EE UU admite que pudo destapar el fraude de Madoff hace 17 a?os
El supervisor reconoce que fracas¨® al investigar seis denuncias cre¨ªbles
La mayor estafa financiera de la historia no habr¨ªa sido tal si la Comisi¨®n del Mercado de Valores de EE UU (la SEC, por sus siglas en ingl¨¦s) hubiera actuado con diligencia. ?sa es la conclusi¨®n del informe del inspector general del propio organismo, David Kotz, que se?ala que la SEC fracas¨® al investigar seis denuncias cre¨ªbles que apuntaban a Madoff. Kotz reconoce que, con la primera denuncia de 1992, el supervisor "perdi¨® la ocasi¨®n de destapar el esquema Ponzi de Madoff 16 a?os antes de que ¨¦ste confesase", en diciembre pasado. Los supervisores desaprovecharon otras cinco ocasiones antes de la confesi¨®n del infame gestor de fondos. Peor a¨²n, Madoff exhib¨ªa las sucesivas -y fallidas- investigaciones de la SEC ante sus clientes para vencer las dudas que pudieran surgirles.
Madoff usaba las indagaciones fallidas para ganar credibilidad
El informe no ve pruebas de que los supervisores est¨¦n implicados
"El hecho de que la SEC hubiese realizado inspecciones e investigaciones sin detectar el fraude dio credibilidad a sus operaciones y tuvo el efecto de animar a m¨¢s individuos y entidades a invertir con ¨¦l", se?ala el resumen del informe, de 450 p¨¢ginas, cuyo contenido ¨ªntegro se har¨¢ p¨²blico en unos d¨ªas.
El personal de la SEC queda de vuelta y media en el demoledor documento, en el que precisa que el regulador realiz¨® hasta tres inspecciones y dos investigaciones al negocio de Madoff, "aunque ninguna de manera exhaustiva y diligente". La agencia, seg¨²n Kotz, "recibi¨® detallada informaci¨®n durante a?os que justificaban una amplia y profunda investigaci¨®n a Bernard Madoff".
Para el consuelo de sus funcionarios, Kotz deja claro que no tiene pruebas que indiquen que la SEC haya tenido v¨ªnculos inapropiados con el entorno m¨¢s estrecho de Madoff o se haya visto influida por ellos.
En una de las ocasiones, Madoff crey¨® que hab¨ªa sido descubierto, cuando minti¨® al decir que liquidaba sus operaciones en una cuenta de la entidad DTC. "Cre¨ª que era el fin del juego. El lunes por la ma?ana llamar¨¢n a DTC y esto se habr¨¢ acabado... pero no fue as¨ª", declar¨® al inspector. Madoff se qued¨® "asombrado" de que no comprobaran su declaraci¨®n.
En 1992 el denunciado fue el intermediario ilegal Avellino & Bienes, que comercializaba inversiones de Madoff. El equipo de investigaci¨®n de la SEC, que era "inexperto", seg¨²n el informe, no sigui¨® la pista del dinero y se conform¨® con cerrar al intermediario. Como indica el inspector general, la SEC afront¨® esta y otras cinco denuncias de una manera superflua, sin prestarle la atenci¨®n que merec¨ªan.
La segunda se present¨® en tres versiones en mayo de 2000, marzo de 2001 y octubre de 2005. Las dos primeras fueron desechadas y s¨®lo se prest¨® atenci¨®n a la tercera versi¨®n, que (bajo el t¨ªtulo "El mayor hedge fund del mundo es un fraude") detallaba 30 se?ales de alarma que apuntaban a que Madoff ejecutaba un timo piramidal.
Pero ni ¨¦sa ni la de mayo de 2003 de un gestor de fondos; la de abril de 2004 de otra firma financiera; la de octubre de 2005 de un informante an¨®nimo, o la de diciembre de 2006 de "un ciudadano preocupado" sirvieron para descubrir la estafa.
