"Quita las fotos o 'chapamos' el local"
La campa?a institucional para eliminar las fotos de presos etarras de las 'txosnas' lleva a los radicales a quitarlas de d¨ªa y a extremar la precauci¨®n ante los extra?os
Aritz tiene 28 a?os, es m¨²sico de vocaci¨®n -aunque se gana la vida con lo que puede- y poco aficionado a la "aburrida" pol¨ªtica. Le repugna la violencia -"todas las violencias", precisa- y no tiene ninguna simpat¨ªa por la izquierda abertzale que respalda a ETA. Sin embargo, durante la pasada Semana Grande de Bilbao ah¨ª estaba, tranquilamente, con un kalimotxo en la mano en una txosna (caseta festiva) proetarra en las fiestas vizca¨ªnas por excelencia.
En la trasera del Teatro Arriaga, punto neur¨¢lgico donde convergen los recintos festivos radicales, las calles aleda?as est¨¢n llenas de gente que no quiere esperar la cola de los urinarios p¨²blicos, haciendo lo que el cuerpo les pide en cualquier sitio. El suelo est¨¢ ya lo bastante pegajoso como para o¨ªr las suelas despegarse con cada paso.
Interior quiere que sea un requisito m¨¢s, como la higiene, no tener fotos de ETA
"No te f¨ªes, est¨¢n entre nosotros', advierten en una 'herriko taberna"
Como muchos de los presentes esa noche, Aritz no tiene nada que ver con los extremistas. Pero considera normal tomarse un pote rodeado de fotos en las que los presos de la banda terrorista son tratados c¨®mo h¨¦roes. "A partir de las tres de la ma?ana, la verdad es que no me paro a pensar demasiado ad¨®nde voy", responde. Sin embargo, no se imagina haciendo lo mismo en una caseta de feria pintada con s¨ªmbolos nazis o racistas.
?l es una de las personas a las que probablemente se dirig¨ªa el consejero Rodolfo Ares el pasado lunes cuando pidi¨® a la ciudadan¨ªa que boicotease las txosnas pro ETA y las herriko tabernas donde todav¨ªa se mantienen en la barra urnas recaudando fondos para organizaciones como la ilegalizada Segi. Aritz no tiene opini¨®n sobre si ser¨ªa conveniente un boicoteo a estos locales como ha solicitado el consejero vasco de Interior. ?l vive la retirada de iconos de ETA con indiferencia, de la misma forma que antes los toleraba.
"Menos porra y m¨¢s boli" es la idea general del acuerdo entre el Departamento vasco de Interior y la Asociaci¨®n de Municipios Vascos, Eudel, presidida por un alcalde del PNV y con mayor¨ªa nacionalista, en la que ambas partes cerraron un "compromiso permanente" para limpiar las calles de s¨ªmbolos de ETA.
Interior lo tiene claro: "Queremos que el no exhibir estos s¨ªmbolos sea un requisito m¨¢s para los espect¨¢culos y txosnas en los espacios p¨²blicos. As¨ª como ahora tienen que cumplir condiciones de higiene y seguridad, tambi¨¦n se exigir¨¢ el cumplimiento de la Ley [de Reconocimiento de V¨ªctimas del Terrorismo, aprobada en junio de 2008 en el Parlamento vasco]. ?Que no quieren quitar las fotos? Muy bien: se les corta la luz, se les chapa [cierra] el local y se les retira la concesi¨®n. Esto va en serio".
Tras bajarse hasta cero el umbral de tolerancia, los radicales han respondido con astucias que recuerdan a las que Batasuna us¨® tras su ilegalizaci¨®n en 2003. Una txosna, de apariencia inocua de d¨ªa, muta en un altar para los presos de ETA de noche, cuando determinados camareros se encargan del turno de bebidas. Cuando los poderes p¨²blicos se acercan a verificarlo, el recinto festivo ya ha cambiado las fotos de etarras por banderas con el Che Guevara. Los grupos de trabajo conjuntos Eudel-Interior analizan qu¨¦ hace falta para hacer frente a situaciones concretas como ¨¦sta para dejarse "enga?ar lo menos posible".
El frente judicial parece ir en el mismo sentido. El pasado 18 de agosto, la Audiencia Nacional hizo que los propietarios los bares Zurgai y Ezpala, ambos en Pamplona, retiraran "voluntaria y conscientemente" una quincena de fotograf¨ªas de etarras presos tras ser amenazados con el cierre de sus locales. Adem¨¢s, mantuvo las imputaciones por delito de enaltecimiento del terrorismo contra sus propietarios, castigado con entre uno y dos a?os de prisi¨®n. El efecto disuasorio que supondr¨¢ que ¨¦stas se vayan convirtiendo en condenas judiciales ir¨¢ a su vez cerrando el c¨ªrculo.
Y, por ello, algunas herrikos tambi¨¦n est¨¢n extremando las precauciones. "No te f¨ªes, est¨¢n entre nosotros", reza en euskera un cartel puesto sobre la barra del Marruma, en San Sebasti¨¢n, avisando a los asiduos que mantengan los ojos abiertos ante la presencia de extra?os.
Queda por ver cu¨¢l ser¨¢ la reacci¨®n a los nuevos tiempos de algunos j¨®venes alternativos y de izquierda en Euskadi, pero tambi¨¦n en el resto de Espa?a, donde persiste a¨²n cierta fascinaci¨®n minoritaria con el mundo de la izquierda abertzale. En Barcelona, por ejemplo, han aparecido esta semana pancantas de apoyo a detenidos por colaborar con ETA. "Es curioso que algunos internacionalistas vean con buenos ojos el etnicismo ¨¦ste", resalta un joven madrile?o implicado durante a?os en el movimiento okupa. Una fascinaci¨®n, a?ade, que parece m¨¢s est¨¦tica que ¨¦tica.
![Un hombre pasa delante de un cartel con fotos de presos etarras en Bilbao.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/BRSKBXJO5EKFNFYKCIKBPAG5WY.jpg?auth=7a76c4e2234c29a824ffea3245b3a41777000a61618c77d6003d074fd4dfa218&width=414)
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