Adi¨®s, verano; hola, soledad
Con el curso escolar y laboral vuelve el enemigo del menor: la incomunicaci¨®n - El aislamiento de los ni?os explica muchos problemas de conducta
Para algunos la crisis ha sido, temporalmente, una bendici¨®n. La mayor¨ªa de escolares acaban de terminar las vacaciones m¨¢s familiares en muchos a?os, porque los presupuestos estaban muy justos, porque no cab¨ªan los viajes a destinos lejanos ni los campamentos. Pero el regreso a la dura realidad puede ser brusco. Despu¨¦s de d¨ªas de estrecha convivencia con padres, abuelos, t¨ªos o primos, los chavales se enfrentan de nuevo a las aulas a la vez que sus mayores recuperan sus jornadas laborales extenuantes. Ya est¨¢ de vuelta la incomunicaci¨®n, uno de los grandes enemigos de los ni?os y adolescentes de hoy.
Ese tiempo extra con la familia hac¨ªa falta, seg¨²n algunos expertos. "?ste es un problema que afecta a Espa?a de forma muy directa", afirma la psic¨®loga Mar¨ªa Jes¨²s ?lava, autora del libro El no tambi¨¦n ayuda a crecer. "Con unas de las jornadas laborales m¨¢s largas de Europa, los ni?os apenas pasan tiempo con sus familias, y este verano hemos visto positivamente que se ha vuelto a los pueblos, a pasar las vacaciones con los abuelos".
Las familias convivieron m¨¢s el pasado verano 'gracias' a la crisis
Los adolescentes siguen otras influencias si hablan poco con los padres
Las actividades extraescolares no deben ser un sitio para dejar al hijo
Los adultos traducen su culpa en permisividad y sobreprotecci¨®n
La crisis econ¨®mica ha sido la principal causante del cambio. Un estudio interno realizado por la consultora Fern¨¢ndez Nevado y Asociados, arroja que las familias han recortado gastos de las actividades vacacionales de sus hijos. "Hemos realizado un an¨¢lisis durante el mes de agosto en la Comunidad de Madrid y hemos visto una ca¨ªda de aproximadamente un 10% de participantes en campamentos respecto al a?o pasado", reconoce Myriam Fern¨¢ndez Nevado, directora de la consultora y mediadora infantil del Colegio de Polit¨®logos y Soci¨®logos de Madrid. Camino de Lecea, directora de Todocampamentos.com, corrobora la disminuci¨®n y varias empresas organizadoras confirman la tendencia.
La incertidumbre ha dejado en vilo las ocupaciones estivales de los ni?os pero ha contribuido a que se estrechen lazos familiares que muchos consideran descuidados en los ¨²ltimos a?os. Fern¨¢ndez Nevado cree que las estancias familiares contribuyen "enriquecer la personalidad del ni?o, su educaci¨®n y sus valores humanos, porque as¨ª puede observar la importancia de la familia".
Mar¨ªa Jes¨²s ?lava, cuyo gabinete ha realizado un estudio reciente con m¨¢s de 1.500 casos, se?ala que, actualmente, el 75% de los ni?os que acude a su consulta lo hace por problemas de conducta y que, en la inmensa mayor¨ªa de los casos (95%), detr¨¢s del conflicto hay largos ratos de soledad. "Este problema es grave y no se daba antes, por lo que lo ocurrido este verano nos parece muy beneficioso", afirma la psic¨®loga. El estudio arroja, seg¨²n las conclusiones del gabinete, que la falta de contacto familiar est¨¢ provocando problemas a los menores. "Los m¨¢s peque?os se sienten solos y los adolescentes est¨¢n siguiendo influencias negativas dentro de su grupo, todo ello con consecuencias graves", indica ?lava. Efectos, explica, como "la falta de disciplina, el uso excesivo de nuevas tecnolog¨ªas, la incorporaci¨®n cada vez m¨¢s temprana al botell¨®n o el desapego familiar".
