Dan Brown pasa del Opus Dei a la masoner¨ªa
El popular autor lanza cinco millones de ejemplares de 'El s¨ªmbolo perdido'
La sala principal de la Casa del Templo de Washington, una de las sedes del Consejo Supremo n¨²mero 33 de los francmasones, est¨¢ erigida en forma de pir¨¢mide. Una imponente claraboya, adornada por im¨¢genes de ¨¢guilas bic¨¦falas, arroja luz sobre un altar, al que rodea una inscripci¨®n en letras doradas: "Desde la luz de la palabra divina, el logos, procede la sabidur¨ªa de la vida y el fin de la iniciaci¨®n". Sobre ese altar reposan los textos sagrados de la humanidad, con la Biblia entre ellos.
Dan Brown, autor de El C¨®digo Da Vinci, visit¨® este templo mas¨®n en numerosas ocasiones mientras se documentaba para su nueva novela, El s¨ªmbolo perdido, publicada ayer en EE UU con una tirada de cinco millones de ejemplares. En esta sala est¨¢n las soluciones a los muchos enigmas que plagan la nueva entrega de las aventuras del profesor Robert Langdon. Aqu¨ª, a simple vista, est¨¢ la raz¨®n por la que un eunuco tatuado y muscular rapta al mentor de Langdon para someterle a un violento juego de ajedrez sobre el mapa de Washington, trazando l¨ªneas que dibujan figuras esot¨¦ricas y arcanas.
El nuevo libro de Brown tiene todos los condimentos de sus predecesores: secretos hist¨®ricos y simbolog¨ªas art¨ªsticas. Material de r¨¢pido ascenso en las listas de ventas de ficci¨®n. El C¨®digo Da Vinci, publicado en 2003, ya ha vendido 80 millones de copias. Ayer, las librer¨ªas de Washington guardaban cientos de ejemplares para clientes que llevaban en lista de espera desde hac¨ªa meses.
La trama de la nueva novela est¨¢ calcada de aquel ¨¦xito anterior. El profesor es puesto a prueba por un cruel fan¨¢tico que se aprovecha de su clarividencia para desvelar un secreto que le dar¨¢ un poder ilimitado. En lugar del Priorato de Si¨®n, el Opus Dei o los templarios, en esta ocasi¨®n la trama la marcan y la dominan casi ¨ªntegramente los masones y sus artificiosas pr¨¢cticas ideol¨®gicas y arquitect¨®nicas.
"Como todo escritor, Brown ha mezclado historia y ficci¨®n en su libro", explica el gran archivero y gran historiador del Consejo Supremo 33, Arturo de Hoyos. Hay muchos elementos inventados en la novela. De Hoyos ense?a el edificio, copiado del antiqu¨ªsimo Mausoleo de Halicarnaso, mientras explica al visitante que los masones son, en realidad, una fraternidad que luch¨® por los valores de la igualdad y el buen gobierno durante la guerra de independencia americana, defendiendo los ideales de la Ilustraci¨®n.
Muchos padres fundadores y el primer presidente fueron masones. Dan Brown lo ha tenido en cuenta a la hora de ambientar su nueva novela. George Washington us¨® un rito mas¨®n para colocar la primera piedra del Capitolio. Un total de 13 masones firm¨® la Constituci¨®n americana. Y se sospecha que el arquitecto franc¨¦s que dise?¨® la ciudad, Pierre L'Enfant, era tambi¨¦n mas¨®n y plag¨® el mapa de s¨ªmbolos relativos a tal hermandad.
Entre ellos se mueven Lang-don y su archienemigo, Malakh, cuyo nombre significa ¨¢ngel en la tradici¨®n b¨ªblica hebrea. El fondo es rico en simbolog¨ªa. La forma, el estilo de la novela, es sencillo, poco elaborado a veces, simple pretexto para la trama. Dan Brown ha tenido ilustres precursores en el menester de diseccionar a los masones, como Umberto Eco y su El p¨¦ndulo de Foucault. Pero Brown est¨¢ lejos de Eco. No es semi¨®logo ni historiador. Es escritor de ¨¦xito. Su intenci¨®n es entretener. Y con su nueva novela contentar a sus adeptos.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.