Esto cambiar¨¢ las cosas
En estos momentos, es probable que los ac¨¦rrimos aficionados a los c¨®mics Marvel est¨¦n visualizando sus peores pesadillas: una pel¨ªcula de Hannah Montana cantando duetos con Spiderman balance¨¢ndose de edificio en edificio, a Hulk a lo Gene Kelly en un dueto danzar¨ªn con el pato Donald o, ?peor todav¨ªa!, que en los c¨®mics de Los vengadores se presente como nuevo miembro a Mickey Mouse. La espectacular maniobra comercial de Disney adquiriendo el conglomerado Marvel Entertainment por 2.800 millones de euros ha desatado la imaginaci¨®n, los rumores y el Dow Jones, pero la realidad es que sus consecuencias son absolutamente imprevisibles.
En principio, parece improbable que el cambio accionarial afecte a corto y medio plazo a los contenidos de los tebeos, centr¨¢ndose fundamentalmente en las inmensas posibilidades mercadot¨¦cnicas de la impresionante cartera de personajes de la compa?¨ªa. Tras a?os de nefastas gestiones, casi en bancarrota, Marvel consigui¨® resucitar de las cenizas gracias al exitoso traspaso de sus personajes a la gran pantalla. Los taquillazos de pel¨ªculas como Spiderman o X-Men transformaron la editorial en un peque?o emporio que se proyectaba todav¨ªa m¨¢s gracias a la revitalizaci¨®n de su propia productora de pel¨ªculas -una curiosa paradoja, ya que en su d¨ªa fue una de los muchas azarosas y desastrosas decisiones de Ron Perelman, director ejecutivo de Revlon que adquiri¨® la empresa casi a precio de saldo en los noventa-. El ¨¦xito de Iron man demostraba que la empresa estaba en mejores condiciones que nadie para la explotaci¨®n de sus personajes, pero tambi¨¦n la posicionaba en el mercado como una suculenta y rentable compra para los grandes estudios. Y Disney no se lo ha pensado mucho: su indudable capacidad medi¨¢tica puede multiplicar los beneficios de los personajes Marvel a niveles desconocidos, y por su parte, con la infancia y la adolescencia asegurada, los personajes de los c¨®mics pueden garantizarle a Disney el siguiente escal¨®n de edades del espectro de audiencia, con unas franquicias cinematogr¨¢ficas de ¨¦xito que, adem¨¢s, le permitir¨¢n ser m¨¢s independiente del impacto de los filmes de Pixar (aunque, por otra parte, m¨¢s de un aficionado estar¨¢ so?ando con una adaptaci¨®n de Spiderman por Pixar).
La situaci¨®n que se abre es tan sugerente y apasionante como impredecible. Quiz¨¢s quien mejor lo haya resumido sea el guionista Kurt Busiek: "Esto cambiar¨¢ las cosas. No s¨¦ si en una buena direcci¨®n, en una mala, o en una mezcla de ambos, pero cambiar¨¢ las cosas".
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