En esta misma l¨ªnea se expresa tambi¨¦n Javier Urra, psic¨®logo experto en infancia y ex Defensor del Menor en Madrid, que recuerda el concepto del ni?o llave, que pasa la tarde completamente solo en casa: "Una situaci¨®n as¨ª continuada puede conducir a los ni?os a una desafecci¨®n afectiva hacia sus padres, por sentirse como extra?os, que a veces es dif¨ªcil de salvar". El experto aclara que la persona tiene que aprender a "ser soledad, porque nacemos y morimos solos, pero es un concepto m¨¢s de la edad adulta".
Fern¨¢ndez Nevado cuestiona la importancia de la cantidad de tiempo frente a la calidad, y habla de una consecuencia muy grave: el conflicto. "La falta de comunicaci¨®n no es algo que se pueda solucionar r¨¢pido, sino que empieza en la cuna y trata sobre el conocimiento profundo del car¨¢cter de cada uno; es algo que repercute en el conflicto durante la adolescencia; si la infancia ha sido dura, la adolescencia lo ser¨¢ porque padres e hijos no entender¨¢n las reacciones de unos y otros".
Un estudio publicado hace un a?o por la Fundaci¨®n SM con la Universidad de Comillas revelaba que el 27% de los ni?os se sent¨ªa solo al llegar a casa (en una encuesta con 15.000 escolares). Aunque no se trata de que los ni?os est¨¦n todo el d¨ªa pegados a sus padres -lo que adem¨¢s es inviable-, es importante valorar ese tiempo y los ni?os son los primeros en hacerlo. "El tiempo que se pasa con los padres es insustituible", resalta ?lava. Lourdes Gait¨¢n, que dirige el grupo de Infancia y Juventud de la Facultad de Ciencias Pol¨ªticas y Sociolog¨ªa de la Universidad Complutense de Madrid, resalta que "los ni?os dan much¨ªsima importancia al tiempo que pasan con sus padres, ya sea de ocio, acompa?arles a alguna de sus actividades, o incluso realizar alguna tarea dom¨¦stica".
La realidad actual no deja mucho tiempo libre a las familias. Pero ?lo dejaba antes? Gait¨¢n advierte contra la exageraci¨®n. "A veces se falsea la imagen de ¨¦pocas pasadas para construir patrones ideales -antes, se supone, como las madres no trabajaban estaban continuamente con sus hijos, pero a la hora de la verdad las de clase baja pasaban el d¨ªa trabajando y las de clase alta atendiendo sus asuntos-, que luego suponen una frustraci¨®n porque no se corresponden con la realidad".
En una investigaci¨®n sobre la infancia y la ciudad dirigida por Gait¨¢n en 2007 con la Universidad Complutense de Madrid y que analizaba las caracter¨ªsticas de los ni?os urbanos, se recog¨ªan peticiones de los ni?os, entre ellas "m¨¢s sitios cuando los ni?os nos quedemos solos en casa, para no estar solo". Otro estudio realizado por la Universidad Complutense y la Fundaci¨®n Crecer Jugando, publicado en junio, tambi¨¦n resaltaba que los ni?os (sobre todo los m¨¢s peque?os) asocian la felicidad en primer lugar a una vida familiar satisfactoria, igual que, por el contrario, una experiencia familiar negativa constituye la mayor causa de infelicidad.
El comienzo del curso es un momento ideal para cambiar h¨¢bitos y evitar, o al menos intentar minimizar, el impacto de la vuelta al cole con esa falta de comunicaci¨®n, que tiene consecuencias tambi¨¦n a corto plazo. En este sentido, se ha extendido durante los ¨²ltimos a?os el t¨¦rmino de s¨ªndrome posvacacional, sobre el coste de adaptaci¨®n de ni?os y adultos a las rutinas. Mar¨ªa Jes¨²s Cerecedo, miembro del grupo de Salud Mental de la Sociedad Espa?ola de Medicina Familiar y Comunitaria (que estima que entre un 5% y 8% de los ni?os sufre para adaptarse al ritmo escolar), afirma que "es positivo conocer que existe el s¨ªndrome, pero tambi¨¦n saber que no es preocupante ni tiene mayor trascendencia". El presidente de la Sociedad Espa?ola de Ansiedad y Estr¨¦s, Antonio Cano, se?ala que la ansiedad la sufrir¨¢n mayoritariamente quienes tengan problemas previos: "Si un ni?o sufre las burlas de sus compa?eros o cree que su profesor le tiene man¨ªa, evidentemente, sufrir¨¢ un gran estr¨¦s con la vuelta al cole, pero, en general, no se producir¨¢".
