Paciente informado, que no alarmado
Frente a las cr¨ªticas a la "epidemia de miedo", los expertos creen que saber m¨¢s ayuda a prepararse para la gripe A - Oponerse a una comunicaci¨®n exhaustiva delata una medicina paternalista
"Se est¨¢ creando una alarma y una angustia exagerada en torno a la gripe A". La Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial, entidad que representa a los colegios de m¨¦dicos, rompi¨® la semana pasada la prudencia que hab¨ªa mostrado desde el inicio de la extensi¨®n del virus H1N1 y expres¨® su malestar por la "epidemia de miedo" que se ha desatado por una "enfermedad fantasma" sobre la que se plantean informaciones que inciden en los "escenarios m¨¢s dram¨¢ticos" que pueden presentarse.
Es una idea que cuenta con sus seguidores. Pero no la corriente de opini¨®n mayoritaria que comparten los especialistas consultados por este diario. Para empezar, porque la gripe A no es un fantasma, sino una enfermedad de lo m¨¢s real que se ha extendido por todo el planeta. Y, sobre todo, porque defienden la importancia de la difusi¨®n de informaci¨®n adecuada, sin paternalismos, responsable y clara como la mejor de las prevenciones. El catedr¨¢tico de Medicina Preventiva y Salud P¨²blica de la Universitat de Val¨¨ncia, Jos¨¦ Mar¨ªa Mart¨ªn Moreno, pone el ejemplo de la detallada informaci¨®n que se transmite a los pacientes antes de las intervenciones a trav¨¦s del consentimiento informado que han de firmar sobre las posibles consecuencias de la intervenci¨®n, "evitando el ejercicio de una medicina paternalista que asignaba al paciente un papel pasivo y un rol activo y omnipotente al m¨¦dico. De la misma forma es imprescindible respetar el derecho a saber de la sociedad".
La opini¨®n trasladada por el representante de los m¨¦dicos recoge el sentir de un sector de la sociedad que echa la vista atr¨¢s, compara la situaci¨®n actual con crisis sanitarias anteriores -la nueva variante de enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (las famosas vacas locas), la gripe aviar- y concluye que si entonces no fue para tanto, tampoco lo ser¨¢ ahora. "Se est¨¢ abusando de mensajes aterradores que presentan el peor de los escenarios", comenta a este diario su presidente, Juan Jos¨¦ Rodr¨ªguez Send¨ªn. "Estamos ante un virus de la gripe, algo familiar y conocido, que se supera sin la necesidad de vacuna, como se ha demostrado en los pa¨ªses del hemisferio sur. Entonces, ?por qu¨¦ se exagera?". Despu¨¦s de estas manifestaciones, incluso la ministra de Sanidad, Trinidad Jim¨¦nez, abri¨® la puerta a esta posibilidad al dejar caer que "quiz¨¢s estemos exagerando un poco" sobre la enfermedad.
"Con todo respeto hacia mi colega, s¨®lo desde abril este virus ha demostrado una capacidad de progresi¨®n inusual", se?ala Juan Jos¨¦ Badiola, presidente de los veterinarios. "Estamos frente a una enfermedad antigua, la gripe, pero nueva, ya que frente a la convencional es un virus de origen animal". Y que se ha hecho un hueco r¨¢pidamente entre nosotros, como demuestran los ¨²ltimos datos de circulaci¨®n del pat¨®geno en Espa?a. El grupo de m¨¦dicos encargado de vigilar, detectar y notificar semanalmente la presencia de la gripe entre los pacientes (la llamada red centinela) notific¨® el viernes pasado un incremento del 25% de la circulaci¨®n de la enfermedad respecto a la semana anterior al pasar del 41,2 casos por 100.000 habitantes a 53,6.
