"El juego es ahora menos creativo"
Anatoli K¨¢rpov (Zlatust, Rusia, 1951), habitualmente hiperactivo y viajero, se concentr¨® en secreto desde agosto con su entrenador, el moldavo V¨ªktor Bolog¨¢n, primero en un balneario ruso y despu¨¦s en Oropesa (Castell¨®n), donde altern¨® el trabajo con los paseos por la orilla del mar.
Pregunta. ?Por qu¨¦ acepta jugar este duelo?
Respuesta. Siempre es interesante enfrentarse a Kasp¨¢rov. Adem¨¢s, me gusta mucho Valencia.
P. Dicen que segundas partes nunca fueron buenas...
R. Ya, pero ¨¦ste es un ajedrez diferente. Vamos a jugar en la modalidad r¨¢pida, no tiene nada que ver con hace 25 a?os.
P. ?Qui¨¦n es el favorito?
R. Kasp¨¢rov es 12 a?os m¨¢s joven que yo, y eso, a nuestra edad, es importante. Aunque ¨¦l est¨¢ retirado oficialmente desde 2005, s¨¦ que ha jugado por Internet, y tambi¨¦n partidas amistosas, y que dedica muchas horas al an¨¢lisis para sus libros. La duda es si se pondr¨¢ nervioso al jugar ante el p¨²blico tras m¨¢s de cuatro a?os sin hacerlo.
"En mis tiempos d¨¢bamos m¨¢s importancia a la belleza del ajedrez"
P. ?Qu¨¦ supone Kasp¨¢rov en su vida?
R. Fue mi adversario en la mayor rivalidad del deporte, que produjo una edad de oro del ajedrez, con enorme repercusi¨®n. Algo ¨²nico e irrepetible. En cuanto a nuestras relaciones personales, ahora son mucho mejores que antes. Por eso intent¨¦ visitarle en la c¨¢rcel cuando le detuvieron.
P. Hace 25 a?os, en el primer duelo de Mosc¨², usted ganaba por 5-0 (se jugaba a seis victorias) y se empe?¨® en humillar a Kasp¨¢rov, sin arriesgar nada, para ganarle por 6-0. Pero le sali¨® mal (el duelo fue cancelado sin vencedor con el marcador 5-3). ?Se arrepiente?
R. Mi mayor error fue aceptar que ese duelo se jugase en la Uni¨®n Sovi¨¦tica, porque s¨®lo all¨ª los organizadores pod¨ªan cambiar las normas a su antojo. El ministro de Deportes fue un idiota que no me respet¨®, a pesar de que yo era un ¨ªdolo nacional.
P. Uno de los cap¨ªtulos m¨¢s emocionantes de sus duelos fue el Mundial de Sevilla, en 1987.
R. Creo que jugu¨¦ mejor que ¨¦l en los dos ¨²ltimos duelos, Sevilla 87 y Nueva York-Ly¨®n 90, y deb¨ª ganar ambos. Pero empat¨¦ el primero y perd¨ª el segundo porque comet¨ª errores en posiciones ganadoras. En Sevilla, la edad fue un factor decisivo: perd¨ª la ¨²ltima partida en posici¨®n de tablas porque estaba muy cansado.
P. ?Lleg¨® a sufrir pesadillas sobre Kasp¨¢rov?
R. No, siempre tuve un sistema nervioso muy s¨®lido, pese a la enorme presi¨®n que aguant¨¦.
P. ?Qu¨¦ tipo de vida le gusta m¨¢s, la variada de hoy o la de entonces, basada en el ajedrez?
R. Es dif¨ªcil elegir. Aquella fue una ¨¦poca intensa, todos los d¨ªas eran apasionantes. Hoy disfruto mucho de ser muy ¨²til para los dem¨¢s, como embajador de Unicef para el Este de Europa, o ayudando a las v¨ªctimas del accidente nuclear de Chern¨®bil. Y tengo proyectos para introducir masivamente el ajedrez en los colegios.
P. ?C¨®mo ve el ajedrez del siglo XXI?
R. Muy distinto, por la influencia de los ordenadores. Se han eliminado las partidas aplazadas tras cinco horas, el entrenamiento ha cambiado much¨ªsimo, y el aspecto deportivo es m¨¢s importante que el creativo. Hoy, si un jugador gana una partida que ten¨ªa perdida, est¨¢ muy contento y reh¨²ye la autocr¨ªtica. En mis tiempos d¨¢bamos m¨¢s importancia a la belleza del juego. Por otro lado, el Campeonato del Mundo hoy es m¨¢s bien ca¨®tico. Pero estoy convencido de que el ajedrez va a tener una creciente importancia como herramienta social.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.