El cielo es azul, la tierra blanca
Sin duda animados por el hecho de que todo lo oriental se relaciona, err¨®neamente, con las flores de bach y la cursiler¨ªa posmoderna, Acantilado publica El malet¨ªn del maestro (Sensei no kaban) bajo el t¨ªtulo El cielo es azul, la tierra blanca junto con un evitable subt¨ªtulo Una historia de amor. Aunque tengan la excusa de que tanto el uno como el otro son los mismos que se utilizaron en la edici¨®n alemana de la obra -de la que tambi¨¦n toma la imagen de portada-, esta presentaci¨®n hace un flaco favor a Hiromi Kawakami al alejarla del que pueda ser su lector natural en esta su primera traducci¨®n al castellano. Kawakami, nacida en 1958, debut¨® como escritora en 1994 y gan¨® el Premio Akutagawa en 1996 con Hebi wo fumu. Su literatura, hasta la publicaci¨®n de Sensei no kaban, Premio Tanizaki 2001, era le¨ªda por japonesas entre los 20 y los 40, pero a partir de esta historia de zombies, como la definiera Shukan Asahi, ha pasado a ser lectura favorita de los japoneses maduros de la cincuentena en adelante. No es de extra?ar, ya que El cielo es azul
El cielo es azul, la tierra blanca
El cielo es azul, la tierra blanca
Hiromi Kawakami
Traducci¨®n de Marina Bornas
Acantilado. Barcelona, 2009
216 p¨¢ginas. 18 euros
... hace un relato contenido, incluso fr¨ªo, entre Tsukiko, una ya no tan joven ex alumna treinta?era, con su anciano sensei, al que encuentra bebiendo y comiendo en la cl¨¢sica izakaya. El maestro jubilado de lengua japonesa, que sigue acarreando su simb¨®lico malet¨ªn de profesor, entabla una improbable amistad con una de sus antiguas alumnas -una poco brillante y solitaria mujer trabajadora- a base de barra, sake y borracheras. Es as¨ª como, a partir de una serie de encuentros buscadamente casuales en la innombrada pero reconocible Tokio, ambos seres acaban manteniendo una corta relaci¨®n amorosa, tan p¨²dica como las buenas maneras japonesas exigen, y en la que brevemente conviven los dos japones, el feudal y el nacido al calor del loto y el robot. Manifestaci¨®n del ¨¦xito de este libro es que cuenta, c¨®mo no, con su manga correspondiente, en este caso dibujado por Jiro Taniguchi y editado por Futabasha.
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