Dimensi¨®n social y ¨¦tica

Ha muerto don Joaqu¨ªn. ?sa ser¨¢ la frase que la mayor¨ªa de los trabajadores de la antigua Perkins Hispania habr¨¢n utilizado si les ha llegado la noticia. Y lo har¨¢n de la manera especialmente cari?osa, casi familiar, con que a lo largo del tiempo se ha recordado al que hasta los primeros a?os 60 fue presidente del consejo de administraci¨®n de la empresa, una de las cunas originarias de Comisiones Obreras. Le entregamos en un acto sencillo un conjunto de pliegos con las firmas de la pr¨¢ctica totalidad de la plantilla, por entonces cercana al millar de personas. Lo hicimos como reconocimiento al casi ins¨®lito hecho de que, siendo presidente del consejo de administraci¨®n, testificara a nuestro favor ante Magistratura de Trabajo, como consecuencia de la decisi¨®n del director de la compa?¨ªa de eliminar un derecho adquirido. Este, si se quiere, peque?o detalle de su extensa y relevante biograf¨ªa creo que sirve para medir la dimensi¨®n ¨¦tica y social de don Joaqu¨ªn, pues era consciente que le supon¨ªa perder la presidencia de aquel consejo.

Inmediatamente despu¨¦s empez¨® su promoci¨®n de Cuadernos para el Di¨¢logo. Nos pidi¨® que colabor¨¢ramos en la revista. Lo hicimos. Personalmente y durante bastante tiempo form¨¦ parte de su consejo editorial. All¨ª conoc¨ª al amplio espectro de dem¨®cratas antifranquistas que nos reun¨ªamos para debatir sobre la revista, sus contenidos y su contexto. All¨ª se reflejaba fielmente el prop¨®sito de don Joaqu¨ªn de reunir, sin ¨¢nimos conspiratorios, a cuantos desde la izquierda, el centro y la derecha aspir¨¢bamos a que, de forma pac¨ªfica, se superara el r¨¦gimen de dictadura que viv¨ªamos.

El movimiento de las Comisiones Obreras tuvo un especial impulso a partir de los a?os 60. Y sufri¨®, l¨®gicamente, una represi¨®n que fue de menos a m¨¢s. Entre las iniciativas que tom¨¢bamos estaba acudir a los despachos de abogados no s¨®lo laboralistas, pues los problemas eran de variada ¨ªndole. De nuevo a don Joaqu¨ªn ¨ªbamos a pedirle ayuda, que a menudo la materializaba poni¨¦ndonos en contacto con otros abogados. De ese modo contactamos con Gregorio Peces-Barba, Manuel Villar Arregui, Jaime Cortezo, ?lvarez Miranda, Leopoldo Torres y varios m¨¢s. Nos defendi¨® a muchos de nosotros ante el Tribunal de Orden P¨²blico. A m¨ª en dos de los varios juicios a que fui sometido. Y recuerdo las muchas visitas que hizo a Carabanchel para ver a sus defendidos.

Pienso que, pese a alguno de sus nombramientos como, por ejemplo, el de Defensor del Pueblo, la democracia espa?ola no ha reconocido suficientemente lo mucho que Ruiz-Gim¨¦nez aport¨® a la conquista de las libertades en Espa?a.

Hasta siempre, don Joaqu¨ªn.

Juli¨¢n Ariza Rico es miembro del grupo fundador del sindicato Comisiones Obreras.