Don Fabio, hombre de mucha fe
- "La confianza es oro, el ingrediente m¨¢gico cuyo impacto sobre un grupo
de futbolistas nunca debe subestimarse". - Terry Venables, ex seleccionador ingl¨¦s.
Inglaterra, que abandon¨® el catolicismo por el protestantismo porque al Rey se le antoj¨® cambiar a su mujer por una m¨¢s joven y guapa, no se toma muy en serio la religi¨®n. Es el pa¨ªs europeo en el que menos se cree en la vida despu¨¦s de la muerte. El escepticismo se extiende a aqu¨¦llos que ofrecen el para¨ªso en la tierra. Las grandes ideolog¨ªas que marcaron el destino del siglo XX, el comunismo y el fascismo, tampoco calaron en Inglaterra. Es un pa¨ªs cuyo componente de fe se vuelca ¨²nicamente en un terreno, el f¨²tbol. Y espec¨ªficamente, en su selecci¨®n nacional.
El milagro de Capello como seleccionador de Inglaterra ha sido transmitir a los jugadores la fe ciega de la afici¨®n
Es una fe tenaz, impermeable a la raz¨®n. No han ganado la Copa del Mundo desde 1966, y en aquel caso lo hizo gracias a un juez de l¨ªnea sovi¨¦tico que, evidentemente, odiaba a los ingleses menos que a los alemanes, pero cada vez que se acerca un Mundial se convencen de que van a triunfar. Caen habitualmente en los cuartos de final y la culpa es siempre del entrenador. No se contempla la posibilidad de que sus jugadores sean inferiores a los de los dem¨¢s equipos.
Espa?a es diferente. Quiz¨¢, en parte, porque buena parte de la dosis nacional de fe se ha canalizado durante muchos a?os hacia la religi¨®n y la ideolog¨ªa, la actitud de los espa?oles hacia su selecci¨®n ha sido m¨¢s medida. Bas¨¢ndose con riguroso empirismo en los hechos, los espa?oles se preparan para los Mundiales con pesimista resignaci¨®n.
Hasta hoy, claro. Pero, si las cosas han cambiado, si se cree que esta Espa?a puede triunfar el a?o que viene en Sur¨¢frica, se debe una vez m¨¢s al fr¨ªo uso de la raz¨®n. Espa?a es campeona de Europa y juega al f¨²tbol mejor que nadie: dos verdades tan irrefutables como la teor¨ªa newtoniana de la gravedad.
Los ingleses no han cambiado. Siguen tan convencidos como en 1970, 1986, 1998 y 2006 de que ganar¨¢n en 2010. Hoy, incluso m¨¢s si cabe. La victoria sobre Croacia (5-1) que les clasific¨® esta semana para Sur¨¢frica ha desatado una euforia dif¨ªcilmente superable en caso de que realmente se proclamen campeones el a?o que viene. Creen que la Copa del Mundo ya es suya.
Lo terrible -porque los ingleses en vena triunfante son insoportables- es que quiz¨¢ esta vez no se equivoquen. No juegan ni jugar¨¢n con la elegancia y la fluidez de Espa?a o del otro equipo nacional al que da gusto ver, Holanda. Juegan como los alemanes. Con la eficiencia de una m¨¢quina made in Germany y, lo que es m¨¢s importante, con una tremenda confianza en s¨ª mismos. Y esto se debe, todos los ingleses lo proclaman, a su seleccionador, Fabio Capello.
El milagro que ha logrado Capello desde que asumi¨® el cargo, en enero de 2008, ha sido transmitir a sus jugadores la fe ciega de la afici¨®n. El problema, hasta ahora, hab¨ªa sido que exist¨ªa un abismo entre la idea que los ingleses ten¨ªan en mente de su equipo y el titubeante estado de ¨¢nimo del once que entraba al campo, como si ellos mismos aceptaran que no eran dignos de proclamarse campeones del mundo llegada la hora de la verdad.
Porque los jugadores son pr¨¢cticamente los mismos que fracasaron en Alemania en 2006 y no se clasificaron para la Eurocopa en 2008. La columna vertebral de la selecci¨®n la siguen componiendo John Terry en la defensa, Steven Gerrard en el centro del campo y Wayne Rooney arriba. Las dem¨¢s figuras siguen siendo Frank Lampard, Rio Ferdinand y Ashley Cole. Incluso David Beckham, del que se esperaba todo cuando era capit¨¢n, ah¨ª sigue. Y todav¨ªa no han descubierto un delantero centro que valga la pena (Emile Heskey, que no encontrar¨ªa sitio en ning¨²n equipo de la Primera Divisi¨®n espa?ola, jug¨® el mi¨¦rcoles contra Croacia). En cuanto al portero, el de hoy -seguro que cambiar¨¢ ma?ana- es tan alarmantemente imprevisible como todos los que ha tenido Inglaterra desde que se retir¨® Peter Shilton hace 20 a?os.
Quiz¨¢ resulte que los ingleses no se han equivocado; que, como bien demuestra el caso de otra selecci¨®n cuya afici¨®n cree poseer el derecho divino a ser campeona del mundo, Argentina, el entrenador sea la figura determinante. Los ingleses se r¨ªen de la religi¨®n, pero esta vez su fe en san Fabio -lo sabe Espa?a como lo saben Brasil y los dem¨¢s aspirantes serios al Mundial 2010- no es ninguna broma.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.