Las fuentes de la riqueza
Recientemente le¨ª con gran inter¨¦s en su suplemento de Negocios el art¨ªculo de Paul Krugman ?C¨®mo pudieron equivocarse tanto los economistas? En este art¨ªculo, el profesor Krugman relataba la g¨¦nesis de la crisis financiera del a?o pasado en Estados Unidos y el comportamiento de la ¨¦lite financiera y acad¨¦mica norteamericana, tanto en los a?os previos a la cat¨¢strofe (jaleando) como en su at¨®nita reacci¨®n posterior (neg¨¢ndolo todo). Todo muy bien explicado y razonado y, sin embargo, ?por qu¨¦ siempre que leo o escucho sobre macroeconom¨ªa durante demasiado rato, acabo teniendo la impresi¨®n de escuchar fabulaciones?
Esta rama de la econom¨ªa ha conseguido logros indudables, asent¨¢ndose por ello firmemente en el imaginario pol¨ªtico y p¨²blico de nuestra ¨¦poca. Pero, como Krugman defiende en su art¨ªculo, dista de haber resuelto todos los problemas y hasta se le puede hacer c¨®mplice jubilosa (en su versi¨®n neoliberal) de los desmanes financieros de los ¨²ltimos a?os.
Pero la macroeconom¨ªa alternativa que Krugman parece sugerir (esencialmente, neokeynesiana) es muy posible que tampoco hubiera podido cosechar mayores ¨¦xitos. El est¨ªmulo econ¨®mico mediante el gasto p¨²blico, un nivel de deuda p¨²blica sostenible, estrategias de salida cuando se recupere la senda de crecimiento... me suenan a simplificaciones para intentar tomar el control de sistemas (sociedades humanas) demasiado complejos para ser controlados.
Reconozcamos, economistas del mundo, humildemente, nuestra impotencia para predecir el comportamiento de millones de agentes que toman decisiones al mismo tiempo, todo el tiempo.
Por fortuna, en tiempos de crisis podemos volver la vista hacia los fundamentos de la econom¨ªa, hacer acto de contrici¨®n y recordar que la riqueza de un pa¨ªs, en el largo plazo, depende de su acceso a recursos naturales, de la cantidad y calidad de la tecnolog¨ªa que utilice y, sobre todo, del n¨²mero, preparaci¨®n y motivaci¨®n de sus trabajadores y empresarios. Vamos, tierra, trabajo, capital y productividad. Las ¨²nicas recetas contra ¨¦sta y todas las dem¨¢s crisis.
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