"La Amazonia no es un santuario inviolable"
Marina Silva tiene una imagen fr¨¢gil, que desmiente su biograf¨ªa. Nacida hace 51 a?os en una familia pobr¨ªsima de seringueros (recolectores de caucho) trabaj¨® desde ni?a en el campo como criada y fue analfabeta hasta los 15 a?os. Aprendi¨® a leer en un convento, antes de dedicarse al sindicalismo y de convertirse en estrecha colaboradora del legendario ecologista Chico Mendes. Termin¨® doctor¨¢ndose en Historia. Casada, tiene cuatro hijos (de 21 a 10 a?os). Silva ha pasado por una larga trayectoria pol¨ªtica en el Partido de los Trabajadores (PT) sin perder fuerza en la defensa de sus ideas y sin que nadie la haya acusado jam¨¢s de corrupci¨®n. Su desembarco hace un mes en el Partido Verde, desde donde probablemente aspirar¨¢ a la presidencia del pa¨ªs, ha causado un terremoto pol¨ªtico.
"Ya no existe el peligro de destruir lo que se construy¨® en 16 a?os"
"Si hoy la corrupci¨®n se ve m¨¢s es porque se investiga m¨¢s"
"Yo querr¨ªa hacer algo parecido a lo que hizo el PT hace 20 a?os"
"Ha llegado el momento de crear una nueva estrategia para Brasil"
En su austero despacho en el Senado, Marina Silva se esfuerza en no lanzar ni el menor ataque contra Lula. Incluso responde con bromas a la acusaci¨®n del presidente de que la campa?a de Silva ser¨¢ "samba de una sola nota". "Est¨¢ siendo generoso porque me brinda uno de los lemas de su propia campa?a, que era, ese s¨ª, de una sola nota: "Lula-la", se r¨ªe. Sin embargo, la senadora tiene buen cuidado de referirse siempre al progreso de Brasil como "un proceso de los ¨²ltimos 16 a?os", es decir, que se inicia con Fernando Henrique Cardoso y no con Lula.
Pregunta. ?Qu¨¦ ha cambiado en Brasil desde que lleg¨® Lula?
Respuesta. Ha habido algunas conquistas importantes. Por ejemplo, relaci¨®n con el equilibrio fiscal y a la estabilizaci¨®n de la moneda, lo que ha permitido atravesar la actual crisis con alguna tranquilidad. Con la llegada de Lula se produjo un cierto sobresalto, pero yo dir¨ªa, como dato muy positivo, que la democracia esta ya consolidada y que hemos tenido avances notables en la agenda social. Brasil ten¨ªa ¨ªndices de pobreza inaceptables y en los ¨²ltimos a?os se han reducido en un 19%.
P. ?Por qu¨¦ se march¨® usted del Gobierno Lula?
R. No sent¨ªa que tuviera el apoyo necesario para mantener las pol¨ªticas medioambientales tal como fueron concebidas. Pas¨® a finales de 2007. En tres a?os, nuestro plan hab¨ªa conseguido disminuir la deforestaci¨®n en un 57%, pero al no cumplirse otras directrices, en la Amazonia volvi¨® el riesgo de que se volviera a reanudar la destrucci¨®n de la selva. Tomamos medidas dr¨¢sticas, como prohibir el cr¨¦dito a empresas ilegales, llevar a la c¨¢rcel no s¨®lo al que destru¨ªa la selva, sino tambi¨¦n al que plantaba, produc¨ªa y exportaba. Se cre¨® una gran tensi¨®n y tanto yo, como mi equipo, vimos que el Gobierno estaba dispuesto a derogar esas medidas.
P. Hay un gran debate sobre hasta d¨®nde puede desarrollarse la Amazonia.
R. El t¨¦rmino socio-ambientalismo, que significa integrar la protecci¨®n de la selva con el desaf¨ªo de promover la inclusi¨®n social, fue acu?ado en la Amazonia a partir de la lucha de Chico Mendes. Para nosotros, los de la Amazonia, esa visi¨®n de la defensa del medio ambiente nunca fue interpretada en t¨¦rminos de conservar esa tierra como un santuario inviolable. Desde los inicios, todo el esfuerzo vers¨® sobre c¨®mo integrar medio ambiente y desarrollo econ¨®mico en una misma ecuaci¨®n, sabiendo que no es posible repetir con la Amazonia los errores que ya se hicieron con la Mata Atl¨¢ntica (de la que queda s¨®lo un 5%) o del Cerrado, (la meseta brasile?a, cuya destrucci¨®n ha llegado ya al 50%). La Amazonia ha sido destruida en un 17%.
