Todo cabe en Madrid
Los dibujos de Norman son esenciales para aproximarse a c¨®mo funciona su proceso creativo, su arquitectura, su forma de entender el espacio, las formas, la luz. Norman dibuja para expresarse, para hablar, para pensar. La idea de esta exposici¨®n, que durar¨¢ unas tres semanas (a caballo entre la clausura de Ways Beyond Art, de Ai Weiwei, y la inauguraci¨®n de Frecuency, de la artista israel¨ª Michal Rovner el 6 de octubre), y los debates paralelos organizados por Luis Fern¨¢ndez-Galiano del 14 al 18 de septiembre surgieron de forma espont¨¢nea, fuera del programa de Ivorypress para 2009, charlando una noche Norman y yo con Fern¨¢ndez-Galiano, hace unos meses, tras la conferencia que Norman dio en la Escuela de Arquitectura de la Complutense.
Ojal¨¢ esta exposici¨®n y los debates se conviertan en un ritual de reflexi¨®n anual en septiembre para estudiantes de arquitectura y otras disciplinas art¨ªsticas. Si inspira a futuros arquitectos y artistas a colaborar en proyectos inteligentemente sostenibles, habremos cumplido con nuestro objetivo. Para el equipo de Ivorypress, para m¨ª, no existen compartimentos estancos, divisiones entre las diferentes expresiones art¨ªsticas; todas est¨¢n entremezcladas, conviviendo con menor o mayor peso, dependiendo del proyecto y de su autor, del artista, del arquitecto. Y en el caso de Norman, en un gran n¨²mero de proyectos ha colaborado y colabora estrechamente y desde siempre con artistas visuales; la lista es enorme, desde Richard Long hasta Anthony Caro, desde Brigitte Riley hasta Sol LeWitt, Richard Serra, Gerhard Richter o Jenny Holzer, Sigmar Polke, Cai Guo Qiang, Martin Meyer? Y la nueva generaci¨®n de arquitectos en su estudio de Foster+Partners lo est¨¢ haciendo con artistas emergentes, j¨®venes de esta generaci¨®n que Norman a¨²pa e integra en proyectos como lo hizo en su d¨ªa con los que hoy ya est¨¢n consagrados.
Norman y yo somos compa?eros de viaje, y como tales compartimos lo que hacemos, y nos influimos mutuamente. Madrid es una ciudad como pocas, evoluciona y cambia, pero ha sabido mantenerse intacta en su esp¨ªritu abierto y hospitalario, en ser divertida, provinciana y cosmopolita a un tiempo. En Madrid cabe todo y se ama todo; realmente uno siente que vuelve a casa despu¨¦s de haber dado la vuelta al mundo, y que el bar o la placita o la tienda de la esquina est¨¢n ah¨ª, esper¨¢ndote. Creo que es ese esp¨ªritu lo que a Norman le ha fascinado, y por eso le encanta estar cada vez m¨¢s en Madrid. Y adem¨¢s porque, aunque nac¨ª en Ourense y viv¨ª tiempo en A Coru?a, Madrid ha sido mi ciudad durante muchos a?os, y queremos que tambi¨¦n lo sea para nuestros hijos.
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