La cuesti¨®n, tras el posible nerviosismo de los primeros d¨ªas, es controlar la rutina hasta el pr¨®ximo verano. Y puede que la crisis siga teniendo este car¨¢cter ben¨¦fico unos meses m¨¢s. Mar¨ªa Jes¨²s ?lava augura que "las dificultades econ¨®micas pueden influir en una menor condensaci¨®n de actividades extraescolares, que a veces no son m¨¢s que un lugar donde dejar a los ni?os para tener m¨¢s tiempo los padres".
No s¨®lo los ni?os cambian su comportamiento por la soledad, tambi¨¦n los padres. ?lava relaciona los problemas de conducta de los peque?os con la actitud de los adultos: "Actualmente los padres tienen un sentimiento de culpabilidad que intentan neutralizar con comportamientos como el de ser colegas en lugar de padres, un error, o el de sobreprotegerles", advierte la psic¨®loga. Los padres deben, en opini¨®n de la psic¨®loga, intentar "recuperar criterios, asumir cuando sea necesario papeles inc¨®modos y ser m¨¢s perseverantes que sus hijos; no sucumbir ante las crisis y no desanimarse", concluye. Javier Urra comparte la percepci¨®n de culpabilidad que est¨¢ provocando impactos en el modelo de educaci¨®n: "?C¨®mo va a decirle no en los ¨²nicos 20 minutos que ve a su hijo al d¨ªa?"
Los expertos creen que la clave est¨¢ en la conciliaci¨®n. Un estudio realizado por el gabinete de ?lava constat¨® que "un 30% del tiempo que se trabaja es perdido, en Espa?a hay mucha productividad por la ma?ana pero es ¨ªnfima por la tarde; hay que luchar por la conciliaci¨®n, es importante llegar a casa pronto y estar con los hijos, no s¨®lo cuando son peque?os, tambi¨¦n de adolescentes, una etapa en la que necesitan igual a los padres. El de la conciliaci¨®n es un problema injustificable".
'Ni?os llave' frente a 'ni?os agenda'
Los llamados ni?os llave (suelen ir con ella colgada del cuello para no perderla) pasan toda la tarde solos en casa. Los ni?os agenda son aquellos que emplean las tardes corriendo de las clases de ingl¨¦s a las de inform¨¢tica, baile o nataci¨®n. Aunque las situaciones son distintas, subyace un mismo problema.
Para Javier Urra, psic¨®logo infantil y ex Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, se trata del "mismo perro con diferente collar": padres sin tiempo para atender a sus hijos.
Los ni?os llave echan en falta personas con las que hablar o interactuar, "o desarrollan una gran fantas¨ªa o se enganchan a Internet", afirma Urra. En el otro extremo, los padres que, sinti¨¦ndose culpables, deciden organizar la agenda de sus hijos ocup¨¢ndola hasta la extenuaci¨®n y en la que el ni?o suele "sentirse agobiado", a juicio de Urra.
Los expertos coinciden en que las actividades extraescolares son positivas siempre y cuando tengan objetivos definidos. Adem¨¢s, recomiendan sobre todo actividades f¨ªsicas, de trabajo en equipo y fomento de las habilidades sociales.
Adem¨¢s, los padres deben estar pendientes, seg¨²n la psic¨®loga Mar¨ªa Jes¨²s ?lava, y hacer un seguimiento real de todas las actividades que realizan sus hijos. "Deben esforzarse para estar tiempo con ellos, tanto en verano como en invierno, porque lo contrario se acaba pagando", sostiene. "Les recomiendo que las actividades que hagan los ni?os sean de trabajo en equipo, para contrarrestar un poco al gran individualismo que prima en esta sociedad", concluye.
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