'Nuevos pobres'

No hab¨ªa nada m¨¢s descorazonador en los ochenta que los nuevos ricos. Intentaban recuperarle el tiempo perdido a las dificultades a golpe de talonario, dej¨¢ndose la clase y el empaque por el camino. Deb¨ªa de ser dif¨ªcil verse catapultado como una burbuja de champ¨¢n a la misma velocidad que ahora nos precipitamos en ca¨ªda libre hacia las marcas blancas. Espa?a se ha ahogado en sus excesos, o al menos eso creo entre que esquivo una zanja a cuenta del Plan E y diviso pisos a medio acabar y vuelvo a casa con un peri¨®dico m¨¢s pesimista que el anterior bajo el brazo.

Antes de llegar me encuentro con un hombre de barba recortada que espera y fuma. A punto estoy de preguntarle qu¨¦ opina de esto de los 420 euros para los parados que han tocado pared. Es que ya tengo la sensaci¨®n de que nos conocemos. Ayer repar¨¦ en ¨¦l a la salida de una boda y anteayer mientras la gente se amontonaba tras la primera misa. Y resulta extravagante verle vestido, con empaque, como quien se toma la ca?a de los domingos, para pedirle limosna a los buenos tiempos.

Qu¨¦ decir. No hay nada m¨¢s descorazonador que un nuevo pobre.- David Garc¨ªa-Maroto Gonz¨¢lez. Madrid.