?Hundir la ciencia por el precio de seis 'ronaldos'?
La apuesta por la investigaci¨®n y la innovaci¨®n hab¨ªa sido, hasta ahora, uno de los mayores aciertos de la pol¨ªtica del Gobierno. Ya antes de las elecciones del 2004 el se?or Zapatero hab¨ªa manifestado su compromiso con la ciencia y hab¨ªa prometido aumentar los fondos para I+D. El presidente, una vez electo, cumpli¨® su palabra y durante los a?os 2005 al 2008 la inversi¨®n casi se duplic¨®. Ello llev¨® la ciencia espa?ola a una etapa que fue calificada por la prestigiosa revista Nature como "la nueva edad de plata de Espa?a". El pa¨ªs cosech¨® un ¨¦xito asombroso en la primera convocatoria de proyectos del reci¨¦n creado Consejo Europeo de Investigaci¨®n y no es exagerado decir que la comunidad cient¨ªfica internacional nos observa con admiraci¨®n. Espa?a parec¨ªa decidida a consolidar las bases que le permitir¨ªan convertirse en una econom¨ªa basada en el conocimiento.
Presidente, recuerde su compromiso con la I+D. No hipoteque su futuro y el de Espa?a. No nos falle
La primera se?al de que la nave zozobraba lleg¨® con el presupuesto del 2009. La Confederaci¨®n de Sociedades Cient¨ªficas de Espa?a, que realiza cada a?o un detallado an¨¢lisis de las partidas dedicadas a investigaci¨®n en los Presupuestos Generales del Estado, detect¨® que la tendencia al alza se interrump¨ªa y que para el presente a?o el crecimiento real era pr¨¢cticamente nulo. La puesta en marcha del Plan E permiti¨® tapar alguno de los agujeros, pero era un mal presagio para el 2010.
Datos no desmentidos oficialmente y confirmados confidencialmente hablan de un retroceso de m¨¢s del 30% de la inversi¨®n en I+D prevista para el a?o pr¨®ximo. Creo que el Gobierno no es consciente de la cat¨¢strofe que ello representar¨ªa, pues se perder¨ªa mucho de lo ganado. En ciencia hay que correr mucho para quedarse donde estabas. La confianza que hab¨ªa generado el sistema espa?ol se derrumbar¨ªa y nos costar¨ªa al menos 10 a?os volver a reconstruirla. Y todo ello en un momento en que Espa?a busca nuevas bases para su sistema econ¨®mico. Y esas, se diga lo que se diga, s¨®lo pueden estar basadas en el conocimiento. No hay otra soluci¨®n.
En conclusi¨®n, al primer temporal habr¨ªamos echado nuestro futuro por la borda, arrastrando con ¨¦l la credibilidad del capit¨¢n y su tripulaci¨®n. Y todo ello, ?qu¨¦ reportar¨ªa a las arcas del Estado? El ahorro en el Plan Nacional, que es la savia que alimenta la investigaci¨®n que se lleva a cabo en las universidades, los hospitales, el CSIC y otros organismos p¨²blicos de investigaci¨®n, ser¨ªa de unos 580 millones de euros. Me dir¨¢n que eso es mucho dinero. Yo les reto a que lo calculen en CRs (Cristianos Ronaldos, o el coste de fichar a un jugador gal¨¢ctico). Efectivamente, se trata de seis CRs. ?Vamos a dejar hundir el sistema p¨²blico de I+D por lo que cuestan seis futbolistas? No, no lo podemos aceptar.
La Comunidad cient¨ªfica conf¨ªa en que no se consume tama?o desaguisado. Estamos seguros de que todo el arco parlamentario apoyar¨¢ la decisi¨®n de seguir apostando por el conocimiento. La comunidad cient¨ªfica se acuerda v¨ªvidamente que en el debate previo a las elecciones del 2008 convocado por la COSCE los representantes de todos los partidos pol¨ªticos participantes (PSOE, PP, CiU, PNV y IU) se manifestaron plenamente convencidos de la apuesta por la I+D era la ¨²nica manera de que Espa?a no perdiera el tren del progreso. Abandonar ahora este camino es, por tanto, una decisi¨®n temeraria. Nos jugamos nuestro bienestar y el de nuestros hijos.
Presidente, recuerde sus promesas y su compromiso. Dijo que no nos fallar¨ªa. No lo haga. No ahora. No en este tema. No hipoteque su futuro y el de toda Espa?a por el precio de medio equipo de f¨²tbol. No nos falle, presidente.
Joan J. Guinovart es presidente de la Confederaci¨®n de Sociedades Cient¨ªficas de Espa?a (COSCE).
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