A partir de estos datos se pueden extraer varias conclusiones que ilustran las diferencias del escenario que se abre frente al del a?o pasado. Por un lado, los contagios por estas fechas eran muy inferiores, ya que no se lleg¨® a estas tasas hasta el mes de noviembre, cuando el fr¨ªo ya ha hecho acto de presencia. Por otro lado, el 95% de los contagios actuales corresponden a la nueva variedad del virus, lo que representa 23.000 nuevas infecciones cada semana. Esta cifra es notable, especialmente cuando estas infecciones se han producido en pleno verano, una estaci¨®n en la que su primo, el virus estacional, no se encuentra nada c¨®modo. Desde luego, esto no es lo que sucede todos los a?os.
Tambi¨¦n es un hecho que el H1N1 ha llegado a buena parte del planeta. Ya se han notificado casos en m¨¢s de 180 pa¨ªses, pr¨¢cticamente todos de los 193 que forman parte de la OMS. De ah¨ª que en junio, esta organizaci¨®n declarara la alerta 6, el m¨¢ximo grado ante una epidemia, y que decretara el estado de pandemia. "Es una cuesti¨®n t¨¦cnica que responde a un protocolo de actuaci¨®n", aclara Badiola, "no implica gravedad o levedad, sino la extensi¨®n geogr¨¢fica del virus". Esto, en lo que respecta a la presencia del pat¨®geno.
Cuesti¨®n distinta es la referida al peligro que representa el virus. Y, hasta el momento, el mensaje que se ha transmitido por parte de todas las autoridades sanitarias, internacionales y nacionales, es que el H1N1 es un pat¨®geno con gran capacidad de transmisi¨®n pero de agresividad limitada. Desde luego, no tiene nada que ver con otro de sus primos, el H5N1 (el virus de la gripe aviar), que lleg¨® a alcanzar una elevada virulencia y matar hasta a la mitad de las personas contagiadas, pero que demostr¨® poca capacidad de infectar a humanos. En Espa?a, por ejemplo, la letalidad es inferior a la gripe estacional y se sit¨²a en valores que rondan el 0,02% de los infectados, una cifra notablemente baja.
A partir de datos como estos, "se comete un exceso tanto al alarmar hablando de que hay una pandemia por un virus peligroso, como al inquietar sugiriendo que todo se trata de una epidemia generada por una enfermedad fantasma generada por intereses ocultos", comenta Mart¨ªn Moreno, que adem¨¢s de profesor de Medicina Preventiva y Salud P¨²blica es asesor de la oficina europea de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS).
En su discurso, el representante de los m¨¦dicos aludi¨® a la existencia de un clima de miedo derivado del abuso de mensajes apocal¨ªpticos. Cuidado, porque "entre el 10% y el 12% de los espa?oles son hipocondriacos", advirti¨® Rodr¨ªguez Send¨ªn, que se?ala directamente a la OMS. Este organismo "se ha pasado 40 pueblos", sostiene el responsable de la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial en una conversaci¨®n con EL PA?S. "Plantea escenarios dram¨¢ticos con lo cual siempre acierta, porque por poco que se haga no ocurre lo que predice esta instituci¨®n" de forma que, se?ala, se transmite la idea que las medidas desarrolladas han sido eficaces.
Desde el inicio de la crisis, adem¨¢s de decretar la pandemia -con algunas vacilaciones-, la OMS, que no habla s¨®lo para los pa¨ªses ricos, sino, sobre todo, para los dem¨¢s, ha alertado, entre otras cosas, de la posibilidad de que la nueva gripe desborde los servicios de salud o de los riesgos de acelerar el desarrollo de la vacuna. Tambi¨¦n ha hecho estimaciones del n¨²mero de casos posibles, dentro de la dificultad que implica hacer este tipo de predicciones. A principios de agosto la portavoz de esta organizaci¨®n, Aphaluck Bhatiasevi, indic¨® que al final de la pandemia, entre el 15% y el 45% de la poblaci¨®n mundial se habr¨¢ infectado. "El 30% de la poblaci¨®n mundial es una estimaci¨®n media y equivale a 2.000 millones de personas", apunt¨®.
