La banca privada, en el para¨ªso
La lucha contra el dinero opaco lleva negocio a las gestoras de altos patrimonios
En los ¨²ltimos meses, la banca privada y las firmas que manejan altos patrimonios parece que s¨®lo tienen poder adquisitivo para los problemas. El cerco de la comunidad internacional a los para¨ªsos fiscales y a la ocultaci¨®n ha tra¨ªdo un desaf¨ªo extra a un sector en plena reinvenci¨®n, que perder¨¢ este ejercicio, en patrimonio gestionado, 24.000 millones de euros. O sea, el 10% de lo que se calcula que mueve al a?o. En esta tesitura se inicia toda esta lucha planetaria porque no haya territorios opacos al fisco. Pero, cuidado, estos espacios de la insolidaridad pueden ser un problema o una ayuda para quienes manejan el dinero de los millonarios.
"Con esta mayor presi¨®n volver¨¢ mucho dinero procedente de para¨ªsos fiscales, y ese dinero tendr¨¢ que buscar asesoramiento", reflexiona David Cano, socio de Analistas Financieros Internacionales. Y eso es negocio para estas entidades. "Para el sector es bueno porque viene m¨¢s dinero", confirma el responsable de un multifamily office madrile?o.
El problema es transformar ese dinero, como se dice en la jerga, offshore en onshore. Es decir, que pase de ser opaco (en el caso de que lo sea) a transparente. En los ¨²ltimos a?os, seg¨²n reconoce el director de un banco privado suizo con sede Espa?a, las peticiones para hacer ese camino se han multiplicado exponencialmente encima de su mesa. Pero, claro, ninguna entidad seria reconoce entrar en este juego. "No sabemos la f¨®rmula de pasar de offshore a onshore. No ayudamos a ning¨²n cliente a hacerlo", dice tajante Pablo Torralba, director de la oficina en Madrid de Edmond de Rothschild. "Si no hay una forma legal de hacerlo, ni se plantea", repiten todas las firmas.
Sin embargo, las gestoras de altos patrimonios son conscientes del potencial econ¨®mico que tienen estos territorios y el negocio que les supondr¨ªa. Acorde con los datos del Banco de Espa?a, las inversiones de cartera (t¨ªtulos y valores negociables) espa?olas en estos para¨ªsos ascend¨ªan el a?o pasado a 19.610 millones de euros. Estamos hablando de dinero declarado y, por decirlo as¨ª, absolutamente regulado. Al igual que los 1.000 millones que, seg¨²n los t¨¦cnicos del Ministerio de Hacienda, invirtieron en 2008 las empresas espa?olas en estos territorios.
Otro cantar son los fondos opacos que tienen en estos pa¨ªses los particulares espa?oles. "No es un tema balad¨ª. Te quedar¨ªas boquiabierto si repasaras entidad por entidad y cuenta por cuenta qui¨¦nes tienen su dinero invertido en estos territorios: pol¨ªticos, deportistas, actores... Y hablo de compatriotas", reconoce el socio del multifamily office madrile?o.
El objetivo est¨¢ claro: hay que traer ese dinero por las buenas o por las malas, y en ambas situaciones los gestores de altos patrimonios ganar¨¢n trabajo y clientes. Pero las dos opciones plantean muchos problemas. Por las buenas -que es la que prefiere, al menos sotto voce, la mayor¨ªa del sector- supone recurrir a una amnist¨ªa fiscal (en sentido estricto, ese dinero que retorna tendr¨ªa un gravamen en Espa?a; no vendr¨ªa gratis). "Si hay una amnist¨ªa y a ese capital se le grava o penaliza, como se quiera entender, con, por ejemplo, un 2%, esos fondos seguro que regresan y ser¨ªa un negocio muy importante para la banca privada", analiza Javier Rivero, ex director de la banca de altos patrimonios de Bankinter.
Pero esta amnist¨ªa tambi¨¦n genera dudas. "Si se produce, ?cu¨¢l ser¨¢ el tratamiento tributario que tendr¨¢n cuando el marco impositivo de nuestro pa¨ªs a¨²n est¨¢ en el aire? ?Qu¨¦ ocurrir¨¢ con las sicav?... Es un problema muy complejo. Sobre todo en un mundo en el que vuelve a hablarse otra vez, despu¨¦s de muchos a?os, de impuestos", analiza David Cano. "Para los ricos, el reto est¨¢ en d¨®nde colocan ahora su dinero. Y ah¨ª entran los especialistas".
