Miseria
El 24 de septiembre de 1888, George Bernard Shaw (Nobel de Literatura en 1925, Oscar al mejor gui¨®n en 1938, socialista y vegetariano) public¨® en el diario londinense The Star una carta dirigida al director. Shaw aplaud¨ªa a un criminal muy c¨¦lebre entonces, conocido como Jack el Destripador, por haber expuesto ante el mundo la miseria del East End, el barrio donde comet¨ªa sus cr¨ªmenes. Tras esa provocaci¨®n, absolutamente leg¨ªtima, criticaba la hipocres¨ªa de la intelectualidad bondadosa y bienpensante, que poco antes, durante las revueltas de 1886, exig¨ªa al Gobierno que reprimiera a sangre y fuego las manifestaciones de los desheredados del East End: hab¨ªan bastado unos cuantos cr¨ªmenes para que esas mismas voces reclamaran al Gobierno que mejorara como fuera las condiciones de vida en esa zona.
Este peri¨®dico public¨® el otro d¨ªa unas im¨¢genes de degradaci¨®n urbana en Barcelona, y se form¨® una cierta pol¨¦mica. Aparec¨ªan prostitutas y clientes en pleno comercio, pero no creo que la prostituci¨®n fuera el problema: en estas mismas p¨¢ginas se anuncia cada d¨ªa desde hace mucho tiempo. ?Por qu¨¦ la pol¨¦mica? ?Por mostrar lo que cualquiera puede contemplar paseando por la Rambla o por muchos otros lugares? Ser¨ªa una pena, para una vez que la prensa dice lo que pasa, y no lo que un Gobierno o una empresa dicen que pasa. ?Entonces? Supongo que a m¨¢s de un lector le pareci¨® que EL PA?S se acercaba sospechosamente a la tem¨¢tica de programas como Arena Mix, y dedujo que lo hac¨ªa con los mismos fines: todo por la audiencia.
A m¨ª no me pareci¨® mal. Al contrario. No me interesa nada ver el pito de un pol¨ªtico checo en casa de Berlusconi; me gusta, sin embargo, que mi diario me cuente lo que pasa en mi ciudad, y me gusta que mi diario, tan pijo y tan bienpensante, se enfangue las manos de vez en cuando con el pringue de lo real.
Tambi¨¦n me gustar¨ªa que la realidad fuera otra. Sin embargo, hay lo que hay. Y lo que hay es degradaci¨®n. Quiz¨¢ sean man¨ªas m¨ªas, pero veo degradaci¨®n por todas partes. M¨¢s asquerosa, indudablemente, cuanto menos fotografiable.
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