P. ?Culpa a Lula del fallo de la pol¨ªtica ambiental?
R. No se trata de personalizar. El problema de asumir la econom¨ªa sostenible como estrategia es algo complicado que no existe todav¨ªa en ning¨²n lugar del mundo y que ning¨²n partido asume completamente. Lo que el Partido Verde y yo estamos haciendo es innovador y no podemos satanizar a los dem¨¢s por no haberlo hecho a¨²n. Lo que hay que criticar es que se siga perdiendo tiempo cuando ya es posible hacer que Brasil d¨¦ ese paso, porque re¨²ne las mejores condiciones para ello.
P. ?Mantendr¨ªa usted la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno Lula?
R. Los procesos son acumulativos. No existe espacio para procesos nihilistas en relaci¨®n con lo ya conquistado. Existe un reconocimiento de que en los ¨²ltimos 16 a?os Brasil consigui¨® el equilibrio fiscal y la estabilizaci¨®n de la moneda, junto con la gran innovaci¨®n que introdujo Lula y que fue la cuesti¨®n de la distribuci¨®n de renta. Todo ello debe ser preservado. Creo que tenemos espacios para mejorar, y que ya no existe el peligro de que se destruya todo lo que se fue construyendo en los ¨²ltimos 16 a?os.
P. Tras el descubrimiento de nuevos yacimientos de petr¨®leo y de gas en Brasil, se empieza a hablar de un cierto nacionalismo.
R. Brasil tiene una econom¨ªa de mercado, abierta. Es leg¨ªtimo que los pa¨ªses quieran usar sus recursos naturales en beneficio de su pueblo, lo que no significa que nos vayamos a cerrar como una isla. Hoy es imposible pensar en cerrar puertas al capital extranjero. Lo que pasa es que, a veces, algunas empresas extranjeras querr¨ªan actuar aqu¨ª con una flexibilizaci¨®n de la legislaci¨®n ambiental que no tienen ni en sus propios pa¨ªses. Eso no puede ser.
P. Uno de los grandes retos de Brasil es la corrupci¨®n, que se ha incrustado en todas las instituciones, de forma alarmante.
R. A¨²n reconociendo que Brasil tiene problemas graves de corrupci¨®n no osar¨ªa decir que Lula no ha hecho nada a ese respecto. ?l puso en marcha sistemas de control y ampli¨® significativamente la capacidad de investigaci¨®n de la Polic¨ªa Federal. Cuando fui ministra de Medio Ambiente llevamos a la c¨¢rcel a 725 personas. Muchas de ellas eran servidores p¨²blicos. Sin la libertad de investigaci¨®n dada a la polic¨ªa por el Gobierno eso hubiese sido impensable. Si hoy la corrupci¨®n se ve m¨¢s es porque se investiga m¨¢s.
P. En una hipot¨¦tica segunda vuelta en 2011, ?dar¨ªa usted sus votos a la candidata de Lula o al candidato socialdem¨®crata de la oposici¨®n?
R. No puedo hablar aun como candidata, pero creo que el debate debe ser sobre ideas y que la ¨¦tica debe prevalecer. Yo nunca mentir¨ªa respecto a la honorabilidad de alguien para ganar unas elecciones. Y desde un punto de vista pol¨ªtico, lo que creo es que si me presento ser¨¢ con la aspiraci¨®n de llegar a esa segunda vuelta. Yo querr¨ªa hacer algo parecido a lo que hizo el PT hace 20 a?os, cuando rompi¨® con los partidos tradicionales. Ha llegado otra vez el momento de unir a todas las fuerzas, sociales, pol¨ªticas, intelectuales del pa¨ªs, para crear una nueva estrategia para Brasil.
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