Suram¨¦rica refuerza sus arsenales
El presupuesto militar en la regi¨®n casi se ha duplicado entre 2003 y 2008 - La bonanza econ¨®mica de los ¨²ltimos a?os alienta la carrera armamentista
El acuerdo entre Colombia y Estados Unidos para el uso de siete bases militares colombianas dispar¨® los nervios de muchos mandatarios suramericanos que hoy se ver¨¢n las caras en la cumbre de Unasur, en Bariloche (Argentina). El presidente de Venezuela, Hugo Ch¨¢vez, vislumbr¨® "vientos de guerra" en la operaci¨®n. Sin embargo, es un movimiento m¨¢s en el tablero militar de la regi¨®n. Mientras Bogot¨¢ y Washington ultimaban el acuerdo, Venezuela segu¨ªa apilando sus pedidos a Rusia, el Ej¨¦rcito ecuatoriano adquir¨ªa material en Pek¨ªn... Y Brasil confirmaba que pondr¨¢ en marcha nuevas t¨¢cticas militares para, dicen, preservar el Amazonas.
Un lustro de bonanza econ¨®mica ha propiciado que los presupuestos para defensa se disparasen. Dos informes de prestigiosos centros internacionales disipan cualquier duda. El Instituto Internacional de Estudios Estrat¨¦gicos (IISS, en sus siglas en ingl¨¦s) se?al¨® que el gasto militar de Am¨¦rica Latina y el Caribe aument¨® un 91% entre 2003 y 2008, pasando de 24.700 millones de d¨®lares (17.300 millones de euros) a 47.200 millones. Recientemente, el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI) indic¨® que el dinero destinado a armamento el a?o pasado s¨®lo en Suram¨¦rica fue de 48.000 millones de d¨®lares, un 6% m¨¢s que en 2007, un aumento del 50% en la ¨²ltima d¨¦cada.
Venezuela fabricar¨¢ fusiles rusos y Brasil tendr¨¢ los primeros submarinos at¨®micos
Tomando las cifras totales, es comprensible que las alarmas salten. El porcentaje en relaci¨®n al producto interior bruto (PIB) de los pa¨ªses, sin embargo, no es excesivo. Los analistas advierten de la informalidad de las econom¨ªas latinoamericanas a la hora de hacer c¨¢lculos. La duda est¨¢ servida: ?Existe una carrera armamentista? "En cierta medida la hab¨ªa hasta finales del a?o pasado. La crisis lo ha enfriado todo y ha ajustado las compras", explica Diego Fleitas, director de la Asociaci¨®n de Pol¨ªticas P¨²blicas argentina, quien puntualiza que una compra de armas no genera una carrera armamentista, una opini¨®n que comparte Armen Kouyoumdjian, analista de defensa radicado en Chile. "El grueso de los presupuestos de defensa, en la gran mayor¨ªa de pa¨ªses, est¨¢ destinado a sueldos, comida, pensiones... y si queda algo, para equipamiento, aunque no siempre b¨¦lico".
Nadie duda de que la renovaci¨®n es necesaria. Algunos ej¨¦rcitos hab¨ªan dejado deteriorarse su material hasta tal punto que se ca¨ªa a pedazos. Pero, si s¨®lo M¨¦xico y Colombia libran una guerra interna contra el narcotr¨¢fico y la guerrilla, ?c¨®mo se justifica que Chile tenga cientos de tanques Leopard 2, los m¨¢s poderosos del sur del continente? ?O que Venezuela haya adquirido material enormemente sofisticado?
Las tensiones regionales subyacen tras esa renovaci¨®n del material b¨¦lico. Cada vez que un pa¨ªs se arma, el vecino anuncia nuevas adquisiciones.
El principal foco de tensi¨®n abarca una delgada l¨ªnea de miles de kil¨®metros, la que separa Venezuela de Colombia. Caracas ha adquirido mayor cantidad de armamento y m¨¢s sofisticado; Bogot¨¢, el segundo Ej¨¦rcito tras Brasil, ha incrementado su gasto militar en un 142% en los ¨²ltimos 10 a?os. El presupuesto colombiano de defensa el pasado a?o fue de 5.500 millones de d¨®lares, un 13,5% mayor que en 2007.
Frente a los obuses m¨¢s potentes de la regi¨®n, en poder del Gobierno de ?lvaro Uribe, el Ej¨¦rcito de Hugo Ch¨¢vez no ha hecho m¨¢s que comprar armamento. Una de las adquisiciones que m¨¢s pol¨¦mica caus¨® fue la de 100.000 fusiles AK-103, cuyo calibre es compatible con los que utilizan las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Las compras a Rusia, Bielorrusia, China y Espa?a han sobrepasado en apenas tres a?os los 4.600 millones de euros, una cifra que ma?ana puede quedarse corta, ya que los anuncios de nuevas adquisiciones son constantes, siempre con Rusia como principal suministrador. Los analistas no s¨®lo dudan que vayan a concretarse; tambi¨¦n cuestionan la utilidad que Venezuela pueda dar a, por ejemplo, 24 aviones caza Sukhoi Su-30MKV. "Es una opci¨®n muy arriesgada. Las adquisiciones van a ser tan caras de mantener que, dentro de poco, tendr¨¢ unas fuerzas armadas irrelevantes", opina el brasile?o Salvador Raza, experto en temas de seguridad.
Al margen de cualquier foco de tensi¨®n est¨¢ Brasil. El Ej¨¦rcito m¨¢s poderoso de Am¨¦rica Latina es tambi¨¦n quien m¨¢s invierte. El a?o pasado desembols¨® 15.500 millones de d¨®lares, un 5% m¨¢s que en 2007, seg¨²n datos del SIPRI. Tomando s¨®lo los a?os de mandato del presidente, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, el incremento del gasto militar fue del 50%.
Seg¨²n el centro de Estocolmo, los motivos que llevan a los brasile?os a mejorar e incrementar su arsenal no tienen que ver con fines b¨¦licos. Una mejora del sistema de control a¨¦reo, preservar el Amazonas y fomentar los recursos para la extracci¨®n de petr¨®leo son los tres principales factores que apuntan. Este ¨²ltimo motivo propici¨® que, con el apoyo de Francia, Brasilia vaya a construir un submarino nuclear, que estar¨¢ listo dentro de 20 a?os. Mientras, sigue firme en su camino de consolidarse como potencia mundial. Y como argumenta Fleitas: "Para ser potencia hay que tener con qu¨¦ demostrarlo".
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