Nadie despu¨¦s de los Beatles
Internet y la dispersi¨®n de audiencias ha hecho a los grupos peque?os algo m¨¢s grandes y a los grandes m¨¢s peque?os - El fen¨®meno ic¨®nico ya es irrepetible
"Esa hip¨®crita beatleman¨ªa ha mordido el polvo", cantaban The Clash en London calling, un tema de 1979. No pod¨ªan estar m¨¢s equivocados: ni antes ni despu¨¦s ha habido una banda tan grande. Nadie ha conseguido igualar su importancia en ning¨²n aspecto ?Son una cumbre creativa o un producto de marketing tan logrado que resulta imbatible? Desaparecidos los de Liverpool, ?no hay nada que merezca la pena?
"Hay gente que ha hecho discos mejores que ellos, pero en conjunto, ponderando todos los elementos, musicales y sociol¨®gicos, creo que es el grupo que mejor ha definido lo que hoy por hoy entendemos como pop: la popularizaci¨®n absoluta de un producto combinada con un continuo misterio acerca de su ¨¦xito; como JFK, el Fairy o Danone. El buen pop siempre tiene algo de juguete religioso", aventura el escritor Agust¨ªn Fern¨¢ndez Mayo.
Nadie ha conseguido igualar su importancia en ning¨²n aspecto
Los mayores de 40 son el n¨²cleo duro de compradores de discos
Los medios est¨¢n m¨¢s fragmentados. Es dif¨ªcil tener ese tipo de impacto
Las superestrellas son productos multimedia para adolescentes
En 2009, The Beatles est¨¢ a punto de convertirse en la banda m¨¢s vendedora de esta d¨¦cada. En Estados Unidos, el ¨²nico lugar del mundo donde se contabilizan realmente las copias vendidas, manda Eminem, con 32 millones. Pero le siguen los Beatles, con m¨¢s de 28. Y suyo es el disco m¨¢s exitoso de esta d¨¦cada, 1, antolog¨ªa que lleva casi doce millones s¨®lo en ese pa¨ªs. Si sumamos los cuatro millones de copias fabricadas, 52.000 de ellas para Espa?a, de los remasters (complementado por el marketing del videojuego The Beatles: Rock band), "los brit¨¢nicos habr¨¢n superado al rapero de Detroit antes de que acabe 2009", aseguraba en estas p¨¢ginas recientemente el cr¨ªtico musical Diego A. Manrique.
Es otra de esas cifras impresionantes vinculadas a los de Liverpool. La banda de los "mil millones de discos" vendidos "hasta ayer" seg¨²n su compa?¨ªa. "Ayer" es el 9 de septiembre de 2009, d¨ªa en que se lanz¨® la anunciada y, seg¨²n muchos, esperad¨ªsima edici¨®n remasterizada de sus ¨¢lbumes. "Es incre¨ªble", dice un veterano disquero que prefiere no dar su identidad. "?Versi¨®n remasterizada? Mira, yo me dedico a esto y ni s¨¦ muy bien qu¨¦ es. Y si pregunto en mi oficina, dudo que alguien sea capaz de darme una definici¨®n correcta. As¨ª que el p¨²blico mucho menos". Esto por no hablar de que resulta dudoso que la generaci¨®n que escucha la m¨²sica en MP3 y m¨®viles tenga mucho inter¨¦s en la calidad de sonido.
Tampoco hay que tomarse los n¨²meros al pie de la letra. Los mil millones esconden que en realidad hace tiempo que se perdi¨® la cuenta. Lo que s¨ª es cierto es que 15 de los nuevos lanzamientos -todos menos Yellow submarine-, est¨¢n hoy entre los cien m¨¢s vendidos en Espa?a. Hay ya 6.107 unidades despachadas. The Beatles stereo box set ocupa el tercer puesto de la clasificaci¨®n, con 1.430 ejemplares, 900 menos que el n¨²mero uno, Aviones, de Pereza. La diferencia es que la caja de los de Liverpool cuesta alrededor de 240 euros. Entre las reediciones de los ¨¢lbumes originales, Abbey Road es el que m¨¢s ha vendido. Est¨¢ en el puesto 13 con 695 copias.
