No hay que presionar al Constitucional
La sentencia del Tribunal Constitucional puede ser s¨ª o no, y ambas entran dentro de su competencia. Nos podr¨¢ gustar m¨¢s o menos, incluso podemos opinar que se equivoca, pero todo es normal, las instituciones funcionan, el edificio no cruje. Imaginemos, en cambio, que el TC cediera a las presiones a que se le est¨¢ sometiendo: el da?o ser¨ªa inmenso. Fallar¨ªa uno de los tres poderes del Estado, y todo el edificio se vendr¨ªa abajo. Sin TC, no hay Estado, y por lo tanto tampoco hay Estatut ni Generalitat. Los que disparan contra el TC est¨¢n trayendo, de rebote, la ruina de Catalu?a. Corren tiempos propensos a la rauxa, la exaltaci¨®n y la desmesura. Y lo podemos pagar caro: acord¨¦monos de Tarradellas.
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