Brasil se crece
El armamento comprado a Francia certifica las aspiraciones globales del pa¨ªs latinoamericano
La compra a Francia de armamento por un valor inicial de 8.700 millones de euros certifica, si fuera necesario a estas alturas, la voluntad de Brasil de convertirse tambi¨¦n en la indiscutible potencia militar del subcontinente. En el paquete, solemnizado por una visita de Sarkozy a Brasilia, figuran desde un submarino nuclear hasta medio centenar de helic¨®pteros y 36 aviones de combate Rafale, cuya tecnolog¨ªa facilitar¨¢ Par¨ªs a su boyante socio. No parece probable que el gigante latinoamericano vaya a tener problemas para pagar la factura si maneja adecuadamente sus nuevos y vastos descubrimientos petrol¨ªferos marinos. En buena medida, el horizonte inmediato de un pa¨ªs donde todav¨ªa existe una enorme pobreza depende del uso riguroso de esos recursos. Un gran reto.
Que Brasil, que ha renunciado al arma nuclear, pretenda dotarse de unas fuerzas armadas decisivas resulta coherente con el papel de gran poder regional, pero no s¨®lo, que el presidente Lula ambiciona en una Latinoam¨¦rica mucho m¨¢s unida que hoy. El gigante cr¨®nicamente atrofiado hasta hace algunos a?os aspira a un asiento en el Consejo de Seguridad y aparece ahora en cualquier lista de los pocos pa¨ªses que contar¨¢n en el siglo XXI. No hay foro de largo alcance, pol¨ªtico o econ¨®mico, en el que no comience a jugar ya un papel que muy pocos habr¨ªan aventurado. Los logros brasile?os han ido desplazando el centro de gravedad latinoamericano en detrimento claro de un M¨¦xico que, abismado en sus enormes dificultades de toda ¨ªndole, aspiraba a ese papel de im¨¢n.
Pese a sus claroscuros -desde una sostenida corrupci¨®n hasta el ocasional alineamiento internacional con reg¨ªmenes impresentables- el gran salto de Brasil se debe en buena medida a los casi siete a?os de izquierdismo pragm¨¢tico de Lula y a la siembra econ¨®mica dejada por su predecesor, Fernando Henrique Cardoso. Desde su llegada al poder, el ex l¨ªder sindical ha tenido el raro coraje de mantener una pol¨ªtica econ¨®mica responsable, que entre otros logros ha sacado de la miseria a millones de sus compatriotas. En una regi¨®n con frecuencia pendular, Lula da Silva ha demostrado que existen modelos de desarrollo y comportamiento pol¨ªtico mucho m¨¢s productivos y funcionales que los que proponen Hugo Ch¨¢vez y sus admiradores. Ese contrapeso pr¨¢ctico al demag¨®gico discurso bolivariano en auge es uno de sus mayores servicios a los americanos.
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