"La OMS ha pintado un escenario oscuro que no sabemos a qui¨¦n beneficia, pero desde luego, no a los pacientes", insiste Rodr¨ªguez Send¨ªn, "proponer la peor realidad es propio de la novela y el relato corto, pero no de la medicina, que tiene que apostar por la realidad".
"Esto es como criticar a la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico por poner se?ales de peligro en la carretera", sostiene Jos¨¦ Mar¨ªa Mart¨ªn Moreno sin querer entrar en ninguna confrontaci¨®n. "En mi opini¨®n es mejor poner una se?al de precauci¨®n ante una curva dif¨ªcil que confiar en dejarlo todo en manos de un hospital al fondo de un precipicio que est¨¦ debajo de la curva y que atender¨¢ a quienes se despe?en". Por ello, comenta que la OMS "est¨¢ cumpliendo con su papel, que consiste en ocuparse de la coordinaci¨®n internacional para garantizar una respuesta r¨¢pida y eficaz".
"La OMS no ha alarmado", a?ade Juan Jos¨¦ Badiola. "Ante una enfermedad de estas caracter¨ªsticas hay que ponerse en lo peor; siempre estaremos a tiempo de mejorar las previsiones". El presidente de los veterinarios, que ha participado de forma activa en crisis sanitarias como el de las vacas locas o la gripe aviar, no cree que haya cundido el miedo en la sociedad. "Sinceramente y con el m¨¢ximo respeto a mi colega de los colegios de m¨¦dicos no creo que la gente tenga ese grado de alarma. S¨ª existe una preocupaci¨®n, pero esto es algo l¨®gico en todo problema de salud p¨²blica".
Y en este caso, a pesar de la poca agresividad que presenta actualmente el virus, tampoco hay que perder de vista que "al tratarse de un microorganismo de origen animal, se sabe que su evoluci¨®n es imprevisible", apunta Badiola. "Tenemos la experiencia de las tres pandemias anteriores de los a?os 1918, 1958 y 1968, tambi¨¦n de origen animal, en estos casos aviar en lugar de porcina".
Virus en expansi¨®n, poco patog¨¦nico, que afecta especialmente a determinados grupos demogr¨¢ficos y a enfermos cr¨®nicos, que puede mutar, que tiene en vilo a las autoridades sanitarias mundiales... ?Qu¨¦ hay que hacer con todos estos datos?
Contarlos "sin dramatizar ni frivolizar", apunta Jos¨¦ Mar¨ªa Mart¨ªn Moreno. "Estoy convencido de que la sociedad no s¨®lo tiene el derecho a la informaci¨®n sino la madurez suficiente para asimilarla, sin que ello traiga consigo ansiedad". A juicio de este profesor, no puede ser una excusa el argumento de que la sociedad tiene tendencia a la hipocondria y que transforma la informaci¨®n en ansiedad. "Soy de los que opina que, frente a la informaci¨®n confusa y potencialmente enredada, lo que hay que hacer no es reprimir la comunicaci¨®n sino, precisamente, generar m¨¢s y mejor informaci¨®n. Me parece desacertado proponer que no se hable del asunto argumentando el car¨¢cter hipocondr¨ªaco de la poblaci¨®n".
Un ejemplo. ?Es alarmista publicar que la comunidad aut¨®noma de Madrid tiene previsto suspender el 70% de las operaciones programadas si fuera necesario para centrarse en la atenci¨®n de los pacientes de gripe si se disparan los contagios? "A m¨ª me parece positivo como ciudadana trasladar informaciones que transmitan que las administraciones p¨²blicas act¨²an correctamente, con precauci¨®n y trabajan en planes de actuaci¨®n ante los escenarios que se puedan presentar", apunta Carolina Moreno, directora del departamento de Teor¨ªa de los Lenguajes y Ciencias de la Comunicaci¨®n de la Universitat de Val¨¨ncia.
