La compa?era que desafi¨® a Lula
La ecologista m¨¢s popular fuerza al presidente a revisar su plan de sucesi¨®n
Los cuidadosos planes del presidente brasile?o, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, para organizar su sucesi¨®n en octubre del a?o pr¨®ximo, han saltado por los aires despu¨¦s de conseguir que Dilma Rousseff, la mujer elegida, logre una victoria aplastante en la primera vuelta. Nada de plantear las elecciones como un plebiscito sobre su propio mandato. Toda la estrategia deber¨¢ ser revisada por culpa de otra mujer: la ecologista y ex ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, que se ha pasado al Partido Verde y que ser¨¢ tambi¨¦n, casi con toda seguridad, candidata presidencial.
El anuncio de Marina Silva de que abandonaba el Partido de los Trabajadores (PT), en el que pele¨® durante 30 a?os, codo a codo con Lula, ha ca¨ªdo como un verdadero mazazo en la pol¨ªtica brasile?a. Silva llevaba un a?o y medio en silencio, desde que dimiti¨® como ministra de Medio Ambiente, convencida de que sus audaces pol¨ªticas sobre desarrollo sostenible en la Amazonia eran boicoteadas por otros miembros del Gobierno, especialmente por la poderosa Rousseff, Ministra de la Casa Civil (una especie de primera ministra en la sombra).
El terremoto se debe no tanto a las expectativas reales de Silva como al hecho de que desbarata los proyectos de Lula e introduce un fuerte elemento de incertidumbre. La pelea presidencial no ser¨¢ ya un duelo entre Rousseff, de 62 a?os, y el gobernador de S?o Paulo, Jos¨¦ Serra, de 67, l¨ªder del Partido de la Social Democracia Brasile?a (PSDB), como estaba previsto, sino una batalla mucho m¨¢s abierta. Tal vez se animen a participar otros candidatos que disputen en primera vuelta el voto de izquierda del PT.
Lula ha parecido ignorar hasta ahora la escasa popularidad de Rousseff, famosa por su fuerte car¨¢cter y su mano de hierro, pero poco valorada en las encuestas, convencido, quiz¨¢s, de que su enorme prestigio y su amplio cr¨¦dito pol¨ªtico ser¨ªan m¨¢s que suficientes para inclinar, en su momento, la balanza electoral a favor de su elegida. Aunque la proclamaci¨®n de candidatos todav¨ªa no es efectiva, y el PT prefiera repensarse las cosas, nadie conf¨ªa en que Lula d¨¦ su brazo a torcer y deje caer la candidatura de Roussef.
La personalidad de Silva, de 51 a?os, negra, de or¨ªgenes humild¨ªsimos como Lula, y con un fuerte sentido ¨¦tico de la pol¨ªtica, le pone, sin embargo, las cosas mucho m¨¢s dif¨ªciles. Su llegada al ruedo electoral, con connotaciones que hacen recordar la candidatura de Barack Obama, en Estados Unidos, puede desviar la atenci¨®n de muchos j¨®venes, interesados en sus ideas medioambientales. Silva, heredera del m¨ªtico ecologista Chico Mendes, asesinado en 1988 por terratenientes de la Amazonia, es, adem¨¢s, una persona dotada de simpat¨ªa personal y un car¨¢cter dialogante, que obligar¨¢ a colocar sobre el tapete electoral la delicada cuesti¨®n del desarrollo sostenible de la Amazonia.
Lula no puede concurrir a un tercer mandato presidencial seg¨²n la Constituci¨®n brasile?a, y aunque cuenta con una aceptaci¨®n superior al 80%, se ha negado a promover ning¨²n cambio legislativo en ese sentido. El presidente ha desarrollado una pol¨ªtica pragm¨¢tica no s¨®lo en el campo de la econom¨ªa, sino tambi¨¦n de las alianzas pol¨ªticas, hasta el extremo de obligar recientemente al PT a apoyar la continuidad de Jos¨¦ Sarney, l¨ªder del Partido del Movimiento Democr¨¢tico Brasile?o (PMDB) como presidente del Senado, pese a las m¨²ltiples acusaciones de corrupci¨®n que pesan sobre ¨¦l. El PMDB puede resultar b¨¢sico para apuntalar a Rousseff en una eventual segunda vuelta presidencial.
Si al final es la econom¨ªa la que acaba decidiendo muchas elecciones, Lula tiene a¨²n una importante baza en sus manos. Brasil acaba de salir de la recesi¨®n, con una subida de 1,9% del PIB en el ¨²ltimo trimestre. Las previsiones de crecimiento para 2010 son del 5%. ?se es el mejor sue?o del ex sindicalista que se convirti¨® en uno de los dirigentes m¨¢s populares del mundo: dejar el mando con el pa¨ªs creciendo. Lula hab¨ªa profetizado que la crisis en Brasil iba a ser s¨®lo una marejadilla. Entonces nadie le crey¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.