Por si no bastara, el informe del inspector cita dos reportajes publicados en la prensa en 2001, que cuestionaban las rentabilidades que Madoff promet¨ªa, calificadas de "irreales" porque no se ve¨ªan afectadas negativamente por las turbulencias que azotaban los mercados por el colapso de la burbuja tecnol¨®gica.
Aunque lo que quiz¨¢s m¨¢s llama la atenci¨®n a Kotz sea el hecho de que en los ex¨¢menes realizados a ra¨ªz de todas estas denuncias, los investigadores pasaran por alto informaciones que eran claramente "sospechosas" y no preguntaran a Madoff sobre aspectos "contradictorios" e "inconsistentes" detectados en las operaciones del hedge fund.
El entonces presidente de la SEC, Christopher Cox, ya reconoci¨® tras destaparse la trama que la agencia cometi¨® "m¨²ltiples fallos" que impidieron detectar el que se dice es el mayor fraude en la historia de Wall Street, valorado en 65.000 millones de d¨®lares (unos 45.000 millones de euros).
Cox no tuvo otra salida que encargar a Kotz, una de las personas m¨¢s cr¨ªticas con el trabajo en la SEC, que investigara lo sucedido en la agencia y por qu¨¦ las numerosas alertas activadas fueron ignoradas. Sin perder un minuto, el inspector general lanz¨® una investigaci¨®n interna, que incluy¨® la relaci¨®n que el personal ten¨ªa con la familia Madoff. Deb¨ªa aclarar hasta qu¨¦ punto el hecho de que Shana Madoff -sobrina del estafador- tuviera una relaci¨®n sentimental con un antiguo inspector de la SEC pudo influir. Kotz arranca el informe haciendo menci¨®n a esta relaci¨®n, pero reitera que no tiene pruebas de que pudiera haber "interferido en la capacidad del personal al hacer su trabajo".
Mary Shapiro, actual presidenta de la SEC, lament¨® los fallos y dej¨® claro que obligan a reformar la supervisi¨®n. "Hemos reforzado nuestros procedimientos y colocado personal m¨¢s experto en la l¨ªnea de fuego", remach¨®, en un intento por recomponer la imagen de la agencia.
El imperio se desmorona
"Pasen, pasen, ¨¦ste es el sal¨®n, con magn¨ªficas vistas al oc¨¦ano". Con esa iron¨ªa presenta un oficial de los Marshals -un cuerpo de polic¨ªa estadounidense- la casa de verano que Bernard Madoff y su esposa ten¨ªan en Montauk, a las afueras de Nueva York. Los Madoff no pasaban por ah¨ª desde el verano. En plena crisis inmobiliaria, el precio de la lujosa propiedad se estima en 8,75 millones de d¨®lares (seis millones de euros). El dinero que se recaude se repartir¨¢ entre los afectados del fraude.
El servicio de los Marshals tom¨® el control de la mansi¨®n el martes, lo mismo que ya hizo dos meses antes con el lujoso ¨¢tico donde los Madoff ten¨ªan su residencia en Manhattan, y que a¨²n tiene colgado el cartel de Se vende. La agencia inmobiliaria encargada de ense?ar esta casa con vistas es Corcoran. Las autoridades federales tienen intenci¨®n, adem¨¢s, de subastar todos los cuadros, muebles y art¨ªculos de decoraci¨®n que hay en la mansi¨®n.
El 216 Old Montauk Highway es uno de los miles de activos de la familia Madoff, que incluyen su mansi¨®n en Palm Beach (Florida), yates, coches y joyas, con los que Washington espera empezar a cerrar las heridas y compensar a los miles de inversores perjudicados por una estafa que se valora en 65.000 millones de d¨®lares (unos 45.000 millones de euros). Lo que est¨¢ por ver es si esta propiedad, situada a unos 200 kil¨®metros de Manhattan, atraer¨¢ a compradores en un mercado en el que se negocia claramente a la baja.
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