Obama renuncia al escudo antimisiles
El presidente justifica su decisi¨®n por el retraso iran¨ª en la fabricaci¨®n de misiles de largo alcance - Washington asegura que la medida fortalece la seguridad europea
En el giro m¨¢s brusco de la pol¨ªtica exterior norteamericana durante su presidencia, Barack Obama anunci¨® ayer el abandono del proyecto de escudo antimisiles en Europa del Este y su sustituci¨®n por una alternativa m¨¢s modesta que pretende ser m¨¢s eficaz en la prevenci¨®n de las verdaderas amenazas de Ir¨¢n y que, sobre todo, intenta calmar la irritaci¨®n que el original despliegue defensivo hab¨ªa provocado en Rusia.
El presidente estadounidense justific¨® esta pol¨¦mica decisi¨®n por la necesidad de acomodar los medios militares al desarrollo que el programa nuclear iran¨ª ha tenido en los ¨²ltimos a?os. Mientras el escudo anunciado por George Bush en 2007 estaba dise?ado para hacer frente a un eventual ataque con misiles de largo alcance, los servicios de espionaje han detectado un retraso en la creaci¨®n de ese armamento en Ir¨¢n y un aceleramiento, en cambio, en la construcci¨®n de misiles de corto y medio alcance.
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Eso ha obligado, seg¨²n la Casa Blanca, a la sustituci¨®n del programa defensivo inicial, mucho m¨¢s costoso, m¨¢s evolucionado tecnol¨®gicamente y m¨¢s explosivo pol¨ªticamente, por el sencillo despliegue de interceptores SM-3. Estos sistemas ser¨¢n primero instalados en barcos. Despu¨¦s, no antes de 2015, comenzar¨¢ su despliegue sobre el terreno, principalmente en pa¨ªses del sur de Europa y Turqu¨ªa.
"Esta nueva arquitectura de misiles en Europa proveer¨¢ una defensa m¨¢s fuerte, m¨¢s inteligente y m¨¢s ¨¢gil a las fuerzas norteamericanas y a los aliados de Estados Unidos. Es m¨¢s amplia que el programa anterior y utiliza recursos que ya han sido probados", dijo Obama al anunciar su decisi¨®n.
Los portavoces del presidente insistieron durante todo el d¨ªa de ayer en que esta medida, al igual que el escudo ahora descartado, no est¨¢ vinculada a Rusia. En su alocuci¨®n, Obama invit¨®, sin embargo, a Rusia a "cooperar en la defensa de los intereses estrat¨¦gicos comunes" y en los esfuerzos por "poner fin al ilegal programa nuclear de Ir¨¢n".
?se es el objetivo central del significativo paso dado ayer. Obama dej¨® clara desde un principio su voluntad de reprogramar las relaciones con Rusia y ha entendido que eso era inviable sin la renuncia al escudo antimisiles, que, por m¨²ltiples motivos, Mosc¨² consideraba un ataque frontal a su seguridad y a su dignidad nacional. A cambio, Washington espera obtener una actitud m¨¢s colaboradora de parte de Rusia en las dos preocupaciones principales de su pol¨ªtica exterior: Ir¨¢n y Afganist¨¢n.
En cuanto a Afganist¨¢n, las autoridades rusas ya permiten el tr¨¢nsito por su territorio de los convoyes norteamericanos para la guerra y a¨²n se puede dar m¨¢s cooperaci¨®n pol¨ªtica y estrat¨¦gica. Por lo que respecta a Ir¨¢n, Rusia, que particip¨® en el origen del desarrollo nuclear en ese pa¨ªs y mantiene influencia y buenas relaciones con el r¨¦gimen isl¨¢mico, posee, probablemente, la llave para que la presi¨®n occidental tenga consecuencias eficaces. Esto empezar¨¢ a comprobarse la pr¨®xima semana en la reuni¨®n del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. "Es hora de que Rusia se sume a nuestros esfuerzos por imponer estrictas sanciones sobre Ir¨¢n", declar¨® ayer el senador dem¨®crata Charles Schumer.
Se trata, en todo caso, de un c¨¢lculo arriesgado por parte de la Administraci¨®n norteamericana, que corre el peligro de parecer d¨¦bil por haberse rendido a los deseos de Rusia sin contrapartidas evidentes. Eso es lo que denunci¨® ayer el senador republicano John McCain. "Se trata de una mala decisi¨®n sin paliativos. Rusia e Ir¨¢n son los grandes ganadores. Creo que es un mal d¨ªa para la seguridad nacional de Estados Unidos", dijo el ex candidato presidencial.
Al mismo tiempo, con esta apuesta, Obama se expone a la cr¨ªtica de haber abandonado a su suerte a los antiguos pa¨ªses del bloque sovi¨¦tico ante el riesgo de agresi¨®n por parte de Rusia, que se hizo m¨¢s real el a?o pasado con motivo de la invasi¨®n de la peque?a rep¨²blica de Georgia.
El presidente norteamericano quiso ayer anticiparse a esas cr¨ªticas e inform¨® de que hab¨ªa hablado por tel¨¦fono con los primeros ministros de Polonia y la Rep¨²blica Checa (los pa¨ªses en los que estaba previsto desplegar el sistema de defensa original) para garantizarles que Estados Unidos respetar¨ªa siempre el compromiso de la OTAN de que un ataque contra uno de sus miembros constituye un ataque contra todos.
El Pent¨¢gono ha asegurado que, con esta medida, no se reduce la seguridad europea sino que se refuerza y se actualiza. "Los que dicen que estamos desguazando nuestros misiles defensivos en Europa est¨¢n desinformados o distorsionando la realidad", afirm¨® ayer Robert Gates, el secretario de Defensa. Gates, que ha conducido durante meses una investigaci¨®n hecha por expertos sobre las mejores opciones para la protecci¨®n frente al armamentismo de Ir¨¢n, ha aparecido como responsable de esta decisi¨®n, como garant¨ªa, en parte, de que Obama no va a encontrar oposici¨®n dentro de las filas militares.
Este paso representa, por ¨²ltimo, la primera actuaci¨®n de gran repercusi¨®n internacional destinada a corregir la pol¨ªtica de Bush. Ninguna anterior, como la retirada de Irak -que se daba ya por descontada- o el cierre de Guant¨¢namo -que tiene m¨¢s efectos dom¨¦sticos- puede compar¨¢rsele. S¨®lo la profundizaci¨®n de la guerra en Afganist¨¢n, que todav¨ªa no es plena ni definitiva, puede tener una trascendencia semejante.
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