Perder tama?o para sobrevivir
Dogi quiz¨¢ no diga mucho a pie de calle. Pero las grandes casas de corseter¨ªa y de moda de ba?o la conocen bien. La ropa interior de Women's Secret, por ejemplo, est¨¢ hecha de sus tejidos. Esta multinacional catalana de bolsillo, una de las pocas a las que, 11 a?os atr¨¢s, no asust¨® la Bolsa, tom¨® carrerilla con el cambio de siglo para salir al extranjero y poner su pica en China, Sri Lanka, EE UU y Alemania. La inversi¨®n millonaria en la expansi¨®n -que la endeud¨® hasta las cejas y se volvi¨® en su contra cuando la competencia asi¨¢tica azot¨® duro y la demanda cay¨® a niveles del 50%- parece ser, sin embargo, s¨®lo parte del paisaje.
Dogi, que entr¨® en p¨¦rdidas hace ocho a?os, adolece, adem¨¢s, de un problema de credibilidad, como se evidenci¨® en la ¨²ltima junta de irados accionistas atrapados en el valor a 0,64 euros, con la cotizaci¨®n suspendida desde el concurso de acreedores en mayo, con un pasivo de 47 millones de euros. Las cr¨ªticas a la gesti¨®n estuvieron en boca de muchos peque?os accionistas, que han decidido aliarse. Los intentos de reestructuraci¨®n se han sucedido, como los relevos en la gesti¨®n, los cr¨¦ditos del p¨²blico Instituto Catal¨¢n de Finanzas (ICF) y una gradual reducci¨®n de la presencia de la familia Dom¨¨nech en el capital (hoy, del 29%).
Un pacto sobre el recorte de 90 empleos es paso previo para que pueda llegar a manos del juez -con suerte entre esta semana y la pr¨®xima- el plan de viabilidad de Dogi, que mantiene sus aspiraciones de sobrevivir en la jungla del textil. Si lo consigue, ser¨¢ una compa?¨ªa m¨¢s peque?a, ligera de costes (tambi¨¦n salariales) y de estructura, mejor gestora de sus clientes y menos aparatosa de centros fabriles. En Alemania la filial se ha declarado ya insolvente. Sus filiales y sociedades mixtas gozar¨¢n de m¨¢s autonom¨ªa. Para ellas, Dogi busca socios que a¨²n quieran acompa?arla.
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