"El di¨¢logo es se?al de fuerza"
El negocio de Jonas Gahr Stoere es la paz, pero sabe de violencia. Sobrevivi¨® a un atentado talib¨¢n el a?o pasado en un hotel de Kabul que dej¨® un saldo de seis muertos, entre ellos un periodista noruego que viajaba con ¨¦l. Stoere, ministro de Asuntos Exteriores de Noruega, no ha permitido que el trauma y el horror de aquel incidente diluya el esmero con que su Gobierno insiste en inmiscuirse en los asuntos de pa¨ªses lejanos, promocionando siempre el di¨¢logo como soluci¨®n a los conflictos.
Noruega es un pa¨ªs de apenas cinco millones de habitantes, extremadamente rico debido a la abundancia que posee de petr¨®leo y gas natural. El Kuwait del norte invierte casi mil millones de euros al a?o en la mediaci¨®n de conflictos armados, lo cual permite al Gobierno de Noruega un papel en la pol¨ªtica internacional muy por encima de su tama?o. Expertos en c¨®mo hacer la paz, con experiencia de di¨¢logo acumulada en cuatro continentes desde el final de la Guerra Fr¨ªa, act¨²an directamente a trav¨¦s de sus diplom¨¢ticos o a trav¨¦s del Centro Henri Dunant, organismo especializado en la mediaci¨®n cuyo principal contribuyente es el Gobierno de Noruega. Stoere, conocida figura en los foros internacionales, es el l¨ªder noruego de la pol¨ªtica de la paz.
Pregunta. No todo el mundo est¨¢ favor del di¨¢logo como soluci¨®n a los conflictos violentos.
Respuesta. S¨ª. Hay quienes insisten en que el di¨¢logo es se?al de debilidad. No estoy de acuerdo. Digo que el di¨¢logo es se?al de fuerza. ?Por qu¨¦? Porque participar en un di¨¢logo no significa abandonar tus valores y principios; significa ocupar el centro pol¨ªtico, el lugar donde la gente real vive. Los que dicen que hay que estar con nosotros o en contra no est¨¢n haciendo caso a la gente decente de a pie. Si no usamos el di¨¢logo en nuestras culturas multiculturales lo que tenemos es un mon¨®logo, y eso nos hace menos sagaces, m¨¢s tontos, m¨¢s peligrosos, y logra que definamos nuestras identidades en oposici¨®n a las identidades de otros.
P. Noruega habla muchas veces con grupos que ciertos Gobiernos consideran terroristas, por ejemplo con Ham¨¢s en Palestina. ?Qu¨¦ opina EE UU de esto?
R. Tenemos la valent¨ªa de decirles incluso a nuestros amigos m¨¢s cercanos, como los norteamericanos, que hablaremos con Ham¨¢s, que hablaremos con todas las partes en el conflicto de Oriente Pr¨®ximo. Ahora, la posici¨®n p¨²blica de Estados Unidos sobre este tema es una, pero lo que dicen en privado es otra cosa. Condoleezza Rice [la secretaria de Estado de George W. Bush] nos dijo en septiembre que nuestra actuaci¨®n con los palestinos ten¨ªa valor para el proceso de paz. Hillary Clinton tambi¨¦n ha expresado su aprecio por el trabajo que hacemos. Y la UE tambi¨¦n. Comparten nuestro an¨¢lisis de que hay que hablar con todas las partes en Palestina, sin excluir a Ham¨¢s, y se lamentan de no poder hacerlo. Todos entienden que hay cosas que podemos hacer los peque?os pa¨ªses que los grandes no pueden. Podemos intentar cosas sin pagar un precio pol¨ªtico.
P. ?Por qu¨¦ Noruega?
R. Tenemos una larga tradici¨®n misionera y de ayuda humanitaria en todos los rincones del mundo, lo cual nos da conocimiento y acceso a la gente local en los lugares de conflicto, por ejemplo en la frontera entre Pakist¨¢n y Afganist¨¢n. Noruega no posee bagaje colonial ni tiene intereses econ¨®micos en estos lugares, lo cual hace que Noruega sea vista como una interlocutora honesta. Intervenimos s¨®lo en pa¨ªses en los que no tenemos intereses nacionales obvios en juego. El hecho de que carecemos de peso militar, estrat¨¦gico, financiero y pol¨ªtico es nuestra fuerza. Si sumas eso a la experiencia que tenemos acumulada en la mediaci¨®n entonces se explica que las fuerzas pol¨ªticas de Filipinas, Sri Lanka, Oriente Pr¨®ximo, Am¨¦rica Latina y otros acudan a nosotros.
P. ?Pero tiene que ver alg¨²n inter¨¦s nacional noruego entre tanto altruismo?
R. S¨ª. Tener estas redes internacionales y conocimiento y experiencia sobre el terreno en muchos lugares conflictivos nos da un acceso a la mesa de los grandes del mundo que no tendr¨ªamos si no hici¨¦ramos este tipo de trabajo.
P. ?Obama cambia las cosas? ?Le dar¨¢ m¨¢s importancia al papel mediador de Noruega?
R. Creo que Obama entiende que el instrumento m¨¢s potente en la caja de herramientas que posee es el di¨¢logo, que va ligado a la potencia militar, claramente. Con lo convencidos que estamos en Occidente de representar valores universales, negarnos al di¨¢logo no es la forma de influir en el resto del mundo o de maximizar nuestros intereses.
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