El banco del futuro ser¨¢ de uranio
La idea de crear un almac¨¦n de la ONU que garantice a todos el combustible para reactores cobra fuerza - La propuesta barrer¨ªa los argumentos de la pol¨ªtica nuclear de Ir¨¢n para no depender de otros
Los subterr¨¢neos de la planta nuclear de Natanz, en el centro de Ir¨¢n, escupen uranio enriquecido a un ritmo de unos 80 kilogramos al mes. La ¨²ltima vez que los inspectores de la ONU visitaron las instalaciones iran¨ªes, en agosto, se toparon con unas 4.500 centrifugadoras activas en la inquietante tarea y calcularon que la Rep¨²blica Isl¨¢mica lleva acumulados unos 1.500 kilogramos de uranio enriquecido. Cada giro de esas centrifugadoras tritura un poco m¨¢s los equilibrios geopol¨ªticos mundiales. Natanz es el epicentro de uno de los principales rompecabezas que afligen a la comunidad internacional en el siglo XXI.
El r¨¦gimen de los ayatol¨¢s afirma que necesita el programa de enriquecimiento de uranio para independizarse de los suministros para reactores que s¨®lo un pu?ado de pa¨ªses occidentales y Rusia pueden ofrecer (y cortar cuando quieran, dicen los iran¨ªes). Esa justificaci¨®n ha dado recientemente alas a una idea rompedora: la creaci¨®n de un banco mundial de uranio enriquecido bajo control de la ONU, que garantice a todos el suministro del combustible nuclear para reactores.
El Nobel El Baradei y Warren Buffett son los grandes padrinos del proyecto
La idea cuenta ya con un fondo de 150 millones de d¨®lares de Gobiernos y ONG
La existencia de ese fondo, sostienen sus promotores, barrer¨ªa el argumento de que dominar el enriquecimiento es la ¨²nica manera de no subyacer a la dependencia de las grandes potencias nucleares, las ¨²nicas que disponen de empresas con instalaciones aptas para abastecer de combustible las centrales nucleares de todo el mundo. As¨ª, podr¨ªa evitarse que otros se lancen en una senda tan peligrosamente ambivalente como la iran¨ª.
Teher¨¢n podr¨ªa armar una cabeza at¨®mica en cuesti¨®n de meses. Eso no equivaldr¨ªa a disponer ya de la bomba: para ello, deber¨ªa adem¨¢s dise?ar una cabeza funcional y compatible con medios de transporte -misiles- eficientes. Informes del espionaje estadounidense apuntan a que la Rep¨²blica Isl¨¢mica todav¨ªa no domina estas tecnolog¨ªas. Pero tampoco se halla muy distante.
Junto a la amenaza iran¨ª, el empe?o de una muy extra?a pareja -que ha abanderado y perorado la causa del banco mundial de uranio en los ¨²ltimos a?os- ha permitido que el proyecto cobre cuerpo.
El primer protagonista es el premio Nobel de la Paz y director del Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA), Mohamed El Baradei. "Es una idea muy audaz, pero en estos tiempos las ideas audaces son m¨¢s necesarias que nunca", ha escrito hace poco al respecto.
En esa cruzada, curiosamente, el mejor aliado de El Baradei ha sido el hombre m¨¢s rico del mundo, seg¨²n la revista Forbes: Warren Buffett. A trav¨¦s de la ONG Nuclear Threat Initiative, el c¨¦lebre inversor y fil¨¢ntropo estadounidense ha impulsado con vigor la causa y ofrecido un fondo de 50 millones de d¨®lares para su realizaci¨®n, a condici¨®n de que Gobiernos nacionales pusieran otros 100. El objetivo se logr¨® en marzo, gracias a contribuciones de EE UU (50 millones), la UE (36), Emiratos ?rabes y Kuwait (10 cada uno) y Noruega (5).
