La oposici¨®n arrasa en Jap¨®n
El PDJ consigue la mayor¨ªa absoluta con un mensaje de cambio y pone fin a la era liberal - El primer ministro, Taro Aso, reconoce su "responsabilidad en la derrota"
Un nuevo Jap¨®n amanec¨ªa esta madrugada conforme se conoc¨ªan los resultados de las elecciones de ayer. La oposici¨®n ha logrado una gran victoria. El Partido Dem¨®crata de Jap¨®n (PDJ), que lidera Yukio Hatoyama, puso fin a 54 a?os casi ininterrumpidos de liderazgo del Partido Liberal Democr¨¢tico (PLD). Los japoneses se pronunciaron por el cambio y propinaron una estrepitosa derrota al Gobierno. Varias de las grandes dinast¨ªas pol¨ªticas que han gobernado el pa¨ªs como si fuera un feudo familiar han perdido sus esca?os.
El PDJ obten¨ªa, seg¨²n sondeos de medios de comunicaci¨®n -que se consideran muy fiables-, una aplastante mayor¨ªa de 308 esca?os sobre un total de 480 de la C¨¢mara baja. "Es la victoria del pueblo", declar¨® Hatoyama, de 62 a?os, primer ministro electo. En la campa?a prometi¨® m¨¢s ayudas para favorecer la natalidad, m¨¢s becas universitarias y mejorar las pensiones. "Jap¨®n necesita un cambio, no se puede esperar", afirmaba una votante del PDJ en un colegio de Tokio. Pero el primer ministro tiene que afrontar retos como la billonaria deuda p¨²blica que arrastra la segunda econom¨ªa del mundo.
El partido ganador promete ayudas para fomentar la natalidad
El Partido Dem¨®crata de Jap¨®n (PDJ) ha entrado por la puerta grande en el Gobierno de la segunda econom¨ªa del mundo. Tiene apenas 11 a?os de existencia y est¨¢ formado principalmente por renegados del Partido Liberal Democr¨¢tico (PLD) y peque?os grupos de distintas tendencias pol¨ªticas, desde socialistas a ecologistas, pasando por la derecha. Los sondeos de los medios de comunicaci¨®n le atribu¨ªan anoche 308 diputados, un salto descomunal si se tiene en cuenta que s¨®lo contaba con 112 esca?os en la disuelta Dieta (Parlamento), que tiene 480. Con esta victoria, Jap¨®n inicia una nueva andadura.
Para los liberales tambi¨¦n fue un salto tremendo, pero al vac¨ªo. Seg¨²n estas estimaciones, logran 119 diputados frente a los 303 que obtuvieron en 2005 bajo la direcci¨®n de Junichiro Koizumi. El primer ministro, Taro Aso, reconoci¨® anoche su "responsabilidad en la derrota" y anunci¨® su dimisi¨®n.
["Es la victoria del pueblo", dijo Hatoyama al conocer los primeros resultados. El futuro primer ministro subray¨® como causa determinante del vuelco pol¨ªtico "el enfado del pueblo japon¨¦s" con el Gobierno del PLD, informa Efe].
De los m¨¢s de 104 millones de japoneses convocados a las urnas, acudieron a votar alrededor del 70%, unos tres puntos por encima de las elecciones pasadas.
Los japoneses, hundidos en una crisis econ¨®mica tras otra desde el estallido de la burbuja inmobiliaria, a principios de la d¨¦cada de los noventa, y sumidos en una profunda crisis social por la baja natalidad -1,37 hijos por mujer, muy lejos de los 2,07 necesarios para mantener la poblaci¨®n- y la larga esperanza de vida, que les convierte en el pa¨ªs m¨¢s viejo del mundo, han roto su habitual conservadurismo; se han echado en brazos de un partido sin ninguna experiencia pol¨ªtica pero empe?ado en hacer realidad el cambio que todos quieren.
Hatoyama ha repetido durante la campa?a que lo que le preocupan son los ciudadanos y que su pol¨ªtica va dirigida a mejorar las condiciones sociales de la poblaci¨®n. Sus promesas pasan por favorecer la natalidad con ayudas econ¨®micas directas de 312.000 yenes (2.300 euros) anuales por hijo y el compromiso de escolaridad gratuita hasta la universidad, para la que ofrece generosas becas. Tambi¨¦n promete apoyo a los ancianos con mejoras de las pensiones y a los m¨¢s desfavorecidos.
