El Sevilla sigue creciendo
Triunfo y buen juego de los de Jim¨¦nez, que no dieron opci¨®n a un endeble Mallorca
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Si la Liga parece destinada a medirse en dos velocidades, la que marcan Bar?a y Madrid y la del resto, habr¨ªa que buscarle con urgencia una propia al Sevilla. Con una solvencia fuera de toda prueba, el conjunto que dirige Manolo Jim¨¦nez se ha ganado una denominaci¨®n de origen propia y est¨¢ empe?ado en rebelarse contra los que lo sit¨²an s¨®lo dentro del grupo de aspirantes a disputarse las migajas que dejen los dos grandes. La primera gran prueba para medir de forma real las aspiraciones sevillistas llegar¨¢ dentro de dos jornadas, cuando el Madrid visite el Pizju¨¢n. Antes tocar¨¢ acudir a dos estadios de mucha historia en el f¨²tbol continental, caso de San Mam¨¦s e Ibrox Park, feudos de Athletic y Rangers, respectivamente. En el actual estado de cosas, todo parece posible. El repaso al Mallorca se ejecut¨® con Fernando Navarro, Capel y Kanout¨¦ en la grada. Casi nada. Y ni atisbo de debate sobre las formas del entrenador. Todos contentos con la forma y el fondo, y el equipo creciendo.
SEVILLA 2 - MALLORCA 0
Sevilla: Palop; Konko, Squillaci, Escud¨¦, Adriano; Jes¨²s Navas Fernando Navarro, m. 70), Zokora, Renato, Perotti (Capel, m. 63); Luis Fabiano y Negredo (Kon¨¦, m. 77). No utilizados: Javi Varas; Sergio S¨¢nchez, Lolo, y Kanout¨¦.
Mallorca: Aouate; Josemi, Nunes, Ramis, Corrales; Mart¨ª, Bruno China; Varela (Borja, m. 58), Web¨® (Keita, m. 74), Castro; y Aduriz. No utilizados: Lux; Rub¨¦n, Mario, Julio ?lvarez y Tuni.
Goles: 1-0. M. 17. Schillaci. 2-0. M. 25. Perotti.
?rbitro: Velasco Carballo. Amonest¨® a Varela y Schillaci.
38.000 espectadores en el S¨¢nchez Pizju¨¢n.
El intercambio de golpes no inmut¨® a los locales pese a jugar sin Kanout¨¦
Anda el sevillismo ilusionado, y con raz¨®n, por las prestaciones que est¨¢ ofreciendo el grupo dirigido por Jim¨¦nez. Superada la decepci¨®n que supuso la dolorosa derrota ante el Valencia en la primera jornada de Liga, el Sevilla no ha hecho sino crecer con el transcurso de las jornadas. Lo ha hecho, adem¨¢s, ofreciendo a cada partido lo que justamente necesitaba. Llegaba el Mallorca con el mejor segundo arranque liguero de su historia y el Sevilla a?adi¨® a su solidez habitual el destello y la clase de jugadores con un alt¨ªsimo nivel, caso de Luis Fabiano, Jes¨²s Navas y Perotti, para someterlo de una forma contundente. La combinaci¨®n de trabajo y clase cristaliz¨® simplemente en espect¨¢culo, en una fascinante superioridad con la que el Sevilla se gust¨® en un primer tiempo de deleite futbol¨ªstico. El abanico de recursos es amplio y fue a bal¨®n parado como el central Schillaci abri¨® el marcador ante un Mallorca de buenas maneras.
Regres¨® Navas tras un inicio de Liga por debajo de sus posibilidades y le ofreci¨® a Perotti la posibilidad de seguir engordando su cuenta de goles. Bal¨®n al segundo palo y remate de cabeza del argentino, otro de los hallazgos de la factor¨ªa de Monchi y sus colaboradores. Mientras, la grada rug¨ªa en cada cobertura de Zokora o las ganas que puso un Negredo cada vez m¨¢s r¨¢pido y enchufado.
Tanta superioridad exist¨ªa sobre el terreno de juego que el Mallorca decidi¨® ir a tumba abierta para hacerle da?o al Sevilla. Como era de suponer, el intercambio de golpes no inmut¨® a los locales. Fue el momento en el que Navas y Varela tuvieron dos opciones claras de seguir haciendo goles.
M¨¢s all¨¢ del hecho puntual de que Adriano pudiera hacer el tercero, la esencia estaba en el estilo del Sevilla. Ni un pas¨® atr¨¢s, y m¨¢s munici¨®n con la presencia de Capel para que Perotti gozara de descanso. Jim¨¦nez agrad¨® a algunos suplentes, caso de Kon¨¦, y en el ambiente s¨®lo flotaba la sensaci¨®n de por qu¨¦ no llegaban m¨¢s goles. Por eso pudo complicarse algo la cosa en los minutos finales, cuando Keita se encontr¨® con un bal¨®n que pudo haber reducido distancias en el marcador. Sobr¨® el ¨²ltimo cuarto de hora, bajo de intensidad, pero la perfecci¨®n no existe. Ese regustillo amargo del final no debe ser tenido en cuenta. Y todo, con Kanout¨¦ sin jugar ni un solo minuto.

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