Moreno, responsable del volumen Comunicar los riesgos: ciencia y tecnolog¨ªa en la sociedad de la informaci¨®n, destaca la importancia de transmitir datos "claros, contundentes, que no den lugar a dudas. Y si hay que rectificar sobre informaciones anteriores [como ha sucedido en la consideraci¨®n de los grupos de riesgo] hay que hacerlo y explicarlo bien".
Estos cambios sobre la marcha son casi inevitables en enfermedades de evoluci¨®n incierta, como es el caso de la nueva gripe. Como tambi¨¦n la tendencia de los medios a informar sobre este tipo de crisis en oleadas, a "volcar en exceso su agenda hacia estos temas", seg¨²n sostiene esta profesora universitaria. "Existe el riesgo de que este comportamiento se transforme en un tsunami de datos" que pueden ahogar a quienes van dirigidos y hay que tener en cuenta que "cada persona interioriza la informaci¨®n de una forma".
Moreno, reci¨¦n aterrizada de una estancia en Nueva York, subraya la informaci¨®n de servicio que est¨¢n ofreciendo los medios de comunicaci¨®n estadounidenses sobre esta cuesti¨®n. Y, como Badiola o Mart¨ªn Moreno, tampoco considera que exista una situaci¨®n de alarma social. "No creo que la gente tenga p¨¢nico. Tampoco hubo una reacci¨®n de alarma en la crisis de las vacas locas", recuerda. "Ante este tipo de situaciones o en las crisis alimentarias la gente suele actuar con bastante l¨®gica".
Al tratamiento medi¨¢tico que se dio a la encefalopat¨ªa espongiforme bovina (EEB) o a la crisis de la gripe aviar se refiri¨® tambi¨¦n el presidente de los m¨¦dicos: "No pas¨® nada". Juan Jos¨¦ Badiola, director del Centro de Investigaci¨®n en Encefalopat¨ªas Transmisibles y Enfermedades Emergentes de Zaragoza, no puede estar m¨¢s en desacuerdo. "La EEB sirvi¨® para mejorar espectacularmente la seguridad alimentaria en toda Europa y oblig¨® a las autoridades a tomar medidas, lo que no es poca contribuci¨®n", comenta. Badiola muestra su confianza en que todas estas crisis sirvan para poner el foco en las enfermedades infecciosas: "Estoy persuadido que van a venir muchas en el futuro".
?Impacto limitado?
Medio en broma -"es que soy muy empirista"- y antes de apuntar que ella no cree que exista una epiemia de miedo, Carolina Moreno, profesora de Teor¨ªa de los Lenguajes y Ciencias de la Comunicaci¨®n de la Universitat de Val¨¨ncia, apunta que no existe ninguna encuesta del CIS que sirva para arrojar luz sobre la respuesta y el conocimiento ciudadano ante la crisis de la nueva gripe. Es verdad que no es f¨¢cil medir el impacto que tiene el pat¨®geno en la sociedad y tambi¨¦n es cierto que algunos intentos de medir reacciones ante crisis sanitarias similares han arrojado respuestas sorprendentes.
Es el caso del estudio que hizo en 2007 Ram¨®n Cama?o, profesor de enfermer¨ªa de la misma universidad, basado en otro similar (con parecidos resultados) que antes tuvo lugar en Canad¨¢. Cama?o quiso saber c¨®mo era percibida la gripe aviar y pas¨® una encuesta a tres centenares de alumnos de enfermer¨ªa, medicina, derecho, econ¨®micas, periodismo o comunicaci¨®n audiovisual. El 71,7% de ellos fallaron las preguntas relacionadas con los conocimientos sobre la gripe. Adem¨¢s, el estudio reflej¨® que los medios no provocaban ansiedad entre la poblac¨ª¨®n y que la red era la principal fuente de informaci¨®n, seguida de la televisi¨®n (el medio con menos cr¨¦dito), radio y prensa.
?Suceder¨ªa ahora lo mismo con la gripe A si se repitiera la encuesta ? "Yo dir¨ªa que s¨ª", comenta la profesora Moreno.
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