"?sta es una idea que viene de lejos, pero hist¨®ricamente no se ha concretado porque no hab¨ªa una verdadera necesidad", explica Luis Ech¨¢varri, director de la Agencia Nuclear de la OCDE. "Las circunstancias han cambiado recientemente, con la iniciativa iran¨ª y con el renovado inter¨¦s en la energ¨ªa nuclear por parte de varios pa¨ªses, y ahora los Gobiernos occidentales est¨¢n trabajando seriamente en la idea, incluida la Administraci¨®n de Obama. Yo creo que ser¨ªa bueno que este proyecto fuera adelante, pero los obst¨¢culos son tan serios como los esfuerzos para superarlos".
En la mesa hay al menos una docena de proyectos. Los m¨¢s realistas se limitan a proponer un dep¨®sito de una determinada cantidad de uranio enriquecido gestionado por el OIEA y que intervendr¨ªa para garantizar el suministro a pa¨ªses que sufrieran un corte del abastecimiento comercial ordinario por razones pol¨ªticas.
Los planes m¨¢s ambiciosos apuntan a poner el conjunto de la producci¨®n mundial de uranio enriquecido bajo la ¨¦gida de la ONU. "Aqu¨ª lo que hace falta es una disciplina y un gobierno internacional de todo el proceso", opina Kennette Benedict, directora de Bullettin of Atomic Scientists, prestigiosa revista del sector. "Simplemente hay que asumir que no siempre el libre mercado es la mejor soluci¨®n, y desde luego no lo es cuando se trata de la m¨¢s destructiva tecnolog¨ªa que el ser humano haya inventado".
"Tenga usted en cuenta que adem¨¢s de 430 reactores de generaci¨®n de energ¨ªa, existen en el mundo otros 140 experimentales", prosigue Benedict. "Hay mucho material muy peligroso circulando a veces en pa¨ªses no muy estables".
Pese a la variedad de ideas, sin embargo, todos los proyectos se enfrentan a obst¨¢culos muy duros. El primero de ellos es la industria del sector, que en los procesos clave -la conversi¨®n y enriquecimiento del uranio- se configura como una suerte de oligopolio de un pu?ado de empresas que son las ¨²nicas que tienen capacidad de producci¨®n comercial. ?stas son la francesa Areva, las estadounidenses Urenco, USEC y ConverDyn, la rusa Atomenergoprom y el consorcio brit¨¢nico-canadiense Cameco. A ellas se suman, pero con una presencia muy marginal, empresas japonesas, chinas y brasile?as. Eso es todo.
"Estos planes no son necesarios, ni bienvenidos", dice Stephen Kidd, director de estrategia e investigaci¨®n de la World Nuclear Association, que re¨²ne la pr¨¢ctica totalidad de las empresas del sector. "Hay un mercado vivo en este sector, nadie se ha quedado sin abastecimiento hasta ahora y nadie deber¨ªa tener preocupaciones. Ser¨ªa una innecesaria intrusi¨®n en un mercado eficiente".
Kidd explica que, seg¨²n las perspectivas actuales, "hay como mucho cinco pa¨ªses que entrar¨¢n en el club de la energ¨ªa nuclear de aqu¨ª a 2020 y ninguno de ellos despierta preocupaciones". "No vemos en el horizonte especiales riesgos de proliferaci¨®n", prosigue Kidd, "y por otra parte, el que quiere ir por ese camino lo hace de todas formas, como Corea del Norte, que ha avisado haciendo estallar una bomba. No creo que un banco mundial de uranio le hubiese detenido".
La industria se resiste y pide que -en caso de que se concretara alg¨²n proyecto- toda intervenci¨®n sea lo m¨¢s residual posible, dejando que el mercado siga funcionando libremente.
Pero m¨¢s que la industria, que podr¨ªa ser doblegada por la voluntad de los Gobiernos, el gran obst¨¢culo es la negativa de muchos pa¨ªses emergentes y en v¨ªas de desarrollo. "Varios Estados no ven con buenos ojos estas ideas", comenta Ech¨¢varri. "No quieren quedarse fuera de la tecnolog¨ªa, no quieren que se les discrimine. El r¨¦gimen internacional reconoce a todos el derecho de acceso a la tecnolog¨ªa nuclear, a condici¨®n de que se respeten las normas del Tratado de No Proliferaci¨®n".
