.000 millones de euros) en facturas impagadas. Los hospitales las compensan subiendo el precio de otros servicios.
A Mayra, por tanto, le perjudica indirectamente que los ciudadanos sin seguro no tengan medicina preventiva, aunque ella insista en oponerse a que estos ciudadanos dispongan de atenci¨®n preventiva.
"Y no s¨®lo eso", explica una manifestante a favor de Obama, Jean Thompson, de 50 a?os, y due?a de un peque?o negocio. "Esa gente, si sufre una enfermedad grave, como c¨¢ncer, ir¨¢ al hospital, le atender¨¢n esa noche y luego le mandar¨¢n a casa, porque no est¨¢ a punto de morir. Eso no es sanidad. Es una locura".
Jean invierte 808 euros mensuales en su seguro m¨¦dico y el de su hijo peque?o. Son 70 euros menos de lo que cuesta su hipoteca. "No se dan cuenta de que con un sistema universal, pagado por el Estado, todos estar¨ªamos cubiertos por mucho menos dinero", dice.
En EE UU hay casi 50 millones de personas sin seguro m¨¦dico, en uno de los pa¨ªses donde m¨¢s se gasta en sanidad: 5.000 euros anuales por persona, la mitad de ellos pagados por el Estado, seg¨²n la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE).
Pero claro, poco valen los argumentos de gente como Jean frente a los tres jinetes del Apocalipsis de la reforma de Obama: los comit¨¦s de la muerte, el aborto libre y el odio a los discapacitados. "Mi madre tiene 92 a?os, y sufre demencia", explica Barbara Bowie Whitman, de 68 a?os. "Este verano ha sufrido una neumon¨ªa. Si fuera por Obama estar¨ªa muerta. ?l quiere instaurar comit¨¦s que asesorar¨¢n a esa gente sobre la eutanasia. Y claro, con una mujer con demencia, ?c¨®mo va a valorar bien las opciones que se le ofrecen?".
Susan Ross, de 65 a?os, irrumpe en la conversaci¨®n, iracunda. "Y adem¨¢s Obama implantar¨¢ una red de m¨¦dicos que practicar¨¢n abortos en hospitales p¨²blicos. Aborto para todos. Y luego est¨¢ lo de los discapacitados. Obama quiere racionar la atenci¨®n m¨¦dica de los discapacitados. Obama cree que los discapacitados son prescindibles".
Todos estos argumentos son mitos. Al preguntarle a la se?ora Ross si ha le¨ªdo las propuestas legislativas del Congreso, si ha visto en negro sobre blanco esas ideas tan descabelladas, s¨®lo responde: "Lo he o¨ªdo en los medios". Medios como el programa de radio de Rush Limbaugh, l¨ªder de facto de la oposici¨®n a la reforma de Obama, que ha difundido la mentira de los comit¨¦s de la muerte y otras falsedades similares. Medios dirigidos por los que han sido oponentes de Obama desde el primer d¨ªa.
"Que nadie se equivoque. Esta gente, con carteles de Hitler, no viene aqu¨ª a protestar sobre sanidad", explica Jos¨¦ Ra¨ªz, de 49 a?os y a favor de la reforma de Obama. "Eso es un odio que mucha gente se ha guardado desde las elecciones de noviembre. Esa gente no acepta el ascenso de las minor¨ªas. Est¨¢ inc¨®moda con el mandato del presidente, y ha convertido esto en su caballo de batalla. Se resisten sin ver que el cambio que se avecina es imbatible".
Dean, una voz influyente en el debate
- El ex candidato a la presidencia Howard Dean est¨¢ siendo uno de los principales apoyos de Barack Obama en su intento de reforma de la Sanidad.
- Su opini¨®n cuenta entre los dem¨®cratas, pues es m¨¦dico de profesi¨®n y en su ¨¦poca de gobernador del Estado de Vermont, en los noventa, consigui¨® instaurar la sanidad universal en su Estado para ni?os y mujeres embarazadas.
- En diversos m¨ªtines recientes ha sido un defensor de un seguro m¨¦dico pagado por el Estado para cubrir a los 50 millones de personas que no tienen cobertura sanitaria.
- No le importa enfrentarse a grupos que le gritan y le insultan. "Asesino de ni?os", le gritaron el martes en Reston, en Virginia. No se inmut¨®. Sonri¨® y defendi¨® sus argumentos: "?ste es un debate sobre el cambio. Y una cosa que yo, como m¨¦dico, os puedo contar es que nunca lograremos verdaderos avances si dejamos que el miedo al cambio supere el dolor de quedarnos como estamos".
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