Sin embargo, aunque a nadie se le escapa que para las arcas p¨²blicas ese dinero vendr¨ªa como agua de mayo, tambi¨¦n subyace un planteamiento moral. "Es una infamia plantear una amnist¨ªa. Induce al incumplimiento de las obligaciones fiscales de los ciudadanos y a preguntarse por qu¨¦ ellos no pagan y yo en cambio s¨ª", advierte Javier D¨ªaz-Gim¨¦nez, profesor de Econom¨ªa del IESE. Ahora bien, por las malas ser¨ªa "v¨ªa investigaci¨®n y palo", como comenta un analista. Una soluci¨®n lenta y cara.
Los problemas no se acaban para este dinero offshore, ni siquiera para los que est¨¢n declarados. "Cada vez es menos atractivo tener capitales no fiscalizados. Gestionar activos en para¨ªsos fiscales es muy caro", dice Torralba. Una situaci¨®n que tambi¨¦n puede ayudar a que regresen.
Y en este momento entra en juego una pregunta que, quiz¨¢, algunos se est¨¦n planteando. Por qu¨¦ hay tan pocos inversores espa?oles de forma declarada en un centro off shore. Tiene su respuesta. En Espa?a, todo el dinero ubicado en un para¨ªso fiscal tributa bajo el r¨¦gimen de atribuci¨®n de rentas. Es decir, Hacienda imputa esos activos como si hubieran obtenido unas plusval¨ªas anuales m¨ªnimas del 15% (sea cierto o no). Y tambi¨¦n infiere que se han recibido de forma l¨ªquida (como si se tratara de dividendos), de manera que se integra en la renta ordinaria de la persona y tributa al marginal (la escala m¨¢s alta). Esto desincentiva el camino transparente y hace que muchos opten por la v¨ªa de lo il¨ªcito.
Hoy por hoy es imposible ponerle el cascabel a cu¨¢nto dinero espa?ol se oculta en estos territorios, pero un comentario puede ayudar a hacernos una idea: "Siempre se ha dicho que hay m¨¢s dinero de Espa?a en Suiza que estadounidense. Y la raz¨®n es, por decirlo as¨ª, ¨¦tica: en Estados Unidos, defraudar est¨¢ muy mal visto; aqu¨ª parece, desgraciadamente, una obligaci¨®n", sentencia Javier Rivero.
El fin del secreto bancario
Los para¨ªsos fiscales y la opacidad fiscal han sido se?alados con el dedo y denunciados como dos de las grandes lacras financieras del siglo XXI. La guerra contra ellos es abierta. Con este pesado tel¨®n de fondo, los representantes de 80 territorios fiscales se han reunido esta semana en M¨¦xico en el Foro Global de Transparencia e Intercambio de Informaci¨®n, bajo el auspicio de la OCDE, con el objetivo de que el juego limpio tributario sea una realidad. ?Se ha conseguido?
De momento, en palabras de los organizadores, "se han dado pasos adelante dirigidos a confirmar el fin de la era del secreto bancario como refugio de los evasores de impuestos". El Foro establece un sistema de supervisi¨®n entre naciones -conocido como peer review- en virtud del cual cada pa¨ªs ser¨¢ vigilado por sus hom¨®logos para que cumpla, por ejemplo, los compromisos de intercambio de informaci¨®n. Por si la custodia entre naciones fallara, se ha creado un grupo (Peer Review Group) que se ocupar¨¢ de vigilar al vigilante. Tambi¨¦n se acelerar¨¢n los acuerdos de intercambio de datos entre pa¨ªses, se tratar¨¢ de incorporar a m¨¢s miembros y se ayudar¨¢ especialmente a los territorios m¨¢s peque?os (que suelen ser los m¨¢s opacos) para que se unan a este sistema. Al final, toda esta mayor agilidad evitar¨¢ que enviar una solicitud rogatoria a Suiza sea como cursar un m¨¢ster en paciencia. -
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