Cifras escu¨¢lidas. Y son siempre as¨ª. Por eso es una gran semana para la muy da?ada multinacional EMI. M¨¢s teniendo en cuenta que los discos de los Beatles se siguen vendiendo como si fueran una novedad, a 16 euros los sencillos y 24 los dobles, algo que no es ni mucho menos habitual. "Actualmente el n¨²cleo duro de los compradores de discos est¨¢ compuesto por mayores de 40 a?os. Y la marca Beatles es muy atractiva para ese sector. Los grandes fen¨®menos de ventas se explican bien dentro de ese contexto. No es tan distinto a lo que ha pasado con Miguel Bos¨¦ en Espa?a. ?A qui¨¦n va dirigido Papito, hasta en el t¨ªtulo, si no es a ese tramo? Es un p¨²blico que no descarga, ni usa Internet para la m¨²sica", razona Ricardo Urias, director de estrategia e innovaci¨®n de la consultora Havas Media.
"Y a esto hay que unir otra cuesti¨®n, los Beatles como marca son producto de una ¨¦poca. Nacen en los sesenta, la era en la que se crean las grandes marcas, Coca-Cola, Marlboro, McDonald's... En aquel momento reinaban los mass media, unos pocos se dirig¨ªan a todo el mundo. Con una campa?a en una cadena de televisi¨®n, dos peri¨®dicos y cuatro emisoras de radio estabas en condiciones de crear una marca. Eso ahora es imposible. Es el momento de los social media, muchos se dirigen a muchos. La paradoja es que ahora, si usas los mass media, lejos de crear una marca, lo m¨¢s seguro es que pongas al producto bajo sospecha de ser algo prefabricado", concluye.
Daniel Hunt miembro del grupo de pop electr¨®nico Ladytron y productor (su ¨²ltimo trabajo ha sido grabar tres canciones para el que ser¨¢ el nuevo disco de Cristina Aguilera) insiste en esta idea. "Yo no pertenezco a esa generaci¨®n, pero he nacido y me he criado en Liverpool y all¨ª se considera a los Beatles m¨¢s en t¨¦rminos religiosos que musicales. Pero si me preguntas porque esto no volver¨¢ a pasar, la explicaci¨®n natural es que los medios de comunicaci¨®n est¨¢n mucho m¨¢s fragmentados. Incluso en comparaci¨®n con hace 20 a?os, es dif¨ªcil tener ese tipo de impacto. Creo que ya es imposible, al menos que alg¨²n cataclismo inesperado sacuda a los medios".
Un ejemplo: la noche en que dio comienzo la beatleman¨ªa en Estados Unidos, el 9 de febrero de 1964, con la aparici¨®n del cuarteto en el programa de Ed Sullivan, un 75% de los americanos que ve¨ªan la televisi¨®n sintonizaban aquella cadena. Ahora, el gran momento televisivo del a?o en ese pa¨ªs es la retransmisi¨®n de la Superbowl, que en su ¨²ltima edici¨®n consigui¨® una audiencia del 42,5%. "Y eso que las grandes marcas actuales son b¨¢sicamente las deportivas. Digamos que gracias a las competiciones, -la Champions, los mundiales de atletismo-, es f¨¢cil saber qui¨¦n es el mejor. En m¨²sica no hay un Gran slam, como en tenis", explica Urias.
Es un mundo nuevo, distinto a aquel que conocieron generaciones anteriores y que sigue en movimiento. "Los grandes festivales de m¨²sica tienen problemas para conseguir llenar sus escenarios principales. Cada vez es m¨¢s dif¨ªcil encontrar m¨²sicos capaces de atraer 50.000 personas. Y, al mismo tiempo, sus carpas menores, aquellas pensadas para 6.000 0 7.000, se les quedan peque?as. Es uno de los debates m¨¢s importantes que se est¨¢n produciendo hoy en d¨ªa en este negocio. Quiz¨¢s el modelo del cabeza de cartel y los grupos para completar sea obsoleto y haya que tender a cert¨¢menes m¨¢s horizontales", cuenta Christian Hald Buhl, director de estrategia del festival dan¨¦s Spot.
