La ense?anza p¨²blica mantiene el pulso con Font de Mora si no cambia

El curso empieza como termin¨®: con todos los agentes educativos del sector p¨²blico molestos por la ratificaci¨®n del consejero Alejandro Font de Mora. Un responsable pol¨ªtico que la Plataforma per l'Ensenyament P¨²blic considera quemado y amortizado, tras un largo a?o de movilizaciones en los centros escolares y en las calles en contra de su gesti¨®n educativa. "La Plataforma lamenta que el presidente Camps no aprovechara la remodelaci¨®n del Gobierno para destituir al consejero de Educaci¨®n, tal y como reclamaba la comunidad educativa reiteradamente el curso pasado", reza el comunicado emitido ayer tras la reuni¨®n sostenida el martes en relaci¨®n con el inicio del curso el d¨ªa 8.

De entrada, la Plataforma ha acordado "mantener las movilizaciones este nuevo curso, mientras no haya cambios en la pol¨ªtica educativa del Gobierno valenciano", advierte. La campa?a ir¨¢ precedida de un manifiesto que se enviar¨¢ a todos los centros docentes y asociaciones de padres y madres para que sea le¨ªdo el martes pr¨®ximo, coincidiendo con la apertura oficial de curso en los colegios de Infantil y Primaria, y el d¨ªa 15 en los institutos de ESO.

La plataforma exige al consejero que establezca un "di¨¢logo real"

Esto significa que pelota est¨¢ ahora est¨¢ ahora en el tejado de la Administraci¨®n valenciana. Francisco Camps se comprometi¨® en junio -durante la ¨²ltima protesta de la Plataforma frente al Palau de la Generalitat- a intentar mediar para lograr una tregua en la batalla abierta entre el consejero Font de Mora y todos los agentes educativos, que integran la Plataforma.

Es decir, pacificar a los tres grandes sindicatos del sector p¨²blico, CC OO, STEPV y UGT, a las asociaciones profesionales de directores, a la Confederaci¨®n de asociaciones de padres Gonzalo Anaya y al resto de entidades culturales que integran esta plataforma.

Una vez que se ha cerrado judicialmente el cap¨ªtulo estrella del curso pasado -con la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de julio, que enterr¨® para siempre la obstinaci¨®n por traducir las clases de Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa-, los agentes educativos esperan un gesto pol¨ªtico de normalidad democr¨¢tica. Un giro en su gesti¨®n que devuelva el "consenso" y el "di¨¢logo" que deben primar en la gesti¨®n del sistema educativo.

Eso pasar¨ªa por recoger el guante de los 13 puntos del Manifiesto por la ense?anza p¨²blica -que estuvieron a punto de firmarse- y se quedaron en el aire por el empe?o de Camps y su consejero de mantener las clases de ingl¨¦s en Ciudadan¨ªa, a sabiendas de que estaba pendiente de resoluci¨®n judicial.

Tras haber sacado pecho y desplazado de sus destinos fijos a los profesores de Filosof¨ªa y Geograf¨ªa e Historia (que se negaron a traducir las clases de Ciudadan¨ªa), haber despedido a los 40 interinos que se prestaron a darlas en ingl¨¦s -llamados "h¨¦roes" en su d¨ªa por Font de Mora- y tener que soportar a¨²n una bater¨ªa de recursos contra los decretos de Bachillerato o el nombramiento de inspectores a dedo; a Font de Mora s¨®lo le queda una carta por quemar. Y eso pasa por sentarse y abrir un "di¨¢logo real".