Siete cr¨ªmenes y muchos fieles
Cuatro clanes callejeros se enfrentan en la regi¨®n
Cada vez pasan m¨¢s desapercibidos y resulta m¨¢s dif¨ªcil el identificarlos. Son los j¨®venes que integran las bandas latinas violentas. Unos 1.000 adolescentes forman parte de estos grupos que han protagonizado sonoros enfrentamientos en la regi¨®n y que se han cobrado al menos las vidas de siete personas. Eso desde 2005, que fue el a?o en el que irrumpieron con especial agresividad y furia. Las expulsiones de algunos integrantes, en especial de los jefes, y un f¨¦rreo control policial en las zonas que frecuentaban logr¨® frenar la escalada homicida en 2005 y 2006.
La estructura es muy similar en los grupos violentos. Uno o m¨¢s jefes controlan una estructura piramidal. Para ascender es necesario demostrar arrojo, valent¨ªa y mucha violencia. Tienen que pagar una cuota a los reyes, que la mayor¨ªa de los j¨®venes consigue con robos y atracos en los parques.
Los m¨¢s violentos han sido en los ¨²ltimos a?os los Latin King y los ?etas, pero ¨¦stos han bajado su n¨²mero de seguidores. Las detenciones de la polic¨ªa y el hecho de que muchos hayan crecido y formado una familia han motivado esta reducci¨®n. "Est¨¢n muy dispersos por toda la ciudad y es muy dif¨ªcil detectarlos. Adem¨¢s, ya no van vestidos ni con las prendas ni con las gorras como antes, lo que permit¨ªa identificarlos", destacan fuentes policiales. "En los ¨²ltimos meses, no hemos tenido ning¨²n caso de estos dos grupos", a?adieron.
El relevo parecen haberlo tomado otros dos grupos. Los Dominican Don?t Play (DDP) y los Trinitarios est¨¢n formados por dominicanos que han emigrado a Espa?a o incluso que ya han nacido aqu¨ª. Son m¨¢s numerosos los primeros, que se mueven por los distritos de Tetu¨¢n, Ciudad Lineal, Latina y en Torrej¨®n de Ardoz. Suman como mucho unos 500 integrantes, seg¨²n fuentes policiales.
Sus compatriotas, los Trinitarios, tienen una relaci¨®n de amor-odio con los DDP. Pasan temporadas en las que van juntos a muchos actos, mientras en otras no se toleran y provocan importantes altercados. No superan los 150 j¨®venes, pero se caracterizan por su gran violencia. Se mueven por Cuatro Caminos, Legazpi y Aluche. "Ambos grupos son mucho m¨¢s an¨¢rquicos y no tiene tanta literatura ni de forma de comportamientos como los Latin King y los ?etas", a?aden fuentes policiales.
Cada vez llevan menos los anillos con los tres colores de su bandera. Eso s¨ª, suelen llevar prendas verdes con alguna frecuencia, al igual que pantalones anchos y zapatillas deportivas. Siempre buscan pasar inadvertidos, salvo cuando salen a pelear con sus oponentes.
Las bandas latinas han causado desde 2005 siete homicidios, incluido el de Isaac Dant¨¦s V. L., de 17 a?os, ocurrido ayer. El primero se registr¨® en la plaza de Pe?uelas (Arganzuela) la madrugada del 30 de abril de 2005, cuando un ecuatoriano de 29 a?os perdi¨® la vida tras ser apu?alado en el pecho. A partir de ah¨ª, hubo un goteo incesante de cr¨ªmenes en los que siempre estaban envueltos hombres que rondaban los 17 y los 20 a?os. El pen¨²ltimo ocurrido en Azca se produjo el 5 de febrero de 2006, cuando muri¨® el ecuatoriano e integrante de la banda AB King Ram¨®n Emilio Le¨®n Luz¨®n, de 25 a?os.
La f¨®rmula que utiliz¨® la polic¨ªa para acabar con esta sangr¨ªa de j¨®venes fueron dos: una, acusarles de asociaci¨®n il¨ªcita. Otra, expulsarles a sus pa¨ªses de origen, con el visto de la Delegaci¨®n del Gobierno. Eso, unido a la presi¨®n en las identificaciones, frenaron la escalada criminal de estas bandas, que se caracterizaban por apropiarse de una zona o de un parque y de impedir el uso por los rivales.
Pero, ?c¨®mo son los integrantes de estas bandas? El perfil de los j¨®venes corresponde a j¨®venes con escasa formaci¨®n cultural e intelectual que se traduce en un elevado fracaso escolar. Pertenecen a familias desestructuradas en las que los padres suelen trabajar durante muchas horas fuera de casa. La figura paterna a veces no existe, porque puede haberse quedado en el pa¨ªs de origen.
La ausencia de los padres se traduce en muchas horas de tiempo libre que pasa con compatriotas en parques y zonas libres. La falta de control social tambi¨¦n influye en que no vayan al colegio o no aprendan un oficio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.