El juez Garz¨®n aduce que investig¨® el franquismo "para proteger a las v¨ªctimas"
El magistrado declar¨® durante tres horas y rehus¨® contestar a la acusaci¨®n
"Con un respeto escrupuloso al principio de legalidad, como todo juez, interpret¨¦ unos hechos de apariencia delictiva para depurar responsabilidades y proteger a las v¨ªctimas. Es lo que he hecho siempre a lo largo de mi carrera". El juez Baltasar Garz¨®n resumi¨® as¨ª su labor en la investigaci¨®n de los cr¨ªmenes del franquismo, que le ha costado la imputaci¨®n en un supuesto delito de prevaricaci¨®n por la Sala Penal del Supremo, a instancias de dos asociaciones de talante ultraderechista. Garz¨®n declar¨® por espacio de m¨¢s de tres horas ante el juez instructor del Supremo, Luciano Varela, y pas¨® una hora m¨¢s corrigiendo el acta de declaraci¨®n, tomada a mano, puesto que el Supremo no cuenta con grabadoras. La impresi¨®n, seg¨²n fuentes cercanas a Garz¨®n, es que la declaraci¨®n fue bien y el juez estaba satisfecho, pese a que en la transcripci¨®n se perdieron muchos matices.
Garz¨®n fue recibido en el Supremo entre v¨ªtores y gritos de apoyo
Garz¨®n lleg¨® al Palacio del Tribunal Supremo en su coche oficial, escoltado por la polic¨ªa y rodeado por numerosos escoltas del servicio de contravigilancia de la Audiencia que se desplazaron para controlar su llegada. A ambos lados de la puerta le esperaban m¨¢s de medio centenar de periodistas, fot¨®grafos y c¨¢maras de televisi¨®n. En la acera opuesta, otro medio centenar de simpatizantes prorrumpieron en aplausos y gritos de "Viva el juez Garz¨®n". ?ste sonri¨® tenuemente y enfil¨® el acceso de la calle Marqu¨¦s de la Ensenada. A ¨²ltima hora, el presidente de la Sala Penal le hab¨ªa ofrecido que accediese por la puerta principal del Palacio, reservada en exclusiva a magistrados del alto tribunal, pero Garz¨®n declin¨® la oferta y contest¨® que entrar¨ªa por la puerta que utilizaba todo el mundo.
La declaraci¨®n se inici¨® a la hora convenida. El instructor, Luciano Varela, probablemente ante las cr¨ªticas suscitadas por la perentoriedad de un llamamiento formulado con tan solo 24 horas de antelaci¨®n, pregunt¨® al magistrado si se consideraba suficientemente informado. Garz¨®n y su defensor, el abogado Gonzalo Mart¨ªnez Fresneda, respondieron afirmativamente.
Seg¨²n las fuentes consultadas, el magistrado Varela dirigi¨® el interrogatorio con correcci¨®n, refiri¨¦ndose a Garz¨®n como "don Baltasar" o "el querellado". Pregunt¨® poco, pero incisivamente, incluso sobre una conferencia pronunciada por Garz¨®n en Bogot¨¢ en junio de 2007, posiblemente obtenida de Google, y que el juez de la Audiencia Nacional a duras penas recordaba. Fue en lo ¨²nico que Garz¨®n tuvo alg¨²n titubeo, que salv¨® explicando que sus opiniones fuera del juzgado son una cosa y su labor jurisdiccional, otra muy distinta.
En otro momento de la declaraci¨®n, el abogado Mart¨ªnez Fresneda protest¨® a una pregunta de Varela que el letrado interpret¨® como un "juicio de valor". Garz¨®n ataj¨® la cuesti¨®n se?alando que, en cualquier caso, contestar¨ªa a cualquier pregunta que le dirigiese el instructor.
El juez de la Audiencia Nacional advirti¨® al principio de su declaraci¨®n que no iba a contestar a las preguntas de la acusaci¨®n popular. En su momento, Garz¨®n ya explic¨® que consideraba la querella una "burda represalia" contra su investigaci¨®n de los cr¨ªmenes de franquismo.
La acusaci¨®n popular de Manos Limpias y Libertad e Identidad intent¨® que constara en acta el pliego de 150 preguntas que llevaban preparadas, pero Varela lo deneg¨®: seg¨²n el instructor, no proced¨ªa ni pod¨ªa tener ninguna consecuencia jur¨ªdica el contenido de preguntas a las que no se contesta. Algunas de esas preguntas eran de particular enjundia: "?Pretend¨ªa practicar una autopsia de cada fallecido que se encontrara?", rezaba una de ellas. O "?Cu¨¢nto tiempo emple¨® en el an¨¢lisis hist¨®rico de la contienda?". Con todo, la acusaci¨®n pedir¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas la suspensi¨®n de funciones y la inhabilitaci¨®n del juez.
As¨ª, Garz¨®n s¨®lo contest¨® a las preguntas del fiscal de sala del Supremo, Luis Navajas, de su abogado defensor y del instructor. El fiscal, que en su momento se opuso reiteradamente a la admisi¨®n de la querella contra Garz¨®n, pregunt¨® en tono franco y directo, sin revueltas ni segundas intenciones. Garz¨®n confirm¨® que los hechos eran "muy graves" y relativos a "m¨²ltiples desapariciones forzadas, asesinatos y enterramientos clandestinos, todo en el contexto de delitos contra la forma de gobierno".
Sobre el auto en el que la Audiencia Nacional declar¨® que no era competente para investigar la causa, Garz¨®n record¨® que mantuvo criterios coincidentes con otros jueces y magistrados que formularon votos discrepantes y respaldaron su labor.
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