El enorme gasto que esto supone en un pa¨ªs cuya deuda se acerca peligrosamente a los siete billones de euros -dos veces el PIB de Jap¨®n- se compensar¨¢, seg¨²n Hatoyama, poniendo fin al derroche de la Administraci¨®n. El l¨ªder del PDJ asegura que est¨¢ dispuesto a poner firmes a los bur¨®cratas que han gobernado este pa¨ªs casi por encima de los pol¨ªticos.
La burocracia, la clase de los mandarines del imperio, ha sido siempre el caballo de batalla del gobernante PLD, al que jam¨¢s se atrevi¨® a hacer frente. "Estoy harta de derroches. Quiero transparencia y conocer en qu¨¦ se gasta el Gobierno mis impuestos, por eso he votado al PDJ", afirma Maeda, de 42 a?os y contable.
El PDJ podr¨¢ gobernar con facilidad, ya que tiene tambi¨¦n mayor¨ªa en el Senado desde julio de 2007. Sin embargo, antes de julio del a?o que viene, cuando se renueva la mitad de la C¨¢mara alta, tendr¨¢ que haber satisfecho algunas de las expectativas creadas. De lo contrario, el PLD podr¨ªa remontar su bache y arrebatarle el Senado, lo que ser¨ªa catastr¨®fico para Jap¨®n, porque la C¨¢mara alta tiene la capacidad de bloquear las leyes que aprueben los diputados y su veto s¨®lo puede levantarse con dos tercios de los esca?os (360 diputados), lejos de los apoyos que puede ganar Hatoyama. Ese bloqueo es el que han sufrido los liberales en los dos ¨²ltimos a?os.
De ah¨ª que Hatoyama tenga que acelerar sus reformas al m¨¢ximo. Si quiere que el Gobierno del PDJ no sea flor de una legislatura necesita convencer a su electorado de que no le han elegido por frustraci¨®n contra los liberales sino porque es el hombre que cambiar¨¢ el rumbo de Jap¨®n.
El PLD s¨®lo estuvo fuera del poder 11 meses entre 1993 y 1994; desde esa fecha a 1996 form¨® parte de una imposible coalici¨®n gubernamental dirigida por el Partido Socialista, hoy en las filas del PDJ. Entre los grandes barones liberales que han perdido el esca?o que ten¨ªan por representaci¨®n directa de sus distritos se encuentran el hasta ahora ministro de Finanzas Kaoru Yosano, el ex primer ministro Toshiki Kaifu y los ex ministros de Exteriores y Finanzas Nobutaka Machimura y Shoichi Nakagawa.
Este ¨²ltimo sali¨® recientemente del Gobierno de Aso por aparecer borracho en p¨²blico. Alguno de los halcones, sin embargo, podr¨ªa entrar en el Parlamento por los esca?os que se asignan a los partidos de forma proporcional, 180 de los 480 que tiene la Dieta.
De disidente a gobernante
Pertenece a una de las m¨¢s notorias dinast¨ªas pol¨ªticas de Jap¨®n y a una de sus grandes familias industriales, pero Yukio Hatoyama siempre defendi¨® la necesidad de un cambio en la direcci¨®n del pa¨ªs. La b¨²squeda de nuevas v¨ªas fue lo que le llev¨® en 1993 a abandonar el gobernante Partido Liberal Democr¨¢tico (PLD), fundado por su abuelo en 1955, y a crear el Partido Dem¨®crata de Jap¨®n (PDJ), con el que se ha convertido en primer ministro electo.
Hatoyama, de 62 a?os, predica, en contra de la tradici¨®n japonesa, que su fuente de energ¨ªa radica en su esposa, Miyuki, una antigua actriz de 66 a?os, escritora y comentarista de televisi¨®n. "Es mi sol que siempre brilla", ha dicho de ella.
El l¨ªder del PDJ defiende una pol¨ªtica m¨¢s cercana al ciudadano en la que las prioridades sean los programas sociales con los que poner freno a la brecha entre ricos y pobres abierta en las ¨²ltimas d¨¦cadas y recuperar el gran colch¨®n de clase media del que Jap¨®n se sinti¨® siempre orgulloso.
Defensor de redise?ar las relaciones de Jap¨®n con EE UU de manera que pasen de subordinado a socio, Hatoyama pretende reformar la Constituci¨®n pacifista impuesta por el ocupante tras la derrota en la Segunda Guerra Mundial, para que Jap¨®n transforme sus actuales Fuerzas de Defensa en un Ej¨¦rcito e impulse su cooperaci¨®n con las misiones de paz de la ONU. M¨¢s preocupado por la situaci¨®n social y econ¨®mica que por la diplomacia, Hatoyama quiere estrechar la relaci¨®n con China y reforzar la influencia de Jap¨®n en Asia.
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