Los rincones infinitos de Rutu Modan
Rutu Modan es una ilustradora a un ordenador pegada. Hace tiempo que esta israel¨ª, ganadora del Premio Eisner y bloguera gr¨¢fica de The New York Times, arrincon¨® los l¨¢pices y se compr¨® un diminuto ordenador personal y una tableta gr¨¢fica que instala en caf¨¦s, salas de espera de aeropuerto "o donde haga falta". "Yo trabajo todo el tiempo". Por eso, los rincones de Modan tienden al infinito. La trashumancia comenz¨® con el ¨¦xito de Metralla (Sins Entido), la novela gr¨¢fica que la llev¨® a los salones del c¨®mic de medio mundo y le ense?¨® a aprovechar las esperas. Metralla es la historia de una joven que ayuda a un taxista a buscar a su padre, desaparecido tras un ataque suicida palestino en una estaci¨®n israel¨ª. Una historia en la que no cabe el sentimentalismo, pero que rebosa ternura y sentido com¨²n. El azar quiso que se publicara en castellano antes que en ning¨²n otro idioma y que la novela apareciera en hebreo a?os m¨¢s tarde. Modan escribe el texto de los bocadillos de sus c¨®mics en hebreo, su lengua materna, pero dibuja de izquierda a derecha. Los libros en hebreo, como los ¨¢rabes, se leen de derecha a izquierda y Modan tuvo que invertir meses en dar la vuelta a las im¨¢genes.
Hace un mes que Rutu Modan se ha instalado con su marido y sus dos hijos en Tel Aviv. Vuelve a Israel despu¨¦s de pasar una temporada en Sheffield, Reino Unido, y rodeada todav¨ªa de cajas de cart¨®n trabaja ya en una antolog¨ªa francesa de c¨®mic period¨ªstico. Va a ser su primera incursi¨®n oficial en la vi?eta pol¨ªtica y no oculta sus reparos. Se trata de una historia corta sobre la ofensiva israel¨ª a Gaza hace ocho meses. En uno de los bocetos se ven los t¨²neles que permiten el paso de v¨ªveres, materiales de construcci¨®n y hasta cabras a la franja; en otro, chicos palestinos lanzan piedras contra el enemigo, y en un tercero, la ciudad de Gaza reducida a escombros. "El objeto del arte es reflejar una realidad que es ambivalente, compleja. Cuando haces un c¨®mic pol¨ªtico est¨¢s dando una opini¨®n clara y a m¨ª me interesan m¨¢s las cosas difusas, las contradicciones". Pero tambi¨¦n reconoce que ante la brutalidad de la guerra de Gaza, "hab¨ªa que mojarse de alguna manera. Yo estaba en contra de la guerra y no me pod¨ªa quedar parada". En pocos d¨ªas, se meter¨¢ de lleno en un nuevo libro. Calcula que tardar¨¢ unos dos a?os en terminarlo, pero no duda de que encontrar¨¢ editorial enseguida. Atr¨¢s han quedado los tiempos de pelear por abrirse paso en el mercado. Hoy, esta joven artista (Tel Hashomer, 1966) es una referencia en el mundo de la novela gr¨¢fica, reconocida y admirada por los m¨¢s grandes del g¨¦nero.
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