Lazos de madera y salitre
El pueblo arousano de Carril recupera la navegaci¨®n a vela con la r¨¦plica del gale¨®n 'Illa de Cortegada' construido por un veterano carpintero de Ribera
El aroma dulce a virutas de madera impregna el ambiente. Un olor que, por momentos, consigue imponerse a la esencia salada propia del pueblo marinero de A Illa de Arousa. Y es que, a sus 64 a?os, el carpintero de ribera Manuel Moug¨¢n contin¨²a regentando uno de los pocos astilleros de madera que consiguieron pronunciar el jaque mate al irremediable paso del tiempo. A lo largo de casi medio siglo, la empresa vio nacer a m¨¢s de 100 embarcaciones de todos los tipos, desde barcos de pesca y servicios de batea, a naves deportivas y de recreo. Despu¨¦s de haber construir la r¨¦plica del drakkar vikingo de Catoira, hoy en sus instalaciones se yerge, majestuoso, el Illa de Cortegada. La copia de un gale¨®n del pueblo de Carril (Pontevedra).
Los nuevos medios de transporte reemplazaron al gale¨®n en los 60
El barco estar¨¢ al servicio de la futura escuela de vela tradicional
Siendo el gale¨®n el tipo de barco m¨¢s grande de Galicia, en el siglo XVIII estas naves se utilizaban en la r¨ªa de Arousa para el transporte de todo tipo de mercanc¨ªas, entre Noia y Vilagarc¨ªa, entre Carril y Vigo, explica Marcelino Abu¨ªn, historiador y concejal en el Ayuntamiento de Vilagarc¨ªa. Sin embargo, el progreso de los medios de transporte quiso que, a partir de los a?os 60, el importante puerto de Carril (antecesor del actual de Vilagarc¨ªa) decidiese prescindir de su uso. Este avance, unido a la necesidad de barcos m¨¢s peque?os para las nuevas labores de los marineros de Carril, marc¨® la progresiva desaparici¨®n del gale¨®n en tierras arousanas.
Ante esta p¨¦rdida, la asociaci¨®n Rompetim¨®ns emprendi¨®, con mucha ilusi¨®n, el camino de su recuperaci¨®n. Una agrupaci¨®n que, a su vez, rescata en su nombre una de las palabras m¨¢s utilizadas por los marineros de la zona. Y es que tras el vocablo rompetim¨®ns se esconde el miedo que los marineros ten¨ªan (y contin¨²an teniendo) a una piedra estrat¨¦gicamente situada en el canal que separa las islas Malveira y Cortegada. Una roca sumergida que, tal y como su nombre indica, aprovecha el despiste del navegante para romper sin piedad los timones de los barcos.
Financiados y apoyados por el Ayuntamiento de Vilagarc¨ªa (al que pertenece la parroqu¨ªa de Carril), los cerca de 160 socios de la agrupaci¨®n carrile?a comenzaron la construcci¨®n del Illa de Cortegada en diciembre de 2008 en el astillero de Moug¨¢n. Portando entre sus manos la maqueta de la nave, el carpintero explica que, pese a lo que pueda parecer a simple vista, la creaci¨®n de un barco no es nada complicado. Ni las creaciones, "ni las restauraciones", matiza. Orgulloso, Manuel muestra el tablero en el que, en distintos colores, traz¨® las medidas del Illa de Cortegada. Y, como anta?o, sin necesidad de las nuevas tecnolog¨ªas.
Para hacerlo m¨¢s visual, Abu¨ªn explica que, a partir de ese gr¨¢fico, los carpinteros crearon la quilla, "lo que ser¨ªa la columna vertebral del barco". Despu¨¦s se montan las cuadernas, "las costillas, y luego ya lo van forrando todo con madera de pino", a?ade. El resultado de todo este trabajo, al que a¨²n le falta colocar el motor auxiliar y las velas y sin una concreta fecha de botadura, es un barco de 11,80 metros de eslora y 4 metros de manga, cuya estructura y casco -al igual que ocurr¨ªa anta?o- est¨¢n hechos de madera de roble. Sin embargo, "la cubierta y la cabina son de madera tropical porque se estropea menos que el pino", dice el presidente de Rompetim¨®ns, Miguel Jes¨²s Gago.
Con una capacidad para 10 tripulantes, el gale¨®n de Carril estar¨¢ a servicio de la futura escuela de vela tradicional que entrar¨¢ en funcionamiento en 2010 y que tambi¨¦n dispondr¨¢ de un bote de Carril y una buceta, ambas propiedad de Rompetim¨®ns. "Lo que queremos es vincular los modos de navegaci¨®n tradicional con la cultura mar¨ªtima", dice Abu¨ªn. "Se har¨¢n rutas e itinerarios por la r¨ªa e incluso estamos valorando que [el gale¨®n] sirva para el transporte de viajeros a Cortegada", a?ade. Con todo, el principal objetivo es recuperar y conservar la navegaci¨®n tradicional en el entorno del mar de Carril. As¨ª, Abu¨ªn explica que lo que quieren es que en el funcionamiento de este barco tengan protagonismo los marineros m¨¢s veteranos de la zona.
Y es que uno de los remedios para luchar contra la p¨¦rdida de la tradici¨®n es crear v¨ªnculos generacionales. Algo as¨ª como hizo Manuel Moug¨¢n, quien consigui¨® meterle el gusanillo de la carpinter¨ªa a su hijo, hoy creador de todos los detalles que adornan el gale¨®n Illa de Cortegada. Lazos capaces de lograr que el aroma dulce de la madera continue siendo el aliento de los barcos de vela.

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