Es la teor¨ªa de la clase media. En el pop, mientras las multinacionales impon¨ªan sus criterios con ayuda de la publicidad era m¨¢s c¨®modo y rentable fijar los recursos en unos pocos m¨²sicos y convertirlos en estrellas, en aristocracia, condenando al resto a la semiindigencia, al proletariado pop. Pero con la aparici¨®n de Internet como herramienta fundamental para la distribuci¨®n de la m¨²sica, los peque?os ya no lo son tanto y los grandes lo son menos. "La democratizaci¨®n de la m¨²sica v¨ªa internet y la eclosi¨®n de los medios de comunicaci¨®n alternativos, de los blogs a las webs nicho, han provocado dos cosas: que la gente tenga una oferta ilimitada donde elegir y que uno mismo acaba convirti¨¦ndose en su propio prescriptor", dice Borja Prieto, de la web MySpace. "Los medios tradicionales tienen una audiencia m¨¢s dispersa y la gente atiende cada vez m¨¢s a recomendaciones de amigos y a focos de informaci¨®n nicho. Ya nadie te dice qu¨¦ escuchar y eso afecta directamente a las superestrellas. Hay menos superestrellas con un super¨¦xito y muchas peque?as con un ¨¦xito m¨¢s medido. Desde luego es mucho m¨¢s apasionante".
En la actualidad, salvo contadas excepciones motivadas por una avalancha informativa, como la muerte de Michael Jackson, los grandes fen¨®menos de ventas se reducen a los discos para adolescentes, casi ni?os, como Jonas Brothers o Hanna Montana. Y en este caso se trata de productos globales fundamentados en series de televisi¨®n, pel¨ªculas o merchadising. "Pero, si te fijas, tampoco es tan distinto a lo que hac¨ªan entonces The Beatles. Fueron un fen¨®meno de fans para jovencitas. Lo que pasa es que fueron evolucionando como hicieron pocos. Yo creo que a nivel comercial los productos de la factor¨ªa Disney son los que est¨¢n m¨¢s cerca de reproducirlo", dice Javier Li?an, director de la discogr¨¢fica El Volc¨¢n.
Todo lo cual no quita un ¨¢pice de importancia a The Beatles en ning¨²n plano. "Estos t¨ªos lo inventaron todo. Y adem¨¢s todo lo que inventaron era muy bonito", dice Javier Pintor, jefe de marketing de EMI y encargado de este lanzamiento en Espa?a. Una explicaci¨®n, la de su calidad muy superior a todo lo que hubo antes y todo lo que ha habido despu¨¦s, en la que muchos creen. La m¨²sica no es en realidad m¨¢s que matem¨¢ticas intuitivas. Todo ser¨ªa reducible a formulas num¨¦ricas. El oyente no tiene que conocerlas pero est¨¢n ah¨ª. Si nos fiamos de los cient¨ªficos beatlemaniacos (francamente, sus explicaciones t¨¦cnicas resultan demasiado complicadas como para incluirlas aqu¨ª) las ecuaciones de las canciones de los Beatles son muy especiales.
Pero de esta explicaci¨®n se desprende un problema. Si todo es reducible a una f¨®rmula, deber¨ªa ser imitable. Visto entonces que, de momento, ni humanos ni androides han conseguido igualar a los de Liverpool, quiz¨¢s haya que buscar la respuesta en lo sentimental. En fans como Guillermo S¨¢nchez Vega, periodista canario de 36 a?os. Con 14, lleg¨® a la final de un concurso televisivo. Su tema, los Beatles. "Perd¨ª, vale, pero al menos me di el gusto de discutir con el rancio del presentador en antena". Su pasi¨®n no ha disminuido con el tiempo. "Me emociono cada vez que veo el documental Anthology, la cara b de Abbey Road me parece la c¨²spide art¨ªstica del ser humano y preferir¨ªa mil veces irme de ca?as con Paul McCartney antes que con Megan Fox", dice. Tiene previsto hacerse en cuanto pueda con todos los discos, y si se le pregunta la raz¨®n de su amor, se explaya. "Ya se sabe, el primer amor es el primer amor. S¨ª, te casar¨¢s con otra persona y tendr¨¢s hijos con ella, pero nunca olvidar¨¢s a aquella por quien tanto sufriste. Los Beatles no s¨®lo fueron el primer amor de muchos, sino de casi toda la industria musical. Son aquel instante irrepetible de absoluta felicidad que ha quedado idealizado: los Beatles, la vez que perdiste la virginidad, aquella gran borrachera con los amigos, los Tours de Indur¨¢in, el gol de Iniesta ante el Chelsea o el de Zidane ante el Bayer o, la boda de Roc¨ªo Jurado y Ortega Cano... Bueno quiz¨¢s eso ya ser¨ªa exagerar".
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