"Un banco mundial de uranio ofrecer¨ªa garant¨ªas de suministro pero consolidar¨ªa de facto una situaci¨®n de exclusi¨®n en la que unos pocos tienen la tecnolog¨ªa y otros no", observa Benedict, interpretando las reticencias de algunos pa¨ªses.
Si en lugar de un mero almacenamiento se optara por un proyecto m¨¢s ambicioso, con plantas de producci¨®n bajo el control del OIEA, podr¨ªa darse un mayor acceso a los pa¨ªses emergentes y en desarrollo. Pero si las grandes potencias aceptaran dar a estos pa¨ªses acceso a la gesti¨®n de las plantas internacionales, dif¨ªcilmente otorgar¨ªan un pleno acceso a la tecnolog¨ªa. A eso, hay que a?adir la vertiginosa dificultad log¨ªstica, financiera y pol¨ªtica de un proyecto de semejante envergadura.
A¨²n con estas dificultades, la idea cuenta con el gran atractivo pol¨ªtico de clarificar el campo de juego. De existir el banco, un pa¨ªs que se embarcara en la aventura del enriquecimiento de uranio ser¨ªa m¨¢s f¨¢cilmente tachable de sospechoso.
Es importante tener en cuenta, seg¨²n se?ala Ech¨¢varri, que un programa de enriquecimiento de uranio a nivel industrial tiene racionalidad econ¨®mica s¨®lo si est¨¢ dirigido a abastecer un amplio parque de reactores nucleares, al menos 20 o 30. S¨®lo ocho Estados tienen programas nucleares que se acercan o superan ese tama?o, y eso explica porqu¨¦ tan pocos pa¨ªses se han lanzado en esa senda, aparte de porque la iniciativa de Ir¨¢n, que centrifuga uranio sin tener ni siquiera un reactor activo, despierta especiales sospechas. Un reactor est¨¢ siendo ultimado en Ir¨¢n con tecnolog¨ªa rusa y Mosc¨² se ha comprometido a abastecerlo de combustible nuclear.
Para comprender las magnitudes, frente a los 1.500 kilogramos de uranio enriquecido producido por Ir¨¢n en casi dos a?os, el reactor en construcci¨®n en su territorio necesitar¨¢ de 37.000 kilogramos al a?o para funcionar. En cambio, los expertos indican que una masa de entre 1.000 y 1.700 kilogramos es suficiente, una vez reprocesada, para lograr el uranio altamente enriquecido requerido para fabricar una cabeza at¨®mica. S¨®lo hay que reconfigurar las centrifugadoras y dejar que giren un poco m¨¢s para "purificar" ulteriormente el uranio.
En la planta de Natanz, ese proceso no ser¨ªa posible sin que el OIEA se enterara r¨¢pidamente. Pero Ir¨¢n es un pa¨ªs muy grande y el OIEA s¨®lo tiene derecho de inspeccionar las instalaciones declaradas, observan los esc¨¦pticos.
El n¨²mero de Estados con armas nucleares es una cifra en lento pero constante crecimiento. Actualmente son nueve, y acumulan juntos m¨¢s de 20.000 cabezas nucleares. Muchos en el sector creen que la idea del banco de uranio tiene m¨¦ritos y contribuir¨ªa a limitar los riesgos de no proliferaci¨®n. Sin duda su eficacia se ver¨ªa fortalecida enormemente si fuera acompa?ada por un claro esfuerzo de desarme de las grandes potencias.
El premio Nobel El Baradei lo ha sintetizado as¨ª: "Los cinco principales Estados con armas nucleares no se han tomado en serio su obligaci¨®n, seg¨²n el Tratado de No Proliferaci¨®n, de trabajar para el desarme nuclear. Esto naturalmente los priva de autoridad moral para persuadir a otros de no adquirir armas nucleares, lo que se sigue percibiendo como una fuente de poder e influencia, y una p¨®liza de seguro contra un ataque".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.