"Esto no es tan escabroso"
El director del Instituto Anat¨®mico Forense, donde se realizan 3.000 autopsias al a?o, es el ¨²ltimo eslab¨®n de una saga familiar
Eduardo Andreu Tena ha estado siempre rodeado de forens¨ªa. Lo reconoce este hombre t¨ªmido, callado y muy reflexivo. Su tatarabuelo ya ejerci¨® la profesi¨®n en tiempos de la reina Isabel II. Desde entonces, toda la familia ha estado vinculada a esta rama de la medicina tan espec¨ªfica y rodeada de un halo de misterio. A su cargo tiene desde hace casi tres a?os a los 60 trabajadores del Instituto Anat¨®mico Forense (IAF), en plena Ciudad Universitaria. Es el colof¨®n, al menos temporal, de 21 a?os de profesi¨®n en los que ha tenido que v¨¦rselas con casos muy dram¨¢ticos. "La muerte la vemos igual que cualquier otra persona. Adem¨¢s, hay cosas a las que nunca se puede acostumbrar uno, como es examinar el cad¨¢ver de un ni?o o de un beb¨¦", reconoce.
"Uno no se acostumbra nunca a examinar el cad¨¢ver de un beb¨¦"
Los profesionales observan una violencia creciente en los homicidios
Casado y con dos hijos, este forense de 48 a?os empez¨® su carrera en Asturias tras aprobar las oposiciones del Ministerio de Justicia. Su primera autopsia -la de un pastor arrastrado por la vaca que orde?aba- la hizo en un peque?o dep¨®sito de cad¨¢veres alumbrado con un camping-gas. "Toda mi vida he visto esta profesi¨®n. Mi padre, mi abuelo, dos t¨ªos m¨ªos... Todos han sido forenses. Eso s¨ª, conmigo terminar¨¢ la saga. Mis hijos no quieren seguir con esta profesi¨®n", afirma sentado en un sill¨®n de un color verde llamativo, de finales de los a?os setenta. Es en esta ¨¦poca cuando se inaugur¨® la sede del Anat¨®mico Forense, un edificio con olor a desinfectante y que se ha quedado peque?o para el volumen de trabajo de la regi¨®n.
Cada a?o se realizan en el Instituto Anat¨®mico Forense en torno a 3.000 autopsias. Eso supone que cada d¨ªa hay una media de ocho muertes que requieren un estudio forense detallado, lo que le convierte en el n¨²mero uno de todo el pa¨ªs. "En Espa?a, y sobre todo en Madrid, nos hemos acostumbrado a entregar los cuerpos en menos de 24 horas. Eso no ocurre en otros pa¨ªses, donde pueden demorarse bastantes d¨ªas. Desde luego, intentamos que no se prolongue el sufrimiento de la familia que no puede enterrar o incinerar a su fallecido", explica el doctor Andreu.
Para que eso se pueda dar, es necesario que la maquinaria est¨¦ engrasada. Para ello, el instituto cuenta con laboratorios de fotograf¨ªa, toxicolog¨ªa, anatom¨ªa patolog¨ªa, rayos X,... Y es que la ciencia forense ha cambiado mucho en los ¨²ltimos a?os y se ha especializado de tal forma que los m¨¦dicos tienen que estar muy al tanto de los avances que se producen. Aspectos como la dataci¨®n de la muerte, la detecci¨®n de sustancias o los mecanismos toxicol¨®gicos han sufrido un vuelco en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, seg¨²n Andreu. "Antes por ejemplo no se hac¨ªa un an¨¢lisis previo a la apertura del cad¨¢ver para ver si ten¨ªa VIH o hepatitis o hab¨ªa consumido drogas", destaca el director del IAF. "Tambi¨¦n hay casos extraordinarios, como el accidente de Spanair, que obliga a movilizar a todos los forenses y a trabajar r¨¢pido", a?ade.
De las 3.000 muertes analizadas en el Anat¨®mico Forense, un alto porcentaje (alrededor de un 70%) se deben a causas naturales. Le siguen ya a gran distancia los accidentes laborales y de tr¨¢fico y m¨¢s alejados, los homicidios y los suicidios. Cada d¨ªa son decenas de papeles los que se mueven en ese edificio: avances de autopsias, ¨®rdenes de ingreso, estudios toxicol¨®gicos,...
Y enseguida surge la duda: ?Existe el crimen perfecto, desde el punto de vista forense? El doctor Andreu lo niega: "Las investigaciones son cada vez m¨¢s exhaustivas y hacen muy dif¨ªcil que a la polic¨ªa o a nosotros se nos pasen detalles que permitan detener al culpable. De hecho, la polic¨ªa de Espa?a tiene uno de los porcentajes m¨¢s altos de esclarecimiento de casos", sostiene el m¨¦dico.
Lo que s¨ª han detectado los forenses es que cada vez se emplea m¨¢s violencia en los homicidios. Aparte del ensa?amiento, los facultativos se enfrentan de forma m¨¢s habitual a fallecidos por disparos de arma de fuego. "Antes era muy poco frecuente. Cuando surg¨ªa alg¨²n caso, nos avis¨¢bamos unos a otros porque eran raros. Ahora, con los ajustes de cuentas y los sicarios son m¨¢s frecuentes", afirma el jefe de los forenses.
-Su profesi¨®n siempre ha estado rodeada de una mezcla de rechazo y de miedo, ?no?
-La verdad es que tenemos que explicar nuestro trabajo y decir que no s¨®lo trabajamos con muertos. Tambi¨¦n estamos con personas que han sufrido accidentes o lesiones. No es tan escabroso como piensa la gente.
A uno de los retos que se enfrenta Eduardo Andreu es el traslado del instituto a su nueva sede del Campus de la Justicia, en Valdebebas, cerca de la T-4 del aeropuerto de Barajas. A partir de entonces se transformar¨¢ en Instituto de Medicina Legal, donde se centralizar¨¢n todas las autopsias y los an¨¢lisis de muestras. Y es que el actual edificio de la Ciudad Universitaria se ha quedado obsoleto. No tiene capacidad para todos los avances en investigaci¨®n que se dan cada a?o. "Cuanto antes nos traslademos, mejor. Estamos muy ilusionados con el cambio. El problema es que es un edificio muy t¨¦cnico y requiere de unas instalaciones muy espec¨ªficas", reconoce Andreu, que est¨¢ en permanente contacto con los ingenieros del primer -y ¨²nico- edificio que se levanta en Valdebebas.
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