R¨¦cord de ausencias y mutilaciones
En toda gala de ballet que se respete, suele haber un bailar¨ªn o bailarina espa?oles; da igual el g¨¦nero, pero si es de cl¨¢sico, m¨¢s. Y en Espa?a, una gala como la que se celebra hoy en el Teatro Real de Madrid, que debe ser siempre una fiesta por s¨ª misma, se convierte en un duelo figurado, en un r¨¦cord de ausencias y de mutilaciones, de verdaderas generaciones perdidas.
Se han publicado infinitud de art¨ªculos y elencos de los artistas de danza espa?oles que han vivido y viven desperdigados por el mundo, muchos de ellos con rango de primeras figuras muy notables, otros ganando premios y concursos. Todos esos lamentos bienintencionados llevan a una pregunta: ?por qu¨¦ Espa?a no puede tener una compa?¨ªa de ballet acad¨¦mico en condiciones? De hecho, la tuvo. Una incruenta ola de modernidad mal entendida y a toda costa, la borr¨® del mapa. Hoy hay varios intentos de recrearla desde el sector privado o mixto. Pero dej¨¦monos de marear la perdiz y de zarandajas enga?osas. Si queremos tener una compa?¨ªa de ballet, tiene que ser el Ministerio de Cultura quien la asuma, que por cierto, fue quien en su momento la destruy¨®.
La CND se cre¨® sobre los cimientos arrasados de su precedente
?Se han preguntado los pol¨ªticos cu¨¢nto valen las zapatillas que se gastan?
Hoy ser¨ªa dif¨ªcil juntar en una velada a los 15 mejores bailarines espa?oles
Nacho Duato cre¨® su Compa?¨ªa Nacional de Danza (CND) sobre los cimientos arrasados de su precedente. Ahora se est¨¢ celebrando el 30? aniversario del Ballet Nacional de Espa?a, pero nadie osa decir que otra compa?¨ªa tambi¨¦n cumple 30 a?os, pues la CND es a fin de cuentas la misma estructura jur¨ªdica, patrimonial y funcional que el fenecido Ballet Nacional Cl¨¢sico. Pero eso no se quiere encarar, y el propio Ministerio de Cultura ha alimentado arteramente el subterfugio con celebraciones de 20 a?os con Duato. Es injusto y es mentira. Es intentar maquillar la historia de un fracaso que comprende desde la Administraci¨®n a los artistas.
Con mucha alegr¨ªa hay administraciones que han dicho "vamos a crear un ballet" y tambi¨¦n anuncian "y que se monte un Lago de los cisnes" con la misma frescura de quien deja inaugurado un pantano. Pues no. ?Se han preguntado lo que cuesta un ballet solamente en las zapatillas que se gastan? ?Saben esos pol¨ªticos cu¨¢nto cuesta un par de zapatillas de ballet? Suena metaf¨®rico, pero como el precio del caf¨¦ y los pol¨ªticos. Exactamente lo mismo.
Ahora, la situaci¨®n ante la creaci¨®n de una hipot¨¦tica compa?¨ªa de ballet es m¨¢s complicada que nunca, crisis global interpuesta. Por otra parte, una compa?¨ªa necesita una sede teatral. Eso es ley. Probablemente el mal funcionamiento de nuestros ballets nacionales se debi¨® a que, en realidad, nunca tuvieron un teatro, manteni¨¦ndose errantes y a merced de la caridad de los programadores, con escu¨¢lidas temporadas, poca disposici¨®n orquestal, pocas fechas de ensayo esc¨¦nico, hasta poca publicidad con respecto al resto de las actividades del teatro musical.
La puesta en marcha del Teatro Real de Madrid ha tra¨ªdo buenos ballets dentro de sus temporadas, cada vez mejor, pero al mismo tiempo, sin quererlo, ha reabierto la gran pregunta que es la herida: ?y por qu¨¦ no tenemos un ballet? Una compa?¨ªa nacional de ballet acad¨¦mico, como su nombre indica, debe llamarse Ballet con may¨²sculas, debe ser b¨¢sicamente tutelado por las instancias estatales y puede recabar la cooperaci¨®n de regiones y municipios interesados, que los habr¨¢. Tanto mirar a Europa, hay modelos para todos los gustos. Pero es que adem¨¢s de dinero hacen falta otras ganas. Tener un ballet es cuesti¨®n de varios o muchos a?os. No digo que hoy ya algunos procesos no puedan acelerarse, pero hay una parte artesana del redondeo del producto que necesita tiempo y criterios unificados (esa temida palabra). Y aqu¨ª llegamos al m¨¢s crudo matiz, donde cada maestro tiene su libretilla, que ni siquiera llega a ser un librillo. Y nadie quiere arrimar el hombro con nadie, y todos se ponen a parir entre todos, adem¨¢s de empezar a construir sus casitas particulares por el tejado. Hoy mismo, ser¨ªa dif¨ªcil hacer una gala con los 15 mejores bailarines espa?oles reunidos: muchos de ellos no se hablan entre s¨ª y se ponen verdes en cuanto les dejan. El ballet es as¨ª de ingrato a la vez que tan hermoso. Y as¨ª nos va.
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