Espa?a revive la pesadilla serbia

La primera irrupci¨®n de Espa?a en un Europeo en el que est¨¢ llamada a lo m¨¢s grande result¨® lo m¨¢s inquietante que podr¨ªa haberse imaginado. Arrugada, desconocida, sobrepasada por el vigor de un rival plagado de j¨®venes en fase de maduraci¨®n, sin excesivo cartel, cuaj¨® un partido que quedar¨¢ para el infausto recuerdo. Resucit¨® as¨ª la pesadilla de aquella selecci¨®n serbia, antes yugoslava, que sol¨ªa atragant¨¢rsele sin remedio. Pero de aquello hac¨ªa mucho tiempo. Pr¨¢cticamente, desde que la generaci¨®n de Pau Gasol tom¨® los galones, desde las semifinales de Turqu¨ªa 1991.

Ya en la primera carrera se advirti¨® que al conjunto de Sergio Scariolo le faltaban la fluidez y la frescura de otras veces. Los serbios, de la mano de un viejo zorro en los banquillos, Dusan Ivkovic, no perdonaron. Jugaron con la determinaci¨®n y la agresividad de los equipos j¨®venes -la ant¨ªtesis de sus inmediatos predecesores, a los que les perdi¨® sus ¨ªnfulas de estrellas NBA, sus egos y sus camarillas- y con la inteligencia t¨¢ctica de los equipos yugoslavos en su ¨¦poca dorada. Y barrieron a los espa?oles.

Los siete tiros libres consecutivos fallados por Pau antes de anotar el primero y ¨²nico no dejan de ser un reflejo de la funesta noche que vivi¨® todo el equipo. Fue un Waterloo en toda regla. Todo se vio venir ya en un primer tiempo p¨¦simo que Espa?a acab¨® con 23 puntos en su casillero. Tiraron horrible los espa?oles, a pi?¨®n fijo con los triples y dejando mucho que desear en la defensa. Desbordada por los p¨ªvots serbios, especialmente por Krstic, el basti¨®n de Oklahoma Thunder, el ¨²nico NBA de la selecci¨®n de Ivkovic, Espa?a concluy¨® el primer cuarto con la hoja en blanco en sus seis triples intentados. Marc Gasol s¨®lo se dedic¨® a recoger rebotes, pero en el ataque no tuvo la m¨¢s m¨ªnima opci¨®n y no pudo lanzar ni una sola vez a canasta. Las acciones quedaron siempre enmarcadas en aislados arranques individuales, como los de Ricky, de salida, y los de Pau en los primeros tres balones que toc¨® en la que fue su reaparici¨®n desde que gan¨® la final de la NBA con los Lakers de Los ?ngeles a mediados de junio y tras su convalecencia por la lesi¨®n en el dedo ¨ªndice de la mano izquierda.

La confirmaci¨®n del desaguisado ofensivo lleg¨® en el segundo cuarto, cuando Espa?a, con Cabezas, Llull, Claver, Reyes y Pau s¨®lo pudo anotar dos canastas en cinco minutos. Pasados los primeros acelerones de Ricky y Pau, nadie lograba coger el aire al juego. Faltaba aceite en las combinaciones y garra en las transiciones: Ricky perdi¨® un bal¨®n rodando por el parquet y pele¨¢ndose ¨¦l solito con dos serbios. Nadie m¨¢s llegaba en su ayuda. Faltaba aire. Los triples fallados al descanso eran ya diez, sin un solo acierto, y para completar el cuadro se desperdiciaban un mont¨®n de tiros libres.

Hac¨ªa tiempo que se no se ve¨ªa a la defensa espa?ola tan expuesta a los movimientos de dentro afuera, y a la inversa, de jugadores como Tepic y Velickovic, tan capaces de asustar dentro como de ganar posiciones de tiro y anotar desde fuera. Buenos argumentos para haber sido fichados por el Panathinaikos y el Madrid, cierto, pero en ning¨²n caso tan demoledores para dejar en la inopia a jugadores de la talla de Mumbr¨², Claver y Garbajosa. Sigui¨® fallando Espa?a desde la l¨ªnea de triples para acabar con un sonrojante dos de 12 y tambi¨¦n desde la l¨ªnea de tiros libres con un 15 de 28. Cerr¨® con un 33% total de acierto en el tiro. Un porcentaje paup¨¦rrimo que refleja la carencia de biorritmos tanto en lo individual como en lo colectivo y que no puede escudarse en la ausencia por lesi¨®n de Rudy Fern¨¢ndez o la l¨®gica falta de rodaje de Pau.

El equipo serbio priv¨® a Espa?a de la velocidad en las transiciones y evit¨® cualquier tipo de canasta f¨¢cil. En cambio, movi¨® de maravillas el bal¨®n en el ataque y eso le permiti¨® ventajas que rondaron los 20 puntos y dejaron sentenciado el partido mucho antes del final.

Tras el varapalo en el ¨²ltimo encuentro de preparaci¨®n, ante Lituania, la lecci¨®n de Serbia deber¨ªa ser ya la definitiva. Al menos, si Espa?a desea confirmar el cartel con el que comparec¨ªa.