"Cocineros, actores y curas necesitan ritual para ejercer"

"?Qui¨¦n me lo iba a decir, volver a este restaurante, y de c¨®mico!". Y es que el actor Ramon Fontser¨¨, hasta que entr¨® en Els Joglars, donde lleva varias d¨¦cadas, y se convirti¨® en n¨®mada, tan s¨®lo hab¨ªa venido a Madrid de jovenc¨ªsimo con su padre para presentarse a unas pruebas de piloto de helic¨®ptero. Ten¨ªan claro que las pasar¨ªa porque era joven y ¨¢gil, mientras que sus competidores eran se?ores entrados en a?os y con los estudios menos frescos. "Todos pasaron la prueba menos yo, no me dieron ¨²til", comenta, sin a?adir que fue por un problema de la vista.

Pero su primera visita a la capital y la imposibilidad de ganarse la vida con un trabajo de altura se vieron compensadas con una invitaci¨®n, por parte de su padre, a La Trainera. "Fue un restaurante que me impresion¨® mucho, se me qued¨® grabado en la cabeza y me ha regurgitado cuando he tenido que pensar en un sitio para comer en Madrid, y sigue igual, el sitio y la comida", se?ala Fontser¨¨.

El actor est¨¢ de gira con 'La cena', un montaje de Els Joglars de Boadella

Es gran amante de la buena mesa aunque muchos piensen que el espect¨¢culo que protagoniza, La cena (de gira por diferentes ciudades espa?olas), dirigido por Albert Boadella con Els Joglars, da un palo, no desprovisto de iron¨ªa, socarroner¨ªa y cachondeo, a ciertos sectores de la cocina. "El montaje no intenta disuadir de que la gente vaya a cenar por ah¨ª, s¨®lo es un espect¨¢culo contra los excesos que hacemos con ciertos temas, con los que no hay para tanto, tratamos de dejar claro que se puede disfrutar comiendo sin tanta m¨ªstica".

Y nada m¨¢s terminar su perorata aplaude con ganas, sin rubor, ni especial exhibicionismo, al plato de gambas que est¨¢ degustando para dejar claro que esos bichos rojos con bigotes le han transportado al para¨ªso: "Me alegro de estar vivo y de estar aqu¨ª", afirma rechupeteando la cabeza del animalillo.

"No tengo nada contra la gente como Ferran Adri¨¤, pero hay una serie de touriferarios que quieren hacer lo mismo y caen en el rid¨ªculo con esos numeritos como si fueran a dar misa". Y para ritual, el que ha hecho horas antes con su cicerone en la capital, el cineasta David Trueba, quien, como el actor ped¨ªa callos a la madrile?a, le llev¨® al San Mam¨¦s a darse un homenaje.

?l sabe que lo que hace en el escenario es un ritual. O lo que hace un cura, cuando ¨¦l se queda embobado mirando en alguna gran catedral castellana una misa: "Lo de la misa es un montaje que les ha dado un gran rendimiento, es fascinante ver c¨®mo llevan las pausas, los silencios, los impulsos r¨ªtmicos...", y a?ade, dejando claro que no posee ninguna sensibilidad metaf¨ªsica: "Un cocinero bueno tambi¨¦n tiene su ritual, tiene el don del artesano, se basa en la intuici¨®n, en la curiosidad y siempre hay pasi¨®n".

Reci¨¦n estrenado como novelista con su s¨¢tira costumbrista Visca la terra! (Editorial Columna), Fontser¨¨ cree que en todo hay que buscar lo aut¨¦ntico: "Como este rodaballo, porque las copias siempre son peores que los originales y estos modernos que plagian en la cocina a veces quedan provincianos". El pescado que ha terminado parece que le ha llegado al coraz¨®n m¨¢s que al est¨®mago. Le lanza besos antes de levantarse y vocear, no tan alto como para que oigan otros comensales: "?Viva La Trainera!