Cooperar para transformar

La lucha contra la pobreza no admite condicionantes. Es m¨¢s, en tiempos de crisis el compromiso con el desarrollo de las personas olvidadas tiene que ser mayor que nunca, porque asistimos a una aut¨¦ntica crisis humanitaria y, en consecuencia, a una crisis de humanidad. En este contexto, el Departamento de Empleo y Asuntos Sociales est¨¢ comprometido con la cooperaci¨®n al desarrollo. Es nuestra carta de presentaci¨®n al exterior y debe por ello marcar la impronta de nuestros principios progresistas de solidaridad, igualdad y fomento de la libertad individual. Es parte de nuestra pol¨ªtica p¨²blica de extensi¨®n de derechos, de ampliaci¨®n del concepto de ciudadan¨ªa y de promoci¨®n de comunidades integradas y cohesionadas. Porque los derechos sociales son inseparables de los derechos civiles y pol¨ªticos.

Euskadi es un donante activo del sistema de cooperaci¨®n al desarrollo

Por eso, los costes de la crisis tienen que ser distribuidos de la manera m¨¢s equitativa posible. No la pueden pagar los m¨¢s d¨¦biles. Est¨¢ bien que los pa¨ªses ricos reaccionen con rapidez ante una situaci¨®n que afecta a su ciudadan¨ªa hasta l¨ªmites dram¨¢ticos. Pero esto no debe suponer ning¨²n retraso en la respuesta que tambi¨¦n merecen la pobreza y la marginaci¨®n en el mundo.

Seg¨²n Naciones Unidas, la actual recesi¨®n puede causar la muerte de entre 200.000 y 400.000 menores de cinco a?os y se calcula que s¨®lo durante 2009 caer¨¢n en la pobreza extrema 46 millones de personas. Por eso, hay que poner en valor la dignidad humana amenazada y los recursos y capacidades inutilizados que representan 1.000 millones de personas con hambre. Las cifras aterradoras nos deben de movilizar para aunar esfuerzos y abordar con mayor eficacia los objetivos comunes de contribuir a la erradicaci¨®n de la pobreza, a la promoci¨®n del desarrollo humano y sostenible, y al respeto y protecci¨®n de los derechos humanos de mujeres y de hombres.

En los ¨²ltimos a?os, Euskadi se ha convertido en un donante activo del sistema de cooperaci¨®n al desarrollo descentralizado, y la puesta en marcha de la Agencia Vasca de Cooperaci¨®n para el Desarrollo en 2010 supondr¨¢ una oportunidad para consolidar una pol¨ªtica p¨²blica con valor a?adido, que incorpore de manera eficiente nuevos actores e instrumentos para movilizar al m¨¢ximo las capacidades existentes. La Agencia tiene entre sus retos mejorar la gesti¨®n y desarrollar los mecanismos necesarios para evaluar el impacto de la ayuda en coherencia con la agenda de la eficacia. La Universidad puede se una gran aliada. Necesitamos metodolog¨ªa, formaci¨®n continua para los profesionales e incorporar los aprendizajes en la gesti¨®n.

La responsabilidad compartida con la sociedad civil organizada es otra de las se?as de identidad de la cooperaci¨®n vasca. Conocemos el papel protagonista de las ONGD en el terreno. Pero su trabajo de sensibilizaci¨®n en nuestros pueblos y ciudades tambi¨¦n merece especial atenci¨®n. Igual que la labor de los cooperantes, porque ellos son los mejores embajadores de nuestra solidaridad en el mundo. Gracias al compromiso solidario de todos, de las personas voluntarias, universitarias, profesionales o cooperantes, y tambi¨¦n de las administraciones p¨²blicas, la cooperaci¨®n vasca al desarrollo est¨¢ cada vez m¨¢s extendida y reconocida.

A ello han contribuido, sin duda, los primeros profesionales humanitarios que, en la d¨¦cada de los 90, cuando la sociedad civil vasca empezaba a movilizarse por el 0'7%, se desplazaron para poner en marcha las primeras intervenciones de nuestra cooperaci¨®n. Entonces ya estaban all¨ª los misioneros. Menci¨®n especial merece su labor pionera.

Como s¨ªmbolo a su trabajo solidario y, en particular, en reconocimiento al trabajo del padre Ellacuria en El Salvador, desde 2008 el Premio a la Persona Cooperante concedido por el Gobierno vasco pas¨® a denominarse Premio Ignacio Ellacuria. En noviembre de este a?o se cumplir¨¢ el 20 aniversario de su asesinato. Nuestro homenaje ser¨¢ la entrega de este premio en su ciudad natal, Portugalete, en el marco de una serie de actividades para divulgar su figura y legado. Recordaremos que pocos d¨ªas antes de su asesinato nos dijo que "esta civilizaci¨®n est¨¢ gravemente enferma y para evitar un desenlace fat¨ªdico y fatal es necesario intentar cambiarla".

Confiamos en que su ejemplo y el esfuerzo compartido de las personas que cooperamos sirva para que cuando llegue nuestra ayuda, ¨¦sta sea transparente, profesional y eficaz. ?ste es nuestro compromiso para cambiar las cosas: que la solidaridad internacional vasca nos permita esa transformaci¨®n por la igualdad y con criterios de justicia social.

Marta Ares Godoy es directora de Cooperaci¨®n del Gobierno vasco