Alternativas fiscales

Espa?a probablemente terminar¨¢ el a?o con un d¨¦ficit pr¨®ximo al 10% y una deuda p¨²blica alrededor del 55% del producto interior bruto (PIB). En 2007, las cuentas p¨²blicas contaban con un super¨¢vit superior al 2% y una deuda del 38% del PIB. Calc¨²lese el gigantesco esfuerzo fiscal de estos dos ¨²ltimos a?os, empleado en sacar a nuestro pa¨ªs de la Gran Recesi¨®n mundial (planes de est¨ªmulo) y en sostener al sistema financiero (planes de rescate). El primer debate debe ser, entonces, sobre la eficacia de estos planes, sobre su coherencia y fortuna, dado que la econom¨ªa espa?ola ha decrecido en el segundo trimestre del a?o a un -4,2% en tasa interanual y que el paro ronda el 18% de la poblaci¨®n activa. ?Qu¨¦ tipo de desastre hubiese ocurrido si no se hubiesen utilizado 12 puntos de d¨¦ficit y 17 puntos de deuda en apuntalar la coyuntura?

En dos a?os el esfuerzo fiscal ha sido de 12 puntos de d¨¦ficit y 17 de deuda. ?Con qu¨¦ efectos?

En estas condiciones el segundo debate no puede ser si se han de subir los impuestos o no, sino cu¨¢ndo hay que incrementarlos, cu¨¢les de ellos, en qu¨¦ cuant¨ªa y a qui¨¦nes. Qu¨¦ tipo de reforma fiscal se requiere. La retirada de los planes de est¨ªmulo y de rescate depende del ritmo de recuperaci¨®n de cada pa¨ªs, pero no puede retrasarse indefinidamente. Para volver a una cierta ortodoxia de las cuentas p¨²blicas (sin regresar a los fundamentalismos como el del d¨¦ficit cero, que tanto da?o hicieron), la pol¨ªtica a aplicar deber¨¢ ser una mezcla de austeridad en el gasto, endeudamiento en los mercados y aumento de los ingresos presupuestarios. Para esa austeridad del sector p¨²blico el Gobierno puede contar con la ayuda de la oposici¨®n, ha dicho en el Parlamento Mariano Rajoy, pero con una condici¨®n imposible de cumplir: que los impuestos no suban. Como adem¨¢s Rodr¨ªguez Zapatero se ha obligado a otra constricci¨®n, por principio ideol¨®gico -que el gasto social no puede reducirse en tiempos de crisis- las partidas de gasto corriente (sueldos de los funcionarios, subvenciones, reducci¨®n de altos cargos...) que se pueden aminorar no son suficientes para paliar de modo significativo el d¨¦ficit p¨²blico. La deuda p¨²blica ya se est¨¢ utilizando, como indica su aumento, aprovechando las todav¨ªa buenas condiciones del mercado; en lo que va de a?o, por ejemplo, el Tesoro ha colocado bonos y letras por valor de alrededor de 140.000 millones de euros, una cifra r¨¦cord.

Ahora ha llegado el tiempo de los impuestos. De lo que se sabe -despu¨¦s de las declaraciones contradictorias y de los globos sonda del pasado verano- parece desprenderse lo siguiente: en los pr¨®ximos Presupuestos Generales del Estado se tocar¨¢ el impuesto sobre la renta de las personas f¨ªsicas para eliminar la deducci¨®n lineal de 400 euros a 16 millones de contribuyentes, que se introdujo el pasado ejercicio para aumentar el consumo, y que ha resultado uno de los mayores fiascos fiscales de la historia de la democracia. ?Alguien se har¨¢ la autocr¨ªtica de esa ocurrencia? Segundo, se incrementar¨¢ el tipo ordinario del impuesto sobre el valor a?adido, del 16% al 18%, que a¨²n quedar¨¢ por debajo del que tienen algunos de los pa¨ªses europeos vecinos. Tercero, se subir¨¢ del 18% al 20% el impuesto sobre las plusval¨ªas (rentas del capital). Cuarto, se incrementar¨¢n de nuevo los impuestos especiales a las gasolinas y los alcoholes. Y todav¨ªa no se conoce si se alzar¨¢, aunque s¨®lo sea testimonialmente y por est¨¦tica, ya que tiene poco valor recaudatorio, el 1% a los beneficios de las sociedades de inversi¨®n en capital variable (Sicav) y se restaurar¨¢ el impuesto sobre el patrimonio a las fortunas m¨¢s altas. Todo ello est¨¢ pendiente de las dif¨ªciles negociaciones parlamentarias que mantienen los socialistas para conseguir los apoyos pol¨ªticos suficientes para la aprobaci¨®n de los Presupuestos 2010.

La coyuntura var¨ªa con gran volatilidad en todos los pa¨ªses, el Gobierno se mueve para, con mejor o peor fortuna y determinaci¨®n, combatir sus peores efectos. ?Y el PP? Permanece inmutable. Pide la bajada de impuestos con super¨¢vit, con un d¨¦ficit dentro de los criterios del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la eurozona (menos del 3%), y con un d¨¦ficit del 10%, lo que indica que su respuesta es ideol¨®gica. Su plan de reformas, que tiene fecha del pasado mes de abril y que es gen¨¦rico por naturaleza, no ha variado ni un ¨¢pice. ?Nadie trabaja ah¨ª dentro? ?O no quieren desgastarse con medidas impopulares?