Los sabuesos del arte se confiesan
Responsables de Interpol y FBI cuentan su combate contra los ladrones de piezas
No se pone a sonar una fanfarria de Henry Mancini, ni la estrella adquiere un tremendo e inesperado sex appeal, ni todo parece a punto de salir mal pero resulta un ¨¦xito en el ¨²ltimo momento. El robo de obras de arte, tercer negocio criminal en volumen de dinero (entre seis y diez mil millones de d¨®lares, por detr¨¢s de las armas y las drogas), no es exactamente como en una pel¨ªcula de Hollywood. "Los ladrones no son tipos sofisticados. Son delincuentes de la peor clase", explic¨® ayer en Avil¨¦s el director del departamento del FBI para estos asuntos, Robert K. Wittman. "Normalmente se dedican a atracar bancos y a asesinar a la gente. ?Qu¨¦ tiene de glamouroso entrar a punta de pistola en un museo, mandar a todo el mundo al suelo y llevarse un mont¨®n de piezas que significan algo muy importante para la humanidad?".
Robert Wittman (FBI): "La seguridad en museos es cada vez m¨¢s sofisticada"
Un cuaderno de Picasso encabeza la lista de obras de arte m¨¢s buscadas
Wittman participa hoy en el Foro de la Diplomacia Cultural del Centro Niemeyer de Avil¨¦s en una mesa sobre la Protecci¨®n de la Propiedad Cultural. Y al debate, los organizadores han convocado tambi¨¦n a Jean-Pierre Jouanny, secretario general de Interpol.
La seguridad (incluida la de Wittman -el tipo abandonar¨¢ la ciudad a toda prisa tras su intervenci¨®n para evitar problemas-) es uno de los temas claves de la cita de Avil¨¦s, en la que ayer se trataron a un alt¨ªsimo nivel asuntos como el tr¨¢fico de personas, lo que una serie de televisi¨®n de ¨¦xito como Ley y Orden puede hacer por un ni?o soldado o el poder del humor para acercar a las culturas.
Sobre tendencias criminales en el mundo del arte, robos casi perfectos y colaboraci¨®n internacional para dar con los ladrones hablaron por la tarde los representantes de Interpol y el FBI mientras se tomaba el retrato que ilustra esta p¨¢gina. La cara de Wittman deb¨ªa permanecer oculta: "Todav¨ªa trabajo como infiltrado en operaciones especiales", aclar¨®.
Hay quien tiene en Espa?a cuentas pendientes con ¨¦l. Despu¨¦s de todo, es el tipo que se hizo pasar por un experto en arte para pescar a los autores del robo en 2004 en casa de Esther Koplowitz. Gracias a su actuaci¨®n, se recuperaron 17 pinturas, incluido un goya valorado en 50 millones de d¨®lares. "Puedes planear el robo perfecto", explicaba ayer con aire misterioso. "Pero lo realmente dif¨ªcil es vender las obras".
Ambos, que se conocieron en Per¨² en 1998 en el transcurso de una operaci¨®n para recuperar la pieza de oro precolombina m¨¢s grande jam¨¢s robada, convinieron en que Estados Unidos es el principal destino de lo robado, que se restituye a sus due?os en un escaso 5%, seg¨²n estad¨ªsticas tan inasibles como las que brinda el crimen organizado a escala mundial.
Para el ¨¦xito de sus trabajos, recordaron, es fundamental la cooperaci¨®n internacional. Y ah¨ª entra la Interpol. El organismo, relat¨® Jouanny, tiene "una lista de 34.000 objetos a¨²n por recuperar" accesible a "autoridades y particulares". Una relaci¨®n que encabezan el cuaderno de Picasso desaparecido en primavera en Par¨ªs, los dos cuadros que las autoridades suizas no recuperaron tras el famoso atraco de la Fundaci¨®n B¨¹hrle o la madre de todos los robos de arte sin resolver: el sucedido en 1990 en el museo de Boston Isabella Stewart Gardner.
La pel¨ªcula transcurri¨® m¨¢s o menos as¨ª: dos desconocidos entraron en un centro de arte escasamente vigilado y robaron piezas por valor de 300 millones de d¨®lares, entre ellas, el ¨²nico vermeer que se halla desaparecido, un manet y dos rembrandts. Ninguna de las piezas se ha recobrado. Lo cual es toda una espina en el historial de Wittman, quien en 20 a?os de servicios prestados, ha recuperado obras por "valor de 225 millones de d¨®lares". "Lo que es indudable es que no se han vendido. Si no, las tendr¨ªamos. No puedes colocar un vermeer as¨ª como as¨ª".
Su colega de Interpol esgrimi¨® ayer otro documento que relaciona el n¨²mero de piezas extra¨ªdas en 2007 en cada pa¨ªs. Las poco m¨¢s de dos mil en Alemania contrastan con las escasas 137 de Espa?a. "Eso habla de la disparidad de criterios de c¨¢lculo entre los diferentes pa¨ªses. Con todo, hay una creciente conciencia en necesidad de proteger el patrimonio cultural", afirm¨® Jouanny.
"La seguridad en los museos es cada vez m¨¢s sofisticada", intervino Wittman. "Aunque poco se puede hacer ante un escuadr¨®n de tipos armados. Es importante tener claro que no merece sacrificar vidas humanas por m¨¢s que est¨¦ en juego. Dejen que se lleven las pinturas y despu¨¦s ll¨¢menme a m¨ª para que las recupere".
Babelia
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